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Día Internacional del Trabajador del 2017

Defendamos a los trece trabajadores de Maruti Suzuki incriminados falsamente en India

Este discurso fue pronunciado por Keith Jones, secretario nacional del Partido Socialista por la Igualdad en Canadá, para el evento en línea del Día Internacional de los Trabajadores del 2017 celebrado el 30 de abril.

El Comité Internacional de la Cuarta Internacional hace un llamado a los trabajadores de India y del mundo entero a redoblar sus esfuerzos para que exoneren y liberen inmediatamente a los trece trabajadores de Maruti Suzuki India que fueron incriminados falsamente y sentenciados a cadena perpetua.

Estos trabajadores son víctimas inocentes de la despiadada justicia de clase. Los trabajadores de la planta de ensamblaje de automóviles Maruti Suzuki en la ciudad de Manesar, en el norte de India, fueron condenados a pasar el resto de sus vidas en el infierno de una prisión india, como resultado de una conspiración de la clase gobernante. Esta conspiración une a la transnacional japonesa Suzuki Motor Corporation, a la policía, a los tribunales y a los dos principales partidos de la burguesía india, el Partido del Congreso y el supremacista hindú Partido Bharatiya Janata.

El único crimen de los trabajadores fue desafiar las brutales condiciones de explotación —salarios de miseria, aceleraciones de las labores, contratos laborales precarios— que prevalecen en todo el país, incluyendo en su nuevo sector manufacturero integrado globalmente.

Doce de los trece acusados eran líderes del Sindicato de Trabajadores de Maruti Suzuki. Los trabajadores de la planta de Manesar establecieron este sindicato a través de una serie de huelgas militantes entre el 2011 y 12, y una amarga lucha contra el sindicato previo que era un títere de la compañía, consistiendo a la explotación de los trabajadores, y que era reconocido por el gobierno.

El pretexto para la incriminación fraudulenta de los trece trabajadores, el arresto y encarcelamiento por casi tres años de otros 150 obreros y el apoyo gubernamental a una purga laboral en la planta de Manesar —en la que la compañía despidió y reemplazó a 2.300 trabajadores— fue un altercado provocado por la misma empresa el 18 de julio del 2012. En medio de este altercado, misteriosamente se inició un incendio que mató al único gerente que demostró simpatía hacia los trabajadores.

Desde el 2012, el World Socialist Web Site ha publicado numerosos artículos exponiendo la vendetta estatal contra los trabajadores de Maruti Suzