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Resoluciones del Congreso del PSI (EE. UU.) 2016

Perspectivas y Tareas del Partido Socialista por la Igualdad

El Partido Socialista por la Igualdad de los Estados Unidos tuvo su Cuarto Congreso Nacional durante la semana del 31 de julio al 5 de agosto en Detroit, Michigan.

Este Congreso aprobó por unanimidad la Declaración del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, “Socialismo y la lucha contra la guerra”. El congreso también aprobó tres otras resoluciones: “Perspectivas y Tareas del Partido Socialista por la Igualdad”, “Por la unidad de la clase obrera de Estados Unidos y América Latina” y “La lucha por el socialismo y las tareas de Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social”.

1. Veinticinco años desde la ruptura de la Unión Soviética, el sistema capitalista mundial yace en ruina a causa de crisis económicas, sociales y políticas. Un cuarto de siglo luego de celebrar la disolución de la URRS en diciembre 1991, supuesta prueba del triunfo final del capitalismo y el “fin de la historia”; las contradicciones hienden la economía mundial; las potencias imperialistas encarrilan a la humanidad hacia el precipicio de otra guerra mundial; la democracia está bajo ataque en los principales países capitalistas; crecen las corrientes derechistas y fascistas; la lucha de clase resurge en el mundo.

2. Hace ocho años ocurrió el derrumbe financiero del 2008, detonando la peor crisis económica mundial desde la gran depresión de los años 1930. El banco central de Estados Unidos (El Fondo de Reserva Federal) adoptó el programa de “expansión cuantitativa”, en su desesperación de evitar el colapso del sistema bancario y la liquidación de las grandes fortunas que habían sido invertidas en Wall Street, bajando las tasas de interés en una orden de magnitud nunca antes vista, en combinación con la inyección en los mercados financieros de billones de dólares. Como resultado de esas medidas monetarias, los índices de precios de las acciones en las bolsas del mundo ahora llegan a cifras récord. Mientras tanto, la economía real, al margen del dominio de la industria financiera, está empantanada y los estándares de vida de los obreros siguen cayendo.

3. Las tensiones geopolíticas se asemejan más y más al antepasado de las primera y segunda guerras mundiales. Desde la invasión estadounidense de Irak, un cuarto de siglo de guerras se ha metastatizado en el proyecto de hegemonía global de Washington. Éste amenaza estallar en la furia de una tercera guerra mundial atómica. La “guerra al terror” de Washington conlleva consecuencias catastróficas. La peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial deriva de la destrucción de sociedades enteras en el Medio Oriente y en el Norte de África. A la vez que condena la supuesta “agresión rusa”, la OTAN es responsable de la enorme militarización de Europa del Este. El “pivote hacia Asia” del gobierno de Obama enreda, en la amenaza de guerra entre Estados Unidos y China, a toda la región de la cuenca del Pacífico oriental y también al Oceáno Índico, desde India a Australia al Japón. Alemania se rearma e impone su hegemonía de potencia europea.

4. Encaran una honda crisis de legitimidad las estructuras políticas del sistema de estados nacionales, que le han servido a la clase de poder para hacer valer sus intereses y controlar la economía mundial. La siguientes son evidencia del desmoronamiento de las instituciones y andamiajes democráticos burgueses: El voto en el Reino Unido para salir de la Unión Europea y la posible desintegración del Reino Unido; Elecciones australianas en que ninguno de los partidos principales logra la mayoría parlamentaria; La evolución en todo el mundo de corrientes de la extrema derecha; las profundas crisis políticas en Brasil y Venezuela y el fallido golpe de estado militar en Turquía, país miembro de la OTAN.

6. Las elecciones presidenciales estadounidenses del 2016 demuestran con especial nitidez la crisis mundial del mando burgués. Develan síntomas de demencia avanzada los dos partidos principales de la burguesía. El Partido Republicano ha designado a un demagogo fascista, Donald Trump, que promete “Volver a América a la grandeza” con sus habilidades empresariales de fantasía, con las que quebró a varios casinos. El Partido Demócrata nos ofrece Hillary Clinton. Lo que la califica a ser presidente es que ha sobrevivido más escándalos que casi ninguno otro individuo en la historia. Luego de una carrera política de cuarenta años, durante la cual se hizo multimillonaria, Hillary Clinton es la aliada política del aparato militar y de inteligencia y de los intereses financieros de Wall Street. No cabe duda el carácter reaccionario del gobierno que resulte, cualquiera sea el ganador del balotaje de noviembre: Administrando crisis económicas y sociales en aumento, sin ninguna autoridad popular y con una fuerte aceleración de las guerras de ultramar.

6. El enorme apoyo que recibió el senador de Vermont, Bernie Sanders, quien dice ser socialista y que exigió en un momento una “revolución política” contra la “clase megamillonaria”, saca a relucir el comienzo de una radicalización izquierdista y anticapitalista de obreros y jóvenes, quienes, no obstante el mismo Sanders, los dos partidos ya no pueden acorralar. Comienza en Estados Unidos un periodo de intensas luchas de clases. De ahí el proletariado americano entrará en el camino de una conciente lucha política contra la clase capitalista y el aparato del estado.

7. Esta crisis histórica del sistema capitalista no tiene ninguna solución pacífica. Se resolverá en una de dos formas: O bien la clase de poder logrará un nuevo equilibrio a través de guerras, tiranías, y el brutal empobrecimiento de la población global, o la clase obrera, unida mundialmente y movilizada como fuerza política independiente, derrocará al capitalismo y establecerá una sociedad socialista internacional en base a la planificación racional y a la igualdad social.

8. La misma crisis que crea guerras imperialistas y dictaduras también impulsa la revolución social. Debe unificarse, en una lucha de clases conjunta por el socialismo, los repudios populares al militarismo estadounidense, a los ataques a sueldos y empleos, a la destrucción de la educación pública, al colapso infraestructural, a las deudas estudiantiles y el creciente costo de educación universitaria y a la violencia policial. El Partido Socialista por la igualdad intransigentemente y sin equívocos defiende la papel central y dirigente de la clase obrera en defensa de los derechos democráticos, contra el militarismo y a favor del socialismo. En eso se diferencia de la política de todas las tendencias seudoizquierdistas de clase media. La cuestión estratégica clave sobre la que depende el destino de la humanidad es la construcción de una dirección revolucionaria en Estados Unidos y a través del mundo.

La crisis del capitalismo mundial y la restructuración de relaciones de clase en Estados Unidos

9. La consecuencia primordial de las medidas del Fondo de Reserva Federal estadounidense y de los bancos centrales del mundo es la expansión de la especulación financiera a la vez que aumentan enormemente las riquezas de las élites de empresariales y financieras y se crean niveles de igualdad social sin precedentes históricos. Las bolsas en Estados Unidos trepan a números récord. Las tremendas cantidades de dinero que alimentan a los mercados de deuda han hundido los réditos de bonos europeos a nuevos mínimos. Hinchados por el aumento de precios de sus bienes, 62 megamillonarios ahora controlan tanta riqueza como la mitad de la población del mundo, 3,5 mil millones de personas.

10. Mientras tanto, la economía mundial sigue empantanada. Reconocidos economistas ahora suenan las alarmas. Hablan de un periodo de “retroceso sincronizado” o de “estancación secular”. El comercio internacional se ha desacelerado relativo al periodo previo al 2008, en un entorno de nacionalismo económico –que incluye guerras de divisas, y la imposición de barreras aduaneras— similar a lo que existía en la década anterior a la Segunda Guerra Mundial.

11. Durante un tiempo el rápido crecimiento de la economía china cubrió el deterioro mundial. Eso ya pasó. El crecimiento económico chino ha caído al 4,1 por ciento con el colapso de los precios especulativos de bienes raíces, que había financiado el gasto fiscal luego de la recesión del 2008. La desaceleración china acarrea consecuencias globales. Contribuye al colapso de los precios de bienes primarios, cosa que crea condiciones de crisis económica en países que dependen de exportaciones primarias. En lo que toca al resto de los principales países emergentes (los BRICS), la peor crisis económica desde la gran depresión de los 1930 asota a Brasil;. La economía rusa se encogió 3,7 por ciento en el 2015; las exportaciones indias cayeron muchísimo; la economía surafricana se encogió 1,2 por ciento durante el primer semestre del 2016. En Venezuela se acelera la inflación y ocurre un enorme aumento en la pobreza del pueblo.

12. Que Gran Bretaña, su segunda economía más grande, haya optado salir de la Unión Europea es parte de una crisis más profunda de todo el proyecto de “unidad” europea. Para la zona del Euro –esos países que usan euros— la expectativa de crecimiento económico es sólo 1,6 por ciento este año y 1,4 el año que viene. El voto Brexit ahora provoca temores de contagio financiero, del colapso del mercado especulativo británico de bienes raíces y de una crisis bancaria de todo el continente. El voto Brexit ocurrió en un entorno de inquina económica a través del continente europeo. Una fuerte recesión afecta a Grecia, Portugal y España, como resultado de brutales ajustes de austeridad impuestos por los bancos. La deuda fiscal italiana se ha disparado y su Producto Bruto Interno se ha encogido 8 por ciento desde el 2008.

13. Es ilusorio el reclamo del presidente Obama que en Estados Unidos las cosas están “bastante magníficas”. La economía estadounidense, empantanada, sufre de gran desempleo. Las condiciones de vida para la gran mayoría están en declive. Se estima que la economía crecerá el dos por ciento este año y el que viene, muy por debajo de tasas que históricamente han seguido a otras recesiones, si es que esa economía no se ve afectada por la inestabilidad del resto del mundo. El ingreso medio ha caído siete por ciento desde el 2000; la tajada del ingreso nacional que le corresponde a los obreros ha bajado del 66 al 61 por ciento.

14. El presente estado de la economía mundial confirma el análisis del Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI), el movimiento trotskista mundial, que la crisis del 2007-2008 no fue una desaceleración coyuntural. Todo lo contrario, se trata del derrumbe de las estructuras globales del capitalismo. La crisis del 2008, detonada por el colapso del mercado de bienes tóxicos, ligados a las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, dejó al desnudo la naturaleza corrupta y parasítica del capitalismo, especialmente del capitalismo estadounidense.

15. En las últimas tres décadas ha ocurrido un crecimiento sin par de la desigualdad social, relacionado con el proceso de financiamiento. La acumulación de fantásticas sumas de dinero en manos de las élites empresariales y financieras estadounidenses está desligada de los proceso de producción. Al contrario, deriva de la subida sin fin de precios en los mercados financieros y de bienes raíces, de la especulación y de la criminalidad.

16. Como fenómeno, el financiamiento conlleva consecuencias de importancia para las relaciones sociales y políticas en los Estados Unidos. En Estados Unidos la clase de poder se asemeja a una aristocracia, con su desprecio abierto contra la opinión pública y contra las formas democráticas de gobierno y legalidad, fuera y detrás de sus fronteras nacionales. La aristocracia de las finanzas controla el sistema político y los medios de difusión. Muchos de los políticos que la representan también son millonarios y megamillonarios. Para proteger su riqueza y defender sus intereses, la élite de poder ha creado mecanismos de estado policial y una vasta red interna de espionaje.

17. El giro a medidas financieras tiene raíces en una profunda crisis de la economía estadounidense y mundial que viene desde hace años. Ya existían en la década de los 1960 indicios de ruptura en la estructura del auge económico de posguerra. Para ese entonces el resurgimiento económico europeo y japonés comenzaba a erosionar la posición dominante de Estados Unidos, cimiento del sistema económico de posguerra. A mediados de los 1960, se empieza a notar una fuerte caída de la tasa de ganancia de las principales industrias de manufactura. En la década de los 1970, se frenaba el crecimiento económico de los principales países capitalistas. Se aceleraron también las luchas de clase obrera a través del mundo entre 1967 y 1975.

18. La respuesta de la clase de poder estadounidense fue lanzar una contraofensiva contra la clase trabajadora. Comenzó en 1979 con el nombramiento de Paul Volker, por el gobierno del presidente Jimmy Carter (del Partido Demócrata), como gerente del Fondo de Reserva Federal. Volker adoptó medidas monetarias diseñadas para aumentar rápidamente la tasa de interés, causando una severa recesión y aumentando el desempleo. El gobierno de Ronald Reagan (que llegó al poder en 1981), complementó las medidas de Volker lanzando una ola represiva rompe huelgas (contando con la colaboración de la federación sindical AFL-CIO). Cerraron industrias enteras. Cientos de miles de puestos de empleo quedaron destrozados. La tasa de crecimiento de la producción industrial colapsó, del 7 a 9 por ciento en la década de 1950 al 2 a 3 por ciento en la década de 1980.

19. En Estados Unidos se estableció una relación directa entre el desgaste de la actividad industrial y el fortalecimiento de la industria financiera. La especulación financiera se convirtió en el mecanismo de lucro para la clase de poder. Entre 1980 al 2005 la tajada de todas las ganancias que correspondían a la industria financiera ascendió del 6 al 40 por ciento. En términos del producto bruto interno (PBI), la tajada que le correspondió a las finanzas, seguros y bienes raíces, aumentó de poco más del 30 por ciento en los 1970 a más del 70 por ciento en los años 2000 a más del 90 por ciento en el 2010. La explosión de valores en las bolsas fue facilitado por la política del Fondo de Reserva Federal que, con bajas tasas de interés, impulsó la acumulación de deudas.

20. Estas transformaciones económicas van mano con mano con procesos globales. En pos de mayores ganancias, las grandes empresas se lanzaron por todo el mundo, buscando materia prima y empleados a bajo costo. Avanzadas tecnologías en trasportación y comunicaciones hicieron posible una división de labor internacional y la producción para un mercado mundial, y facilitaron la globalización de la producción y la aparición de gigantescas empresas transnacionales. La disolución de la URRS y la restauración de relaciones capitalistas en China añadieron 2 mil millones de trabajadores a la disponibilidad de mano de obra.

21. Por encima de esta economía global, cada vez más integrada, existe un enorme mercado financiero de especulación. La del 2008 fue la tercera crisis en diez años en que el colapso de una orgía especulativa sacude a la economía internacional. Las anteriores fueron la crisis financiera del Este de Asia (1997-98) que involucró a Tailandia, Malasia, Indonesia, Corea del Sur y Filipinas y que por poco causa un desmoronamiento financiero mundial. A esta crisis le siguió el colapso de la industria dot com en el 2000, y una sarta de escándalos de corrupción ligados a los mercados de especulación, incluyendo a la quiebra de Enron. La solución del Fondo de Reserva Federal a todas estas crisis de quiebra, incluyendo la del 2008, ha sido reducir tasas de interés e inundar a los mercados con grandes cantidades de dinero, cosa que resulta en más orgías de especulación y preparan el terreno para una nueva y más catastrófica quiebra.

22. León Trotsky en 1921, concluidas la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa, escribe sobre la existencia de una montaña de deudas en paralelo a las condiciones de hoy en día. Aunque los países de la Europa de posguerra estaban muy empobrecidos, existía una gran cantidad de papel bancario y de bonos del gobierno que representaba, al fin de cuentas, un derecho prioritario a las ganancias –“una memoria de lo que se ha destrozado y … una esperanza de lo que se puede obtener”. Este dinero capital “distorsiona a toda la sociedad, a toda la economía. Cuanto más pobre se hace la sociedad, más rica parece al mirarse en el espejo del capital ficticio.” [Trotsky, Discurso al Tercer Congreso del Comintern, en To the Masses: Proceedings of the Third Congress of the Communist International, pp. 108-109, nuestra traducción del inglés]

23. También hoy, o se destroza o se paga el gigantesco excedente de capital ficticio, extrayendo mayor lucro de la clase obrera, liquidando los bienes del público o del estado, o mediante el saqueo imperial.

El imperialismo americano y la ofensiva hacia una Tercera Guerra Mundial

24. La clase de poder estadounidense amaga a salir de la crisis intensificando sus embestidas contra la clase obrera, por un lado, para extraer una mayor tajada del producto de la mano de obra y, por el otro lado, enredándose en descabelladas y violentas aventuras bélicas contra otras naciones. En vez de disminuir conflictos internacionales, la globalización de la producción, recalienta la contradicción esencial entre la economía mundial y el sistema de estados nacionales.

25. Los estrategas del imperialismo yanqui interpretaron la disolución de la Unión Soviética, hace 25 años, como una oportunidad de restructuración mundial en interés del la burguesía de Estados Unidos, ausente la preocupación del poder militar de la URRS, o la amenaza de revoluciones socialistas. El gobierno del primer Bush hablaba de la existencia de un “nuevo orden mundial”. El Pentágono elaboraba planes para que no surgiera ningún poder regional o global que desafiara a los intereses de Estados Unidos. A la Guerra Del Golfo Pérsico (1990-91) le siguieron, durante el gobierno de Clinton, diez años de sanciones y bombardeos intermitentes contra Irak, aventuras militares en Somalia, Haití, Sudán, Afganistán y la brutal guerra de “derechos humanos” en Serbia (1999).

26 El segundo presidente Bush, luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, lanzó la primera de las que ese presidente llamó “guerras del siglo XXI”, cuando Estados Unidos invade a Afganistán en el otoño del 2001. En el contexto de la “guerra al terror”, el gobierno de Bush lanza la segunda invasión de Irak en el 2003, siguiendo la guerra afgana. Obama –el primer presidente en la historia americana— en completar dos cuatrienios enteros con el país en guerra— añade el bombardeo de Libia, Yemen y Pakistán, y la guerra civil de Siria (respaldad por la CIA) a la lista de aventuras militares.

27. La clase de poder yanqui, durante todos estos años, sigue una bien definida estrategia de guerras, cada vez más sangrientas. Como lo indica el prefacio de Un cuarto de siglo de guerra: La ofensiva de Estados Unidos por la hegemonía mundial – 1990-2016:

“El último cuarto de siglo de guerras instigadas por Estados Unidos debe ser estudiado como una cadena de eventos interconectados. La lógica estratégica de la unidad de Estados Unidos por la hegemonía mundial se extiende más allá de las operaciones neocoloniales en el Oriente Medio y África. Las continuas guerras regionales son elementos de una rápida escalada en la confrontación de los Estados Unidos con Rusia y China”.

“La importancia esencial de los acontecimientos de 1990-91 está hoy siendo revelado a través del prisma de los esfuerzos de Estados Unidos para controlar la amplia región continental eurasiática, que le es estratégicamente crítica. Pero esta última etapa en la lucha permanente por la hegemonía mundial, que se encuentra en el corazón del conflicto con Rusia y China, saca a relucir latentes y potencialmente explosivas tensiones entre Estados Unidos y sus actuales aliados imperialistas incluyendo –para nombrar el más significativo posible adversario– Alemania. Las dos guerras mundiales del siglo XX no fueron el producto de malos entendidos. El pasado es prólogo. Como pronosticó el Comité Internacional en 1990-91, la ambición estadounidense de hegemonía mundial despierta latentes rivalidades interimperialistas bajo la superficie de la política mundial”.

28. No es una simple hipótesis la posibilidad de una tercera guerra mundial con armas atómicas; es un peligro práctico, inmediato y real, que surge de los conflictos cada vez más intensos entre grandes potencias, todas con armas nucleares. The Union of Concerned Scientists en mayo publicó un informe intitulado “La amenaza de guerra nuclear con China: una preocupante falta de urgencia” (“The risk of nuclear war with China: A troubling lack of urgency”) donde hace sonar la alarma:

“Veinticuatro horas cada día, 365 días cada año, a los gobiernos de Estados Unidos y de China sólo les hace falta unas pocas pobres decisiones para detonar una guerra que puede rápidamente convertirse en una confrontación nuclear. Desbalanceadas percepciones aumentan la posibilidad de guerra y la probabilidad que ésta involucre el uso de armas atómicas. Un error de comunicaciones o de entendimiento, sería la chispa de un conflicto que ninguno de los dos gobiernos podría frenar”.

29. En este mismo momento proyectistas militares elaboran estrategias de guerra nuclear. El gobierno de Obama acaba de lanzar un programa de un billón de dólares para modernizar las armas nucleares, que incluye la producción de más modernas municiones menos poderosas que se utilizarían en combate. El Center for Strategic and International Studies, un think tank ligado al Departamento de Estado estadounidense, al Pentágono y a las agencias de espionaje, aconseja que “situaciones hipotéticas sobre el uso de armas nucleares han cambiado desde que existía un ‘balance de terror’ entre las dos superpotencias mundiales”. Por lo tanto, la existencia de “una segunda era atómica” requiere “analizar como se podría utilizar en una manera práctica un arma nuclear, temprano en el conflicto y en una forma discriminada”.

30. Todas las potencias imperialistas anticipan una tajada de la futura división del mundo, desde el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Japón, hasta Canadá, Australia y Nueva Zelandia. Vuelve a aparecer la enemistad histórica entre Alemania y Estados Unidos (que teme que una sola potencia domine a Europa), importantísimo factor en las dos guerras mundiales del siglo XX. En junio, el ministro alemán de relaciones exteriores, Frank-Walter Steinmeier describió el nuevo proyecto de devolverle a Alemania su título de “gran potencia europea”, lo que, según él obligaría a “reinterpretar los principios que han guiado nuestra política exterior durante más de medio siglo”. Steinmeier insiste que “la ilusión de un mundo unipolar se ha desvanecido” y que “nuestra experiencia histórica destruye toda noción de que existen excepcionalísimos nacionales, para cualquier nación”. Esas palabras constituyen un claro rechazo a los Estados Unidos.

31. Inextricablemente la campaña bélica está ligada a la aceleración del autoritarismo. En el entorno de la “guerra al terror”, la clase de poder de Estados Unidos erigió una maquinaria militar y de inteligencia que sin autorización legal espía contra la población mundial y las clases de poder de todos los principales países capitalistas lo imitan. El gobierno estadounidense equipa a los departamentos de policía regionales con sofisticadas equipos militares, lo que los convierte en una fuerza paramilitar que asesina a más de mil personas todos los años. No cabe ninguna duda que después del balotaje del 2016 el proyecto de expansión de guerras irá mano con mano con la represión interna a toda la oposición a las medidas de la aristocracia financiera

Renace la lucha mundial de clases

32. Además de intensificar los conflictos entre estados nacionales, la globalización de la producción crea un enorme aumento mundial en el número de obreros. Según un reciente informe del McKinsey Global Institute, entre 1980 y 2010, el número de trabajadores aumento de 1,2 a 2,9 mil millones de personas. En los países “en desarrollo”, muchísimos obreros del campo migraron a las fábricas. El setenta por ciento ahora trabaja fuera del campo, comparado con el cincuenta y cuatro por ciento en 1980.

34 Ha sido desastroso el impacto global de la crisis económica sobre el proletariado: reducción de salarios, destrucción de beneficios sociales y enormes tasas de desocupación. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), indica que 197,1 millones están descansados, 25 millones más que antes de la crisis. Se anticipa que el desempleo aumentara 2,3 millones este año y 1,1 millones el año que viene. También ha aumentado la cantidad de personas en edad de trabajar que no busca empleo. En el 2015 aumentaron en 26 millones hasta llegar a los dos mil millones de personas. Casi setenta y cinco millones de jóvenes están sin trabajo. La tasa juvenil de desempleo es tres veces más que la de los adultos. Estos factores, combinados con expectativas económicas que van de mal en peor, hacen que la OIT cautele sobre “mayores riesgos de rebelión social”.

34. El renacimiento mundial de la lucha de clases es una de las características más salientes de la actual situación mundial. Este año enormes manifestaciones ocurrieron en Francia y Bélgica en repudio de reaccionarias reforma laborales y leyes antidemocráticas impuestas en el entorno de la “guerra al terror” con el propósito de suprimir todos los actos de repudio a las medidas de la clase de poder. Venezuela es sacudida por revueltas por falta de comida y otras movilizaciones contra el gobierno de Maduro. En México los docentes lanzan huelgas en defensa de la educación pública. Los obreros griegos han organizado huelgas generales contra las medidas de ajuste que impone el partido Syriza, de seudoizquierda.

35. También en China el número de huelgas y manifestaciones laborales ha disparado en los últimos dos años. Según el China Labor Bulletin, entre el 2011 y el 2013 hubo 1.200 huelgas y protestas. En el 2014 hubo más de 1.300 y más de 2.700 en el 2015. En febrero 2016 ya habían ocurrido 800, una tasa anual de 4.800.

36. En Estados Unidos la huelga este año de 39.000 trabajadores de Verizon, siguió a la erupción de rechazo, entre los trabajadores de la industria del automóvil, de un contrato entreguista y a la huelga de obreros de refinerías en el 2015. También este año, docentes en Detroit, Atlanta, Compton (California) y otras regiones se movilizaron en protesta contra escuelas que se desmoronan, la privatización de la educación y recortes de sueldos y beneficios. La protesta de los ciudadanos de Flint, Michigan contra el envenenamiento del suministro municipal de agua, capturó la atención de todo el país.

37. Estadísticas sobre el número de días-hombre perdidas en Estados Unidos describen la curva en ascenso de la lucha de clases. En el 2013 se perdieron 200.000 días-hombre y 290.000 en el 2014. Ese número explota en el 2015 a 740,000, mayormente debido a las huelgas en refinerías y al largo lockout de obreros del acero por Allegheny Technologies Inc. (ATI). En la primera mitad del 2016, el número de días-hombre saltó a casi dos millones, mayormente a causa de la huelga de 54 días en Verizon.

38. Preocupa aun más a la clase de poder los señales de que los sindicatos (léase: contratistas de mano de obra y agencias de testaferros para las empresas) están perdiendo su legitimidad entre los trabajadores. El enorme repudio de los trabajadores de automóvil a los contratos entreguistas del año pasado y las huelgas espontáneas de los docentes de Detroit, los estibadores del la costa atlántica y los chóferes de Uber, ejemplifican esas señales. Es más el formidable apoyo de obreros, y especialmente de jóvenes, a la campaña de Bernie Sanders, es señal de la acumulación de sentimientos anticapitalistas, cosa que horroriza a la clase de poder.

39. La lucha de clases se hace global en forma y esencia. El Comité Internacional dijo en 1988: “Para el Marxismo es una noción elemental que la luchan de clases es nacional sólo en forma, pero que en su esencia es internacional. Las más simples formas de lucha de la clase obrera plantean la necesidad de coordinar las acciones de ésta en el anfiteatro mundial”. Esa conclusión, ligada al análisis del Comité Internacional de la transformación de los partidos y sindicatos basados en la nación, ahora queda reafirmada. La evolución de a lucha de clases en todos los países plantea la necesidad de unir a todos los obreros del mundo.

40. La clase de poder responde a la globalización de la producción y al renacimiento de la lucha de clases resucitando las formas más extremas del nacionalismo. “Los caldos de cultivo del nacionalismo también son los laboratorios de terribles futuros conflictos; cual tigre famélico, el imperialismo retrocede a su cubil nacional para juntar fuerzas para un nuevo salto aterrador” [León Trotsky, “El nacionalismo y la economía”]. Es precisamente en el momento en que las contradicciones que amenazan al capitalismo integrado globalmente se hacen tan intensas cuando, para azuzar a las masas a favor de la guerra imperialista, la clase capitalista hace todo lo que puede para fomentar un frenesí nacionalista en las masas.

41, Todos los neofascistas – Freiheitliche Partei Österreichs (FPÖ), en Austria, Marine Le Pen en Francia, el UK Independence Party británico, Alternative für Deutschland (AfD) en Alemania y Donald Trump en Estados Unidos— intentan tomar ventaja de que la “izquierda” tradicional se encuentra muy comprometida. El giro a esas tendencias es una muestra de debilidad. Las élites se sienten sitiadas de todos los lados. Utilizan la movilización de corrientes de derecha para impedir la radicalización política de la clase obrera, mientras preparan las condiciones para una represión más brutal, más violenta, del repudio social.

Crisis Social en Estados Unidos

42. Para el Partido Socialista por la Igualdad, la tarea más importante es presentar ante la clase obrera de Estados Unidos la estrategia de la revolución socialista mundial, incluyendo el repudio a la guerra imperialista y todas las formas del imperialismo. Lo que ha distinguido singularmente durante toda su historia al Comité Internacional es su insistencia en el rol revolucionario de la clase obrera estadounidense, ese “gigante dormido” de la política mundial que ahora se despierta.

43. La crisis del capitalismo estadounidense y décadas de contrarrevolución, de parte de la clase de poder estadounidense, han creado niveles de desigualdad social que se aproximan a los que existían en los años anteriores a la gran depresión de los 1930. Cuando la Liga Obrera en Estados Unidos inició el proceso de formar el Partido Socialista por la Igualdad en 1995-96, puso el dedo en esa “característica dominante” de la vida política: “la creciente diferencia entre la pequeña proporción de la población que goza de una riqueza sin precedentes y la gran masa del pueblo obrero que vive en condiciones de más o menos incertidumbre económica y aflicción” [David North, The Workers League and the Founding of the Socialist Equality Party, 1996]. Con su nuevo nombre, Partido Socialista por la Igualdad, el nuevo partido reconocía la importancia revolucionaria de la lucha por la igualdad. El resto de las secciones del Comité Internacional, también adoptaron ese nombre.

44. Esa decisión de hace 20 años, demostró ser inmensamente profética. La realidad de la creciente desigualdad social caracteriza la vida social y política estadounidense. La riqueza de las 400 personas más ricas de ese país ha subido de 1,27 billones de dólares en el 2009 a 2,34 billones este año. Durante ese mismo periodo ha disminuido el número total de empleos a tiempo completo. En verdad, toda la reducción en la tasa de desempleo desde el 2009 se debe al aumento de empleos temporarios, a contrato, a medio tiempo, o a otros tipos de empleos de contingencia.

45. La caída en la tasa de desempleo esconde las verdaderas condiciones de falta de empleo e inseguridad laboral. Bajos sueldos, pobreza, deuda e inseguridad económica forman la vida cotidiana para la mayoría de los norteamericanos. Uno de cada siete, y uno de cada cinco niños, vive por debajo de la línea de pobreza oficial. Millones han perdido la esperanza de conseguir trabajo. Por lo tanto una estadística más precisa del estado de la economía, la tasa de participación laboral que ahora es del 63 por ciento, es la más baja en 38 años.

46. Ingresos han disminuido durante esta “recuperación” en un cuatro por ciento, en términos reales entre el 2009 y el 2014, y siguen cayendo. Los salarios reales de aquellas familias cuyos ingresos las sitúa en el 20 por ciento más pobre de la población cayeron 5,7 por ciento durante el mismo periodo. Hubo un tiempo que el salario industrial medio era mayor al promedio de ingresos de los otros sectores. Hoy en día es al revés; el sueldo medio industrial es 15,66 dólares, por hora, 7,7 por ciento menos que el sueldo medio para todas los otros sectores.

47. Posiblemente la baja en la expectativa de vida sea el índice más claro del declive de condiciones de vida para la gran mayoría, a cause de aumentos en el uso de drogas, enfermedades del hígado y suicidios, resultado directo de la putrefacción social y de la desesperación. En comparación, el un por ciento más rico de la población, vive 14,6 años más (masculino) y 10,1 por ciento más (femenino). De cada 100,000 obreros masculinos blancos con bachilleratos secundarios (o menos) morían entre los 45 y 54 años de edad 134 más en el 2014 que en 1999. Esa sola estadística revela que es un fraude el pregón seudoizquierdista sobre “privilegio blanco” y “privilegio masculino”.

49. Los estrategas de la clase de poder consideran que la baja en expectativas de vida es algo necesario para reducir el costo de proveer cuidado médico para los ancianos. La ofensiva contra derecho a la salud tiene el propósito de acelerar ese proceso. Obamacare, el principal programa del gobierno de Obama es parte de esa ofensiva. El objeto central de ese mal llamado Affordable Care Act ha sido liberar a las empresas y al gobierno del costo del cuidado médico a costillas de la gente trabajadora. Alienta a las empresas a barrer con programas de salud; raciona a las drogas, exámenes y procedimientos médicos y obliga a individuos comprar de compañías privadas inadecuados y muy caros seguros en mercados de salud administrados por el gobierno.

49. Para los jóvenes las condiciones son realmente malas. La deuda estudiantil ha aumentado 1,3 billones de dólares como resultado de aumentos en el costo de la educación, salarios en baja y recortes en ayuda estatal. Unos 40 millones de estadounidenses tienen deuda estudiantil; casi siete millones estaban en defalco en el 2015, seis por ciento más que en el 2014. La cantidad de estudiantes sin techo en Estados Unidos hoy día es 1,7 millones, el doble de lo que era hace diez años. La combinación de aumentos del precio de viviendas y alquileres, bajos sueldos y muchísimo desempleo, hace que una generación entera de americanos no puede comprar su propia casa o crear una familia. Por primera vez en la historia de Estados Unidos, la nueva generación encara peores condiciones de vida que sus padres y abuelos.

50. Mientras tanto son disminuidas y saqueadas las pensiones y planes de salud de los obreros más viejos. A muchos les es imposible jubilarse. Casi el treinta por ciento de los estadounidenses de más de cincuenta y cinco años de edad ni tienen ahorros con que jubilarse ni pensiones de tipo tradicional. Entre los adultos de cincuenta y cinco a sesenta y cuatro años de edad que sí tienen ahorros, éstos resultarían en un ingreso promedio de unos 310 dólares mensuales. Según una reciente investigación, el “déficit de ahorros para jubilarse” para los que tienen entre veinticinco y sesenta y cuatro años de edad es de entre 6,8 y 14 billones de dólares. Esto significa los obreros que se aproximan a la edad de jubilarse se están hundiendo en la pobreza. Muchos de ellos no podrán dejar de trabajar.

51. Más allá de las estadísticas de la crisis social existe una más amplia descomposición y colapso de la infraestructura social. El saqueo de las empresas y los ajustes fiscales la han socavado. El envenenamiento de miles de familias y de la ciudad de Flint, y de sus niños, por agua contaminada con plomo devela el mal estado de sistemas de agua potable por todo el país. Los partidos Demócrata y Republicano, ayudados por los sindicatos han recortado los presupuestos de las escuelas públicas para darle el dinero a escuelas tipo charter (contrato) de lucro privado.

Las elecciónes del 2016 en Estados Unidos

52. Las elecciones norteamericanas del 2016 son de una inestabilidad extrema e inusitada que ocurre en el contexto de la explosión del imperialismo yanqui y la embestida contra la clase obrera, fuera y dentro del país, respectivamente. La las elecciones internas de los partidos Demócrata y Republicano ocurrieron en una atmósfera de inquina y repudio. Los resultantes candidatos encarnan en diferente forma la corrupción y criminalidad de la clase de poder de Estados Unidos. Él o la que gane este noviembre, será incapaz de resolver las contradicciones que fomentan la guerra mundial y la revolución socialista.

53. Una amplia radicalización y rechazo a todo el sistema político por obreros y jóvenes subyace la crisis de gobierno burgués. En momentos en que ambos partidos escogían candidatos, una encuesta descubrió que el 58 por ciento de la población está descontento con los candidatos de los partidos Demócrata y Republicano. El 55 por ciento de la población favorece una campaña presidencial independiente; entre los jóvenes menores de 29 años, el 91 por ciento piensa así, un asombroso porcentaje. Al centro del capitalismo mundial, más jóvenes se identifican como socialistas que como capitalistas. Un creciente porcentaje de la población considera que necesidades básicas como cuidad médico, comida y techo deben ser derechos sociales garantizados por el gobierno. Existe un enorme sentimiento a favor de mayores impuestos a los ricos.

54. El apoyo que Sanders obtuvo es evidencia que millones buscan una alternativa al capitalismo en un país donde durante muchos años se suprimieron las ideas socialistas. El sitio socialista mundial – World Socialist Web Site (WSWS)— desde el comienzo de la campaña de Sanders, hizo sonar la alarma de que éste no representaba ninguna salida para los trabajadores y los jóvenes. Luego de la contundente victoria de Sanders en la interna del estado de New Hampshire, en un artículo de febrero del 2016, dijimos: “Sanders no representa al proletariado, sino a una sección de la clase de poder y a las élites políticas que temen la oposición social y que buscan alguna manera de acorralarla”.

55. En su campaña, Sanders evitaba hablar de la guerra y del militarismo. Al mismo tiempo proclamaba apoyar la política exterior del gobierno de Obama, incluyendo las guerras de Afganistán y el Medio Oriente, los bombardeos con aviones drones, y la agresividad hacia Rusia. Delimitaba sus propuestas domésticas a medidas ligeramente reformistas. Rechazaba toda medida que desafiara al sistema capitalista, como la nacionalización de los bancos y principales empresas. Aun antes que Donald Trump lo hiciera, Sanders pregonaba el nacionalismo económico. Condenaba acuerdos comerciales con China y otras naciones dizque por causar la crisis social estadounidense.

56. Es una importante experiencia política para millones de obreros y jóvenes que la campaña de Sanders culminara con él endosando a Clinton, otro ejemplo de lo fútil que es pensar transformar al Partido Demócrata. El apoyo en masa a Sanders devela reclamaciones sociales y políticas que en vez de desaparecer, reaparecerán en formas más explosivas y radicales.

57. Existe una campaña para acorralar la oposición a la guerra y los ajustes económicos dentro del Partido Democrático que envuelve el apoyo de Sanders a Clinton. Algunos de los grupos que fueron entusiastas hacia Sanders ahora apoyan al los verdes del Green Party y a su candidata Jill Stein. La Stein había antes había prometido ceder su candidatura si Sanders aceptara ser candidato de los verdes. El Green Party es un partido capitalista que sirve de sostén para el Partido Demócrata. Alega que, llevando acabo una campaña formalmente independiente, ayudará a empujar al Partido Demócrata a la izquierda. En lugares donde los verdes logran conquistar el poder, especialmente en Alemania, apoyan medidas de ajuste y de guerra.

58. En Estados Unidos, el programa del Green Party es una combinación ecléctica de nacionalismo económico y propuestas reaccionarias para reducir el consumo y apoyar a empresas “responsables”. Ni rechaza el derecho a la propiedad privada de las empresas ni propone nada que de ninguna manera desafíe los intereses de las élites empresariales o financieras.

59. El Partido Socialista por la Igualdad impulsa las candidaturas de Jerry White y Niles Niemuth para presidente y vicepresidente de Estados Unidos con el fin de asentar los cimientos para las luchas que ahora emergen, en Estados Unidos y en todo el mundo. El PSI sostiene que la lucha contra la guerra, la desigualdad social y la tiranía requieren de la movilización independiente de la clase obrera en repudio al sistema capitalista. Nuestra campaña educará a obreros y luchará por medidas que son verdaderamente socialistas, como la nacionalización de los bancos y de las principales empresas; la expropiación de las riquezas de las élites empresariales y financieras; el desmantelamiento de el aparato militar y de espionaje de estado policial. El PSI luchará para movilizar a los obreros contra las guerras imperialistas. Le explicará a los obreros y jóvenes que ninguno de los problemas históricos que ellos encaran tienen solución a menos que la clase obrera conquiste el poder político y transforme la economía mundial en base a las necesidades sociales, y la administración racional, no al lucro de particulares.

La política derechista de la identidad sexual y racial

60. Asustó muchísimo a la clase de poder la magnitud de apoyo a Sanders; no por miedo a Sanders, sino porque ese apoyo señala que resurgen las cuestiones de clase. Francis Fukuyama indica, en un reciente comentario en la revista Foreign Affairs, “La verdadera historia de estas elecciones es que luego de varias décadas la democracia americana al fin responde al crecimiento de la desigualdad y al estancamiento económico que siente la gran mayoría. La división entre clases sociales nuevamente está al centro de la política americana, destronando a las otras –raciales, de género, orientación sexual y geografía— que en recientes elecciones dominaban la discusión”.

61. La clase de poder requiere hacer retroceder esa tendencia y cambiar la discusión y regresar de nuevo a las cuestiones de raza, género y orientación sexual. Por esa razón los medios de difusión y el Partido Demócrata para nada desvían su atención de cuestiones como el acceso al baño y la participación en las fuerzas armadas para personas transexuales, la supuesta epidemia de violencia sexual en las universidades y la presunta alta marea de enemistad y conflicto racial en Estados Unidos.

62. La manera en que tanto los medios de difusión como el Partido Demócrata tratan la epidemia de violencia policial en Estados Unidos es especialmente cínica. No se la presenta como un ejemplo de la naturaleza de la policía como herramienta de dominación de clase, sino como una manifestación del odio de los blancos hacia los afroamericanos. Los comentaristas de prensa hablan de la gran división entre la América de los blancos y la de los negros –dos naciones separadas incapaces de entenderse. Se considera que los trabajadores blancos son reaccionarios y racistas; todas sus quejas sociales y económicas son supuestamente impulsadas por el deseo de retornar a un pasado de privilegios y poder.

63. El Partido Socialista por la Igualdad rechaza los argumentos que Estados Unidos consiste de dos Américas, una blanca, otra negra y que todos los “blancos” y “machos” gozan de privilegios especiales. Al igual rechazamos el mito de que el país hierve con odio racial. Desde la época de Jim Crow (segregación impuesta por la ley) en el sur de Estados Unidos y de intensa discriminación en el norte, ha ocurrido una enorme evolución en la conciencia popular. Trabajadores de todos las razas viven e interactúan juntos todos los días. Encaran una lucha en común contra la pobreza, el desempleo y la embestida de las grandes empresas contra sueldos y beneficios.

64. En lo que toca a la cuestión de la violencia policial, es verdad que relativo a su número en la población, una cantidad desproporcionada de afroamericanos son muertos por la policía; sin embargo, en números absolutos la policía mata a más blancos. Por lo general los asesinatos por la policía de jóvenes blancos no reciben la atención de la prensa, dado que no caben en la narración racial. Según el periódico londinense Guardian, hasta mediados de julio de este año, la policía había matado a 587 personas, 145 negras, 94 latinas, y 292 blancas. En términos porcentuales la policía mata a indígenas americanos en al misma proporción que a afroamericanos.

65. El poner el dedo en el racismo como fuente de la violencia policial o de las catástrofes sociales de Detroit y Flint, no toma en cuenta la existencia de un gran número de alcaldes, concejales y jefes de policía afroamericanos. Estados Unidos tiene un presidente afroamericano desde hace más de siete años. Durante su gobierno ha ocurrido un gran declive en los niveles de vida de todos los grupos étnicos; y la violencia policial es peor que nunca. No cabe duda que el racismo juega un papel pero ese racismo no existe en un vacío. Está mancornado a la función social y política de la policía, como defensora de la riqueza de la clase de poder. La lucha contra el racismo y los asesinatos, por lo tanto, requiere de un movimiento unido de todos los trabajadores en base a intereses de clase en común.

66. La estrategia de seccionar a la clase obrera, de azuzar a cada grupo contra los otros en Estados Unidos toma la forma de la política del racismo. La política de identidad del Partido Demócrata y la política de Trump de nacionalismo económico (en paralelo al programa nacionalista de Sanders) son intentos de impedir que los sectores nacionales, sexuales, y raciales de la clase obrera tomen conciencia de la objetiva unidad de sus intereses. Por lo tanto, la lucha contra la política de división racial y de género es una parte importante de la lucha del PSI de unificar a la clase obrera a favor de una lucha en común contra el sistema capitalista mundial, que es la fuente de desigualdad, guerra y dictadura.

Marxismo versus seudoizquierda

67. Durante muchas décadas las organizaciones antimarxistas y las corrientes teóricas que el CICI define como de “seudoizquierda” se han encargado de elaborar la política de raza e identidad que es un elemento central para la estabilidad del control burgués. Atraviesa, desde hace varios años, la clase obrera internacional por un sinnúmero de experiencias críticas que demuestran la naturaleza proimperialista y antiobrera de las seudoizquierdas; ejemplificada por la función de éstas en el sabotaje del movimiento revolucionario contra la dictadura de Hosni Mubarak en Egipto; el apoyo que de dieron a la guerra de la OTAN contra Libia, a la guerra civil apoyada por la CIA en Siria; al golpe derechista en Ucrania; y, por sobre todo, las actividades de la Coalición de la Izquierda Radical ( Syriza ) en Grecia.

68. En enero del 2015, llega al poder Syriza prometiendo repudiar las medidas de austeridad económica de la Unión Europea. Todos los grupos de seudoizquierda victorearon ese acontecimiento como una transformación que cambiaría el curso de la política europea. En febrero, a pocas semanas, Syriza llega a un acuerdo con la UE para extender las medidas de ajuste, y fuerza en el parlamento un voto a favor de un enorme plan de austeridad. En estos días se ha convertido en una fuerza represiva de primera línea en defensa de la “fortaleza europea” contra los refugiados que huyen del desastre creado por el imperialismo en el Medio Oriente y África. Syriza es evidencia del papel que juega la seudoizquierda como fracción de la política burguesa. En diferentes formas la International Socialist Organization, Socialist Alternative y la resaca de los movimientos de indignados, Occupy en Estados Unidos, Podemos en España, Die Linke en Alemania, y el Nouveau Parti anticapitaliste en Francia, bailan el mismo baile.

69. La política de las seudoizquierdas está muy ligada a las teorías antimarxistas, irracionalistas e idealistas asociadas al existencialismo, la Escuela de Frankfurt, posmodernismo, “posmarxismo” y neoanarquismo. Uno de sus representantes contemporáneos describe su perspectiva:

“En vez de un sujeto humano racional en esencia que será emancipado del poder y de la ideología, nos topamos con un sujeto que vive disperso en una multiplicidad de deseos e intensidades; cuya identidad está enmarañada en estructuras vocales y de poder. Ligado a lo anterior se trata desubicar la categoría clase del centro del radicalismo. El proletariado ya no es el sujeto esencial del radicalismo y las luchas políticas ya no son sobredeterminadas por la ‘lucha de clases’ como lo son en el esquema marxista. En contraste, se habla de el surgimiento de nuevas subjetividades y formas de acción radical –minorías negras y étnicas contra el racismo, feministas contra el patriarcado, gays contra la homofobia, y demás.

Esos son los ‘nuevos movimientos sociales que adornan el paisaje político postmodernista”.

[Saul Newman, Unstable Universalities: Poststructuralism and radical politics, 2007, p. 3]

70. Tal como la define el Comité Internacional de la Cuarta Internacional, la seudoizquierda abarca “partidos políticos, organizaciones, y tendencias teóricas o ideológicas que utilizan estribillos populistas y frases democráticas para avanzar los intereses socioeconómicos de sectores privilegiados y adinerados de la clase media”. La seudoizquierda “es antisocialista, rechaza la lucha de clases y niega la función central de la clase obrera y la necesidad de la revolución para la transformación de la sociedad”; “defiende la ‘política de identidades’, fija sus ideas en lo nacional, étnico, racial, de genero y sexual para mejor influenciar a empresas, colegios y universidades, profesiones bien pagadas, sindicatos e instituciones del gobierno y del Estado. Tiene el objeto de distribuir las riquezas dentro del diez por ciento más rico de la sociedad. Es “proimperialista y utiliza la fraseología de los ‘derechos humanos’ para dar legitimidad, apoyar directamente a intervenciones neocoloniales”. [David North, forward to The Frankfurt School, Postmodernism and the Politics of the Pseudo-Left: A Marxist Critique]

El Partido Socialista por la Igualdad y la orientación al proletariado

71. La misión estratégica del Partido Socialista por la Igualdad en Estados Unidos es la construcción de una dirección política en los sectores claves de, la clase obrera, en toda la clase obrera. Las tendencias objetivas del capitalismo mundial establecen las condiciones para un sin fin de luchas contra los ataques a salarios y beneficios, el aumento de desigualdad social, la violencia policial y la guerra imperialista. El PSI tiene la obligación de unificar las luchas obreras y de la juventud en un movimiento para tomar el poder y establecer un estado obrero en Estados Unidos, como parte de un movimiento internacional de la clase obrera.

72. La lucha para definir los intereses independientes de la clase obrera rechazando todas las organizaciones políticas de la burguesía –desde la seudoizquierda hasta la derecha extrema— es la única manera de asentar la independencia política de la clase obrera. Todo eso requiere introducir a la radicalización de obreros y jóvenes las experiencias históricas del proletariado internacional, que son parte de la historia del movimiento trotskista y de su lucha contra todo tipo de estalinismo, reformismo, revisionismo y nacionalismo. Sólo en base a esta lucha política puede el partido elaborar las necesarias estrategias y los necesarios proyectos organizativos.

73. Este Congreso tomó lugar medio siglo luego de la fundación del la Liga Obrera ( Workers League ) en 1966. Cuando comienza la radicalización política de los 1960, la Liga Obrera se establece partiendo de la lucha del Comité Internacional contra el revisionismo pablista. El movimiento marxista sólo podía progresar insistiendo en el papel revolucionario de la clase obrera estadounidense, mediante una intransigente lucha contra mil y una corrientes pequeño burguesas, como los revisionistas en el Socialist Workers Party que fomentaban en diferentes formas la política racial, étnica, sexual y de género.

74. En su discurso de bienvenida a la Liga Obrera, Gerry Healy, líder del Socialist Labor League británico dijo:

“La clase obrera de Estados Unidos es la más poderosa del mundo. Dentro de esa clase ustedes deben construir su partido; se trata de un principio básico del marxismo que es de particular urgencia recalcar dadas las condiciones que existen en Estados Unidos. Ni el Black Power (nacionalismo negro) ni las docenas de movimientos de paz y de derechos civiles en cada rincón de este país resolverán las cuestiones fundamentales de nuestra época; sólo las resolverá la clase obrera comandada por un partido revolucionario. En eso nos separamos de los revisionistas. Rechazamos de plano la idea de que los negros por sí solos pueden ajustar cuentas con el imperialismo americano. Aunque apoyemos de vez en cuando a movimientos como esos, la esencia de nuestro apoyo debe basarse en una abierta crítica de sus deficiencias”.

75. Medio siglo más tarde, la crisis del capitalismo estadounidense es mucho más seria, y la política de raza e identidad mucho más reaccionaria. En 1966 cuando se fundó la Liga Obrera, existían en Estados Unidos numerosas organizaciones políticas que decíanse socialistas, comunistas o trotskistas, que pretendían representar a la clase trabajadora. Las pocas de esas organizaciones que todavía existen reemplazan todo intento de unir a la clase obrera y luchar por su independencia política por una orientación a las diferencias raciales, sexuales, o de género.

76. Los acontecimientos del año pasado demuestran cuan posible es el rápido crecimiento de la influencia política del PSI y del World Socialist Web Site. Durante la lucha de obreros de la industria del automóvil la oposición a la imposición de un contrato entreguista por las tres grandes empresas de automóvil y el sindicato automotriz (UAW) se congregó en derredor del WSWS. Miles de trabajadores leían la hoja de información Autoworkers Newsletter. Recibió amplio apoyo la demanda de formar comités independientes de fábrica. A esa le siguió la intervención de nuestro partido en la huelga de 39.000 trabajadores de Verizon, durante la cual miles de trabajadores también siguieron al WSWS. Cientos participaron en discusiones cibernéticas organizadas por el PSI y dieron su apoyo a una petición, que el partido había iniciado, exigiendo la cancelación de la orden judicial que obligaba a los obreros a regresar a sus puestos, sin conocer su contrato y sin los resultados de un voto de las bases.

77. Las propuestas tácticas dirigidas a la lucha automotriz y de los obreros de telecomunicación nacieron del análisis de nuestro movimiento de la crisis del capitalismo mundial, de nuestra lucha de décadas contra el pablismo y oportunismo y de nuestro largo esfuerzo para penetrar la clase obrera y ganarnos sus sectores más avanzados a una perspectiva marxista. Particularmente, el análisis del Comité Internacional de la degeneración de los sindicatos y su transformación en organizaciones antiobreras empalma con las experiencias por las que han pasado millones de trabajadores con esas reaccionarias organizaciones.

78. Es necesario desarrollar y profundizar la orientación del PSI a la clase obrera. Debemos traducir la creciente influencia política de nuestro movimiento en el reclutamiento de obreros al partido. El PSI debe entregarse a una labor sistemática en sectores claves del proletariado: automóviles, acero, petróleo, trabajadores industriales, docentes y empleados públicos, empleados de la salud, de telecomunicación, de servicio, desempleados y jubilados. La clase obrera norteamericana es una formidable fuerza social con una larga e irreconciliable tradición de combate. Debe convertirse en una consciente fuerza política.

79. Debe existir un enfoque especial en la construcción de los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (JEIIS) en las universidades, escuelas secundarias y con la juventud obrera del país. El tremendo apoyo de votantes jóvenes representa la amplia radicalización de toda una generación de jóvenes trabajadores. Desde que tienen entendimiento de la vida los obreros jóvenes en atravesado periodos de crisis económica, guerras sin fin y destrucción de derechos democráticos. Por primera vez in un siglo, la actual generación de jóvenes está creciendo bajo condiciones que son peores a las de sus padres. La construcción del JEIIS es imprescindible para la construcción del PSI y la expansión de su influencia política. Nuestra habilidad de construir un movimiento político socialista entre los jóvenes depende de la lucha contra la política postmodernista y seudoizquierdista que tanto fomentan las universidades.

80. El destino de la humanidad depende del desarrollo de un movimiento socialista de la clase obrera mundial y la solución de la crisis de liderazgo revolucionario. Sólo el Comité Internacional de la Cuarta Internacional y el Partido Socialista por la Igualdad poseen la capacidad de cumplir con esa misión.

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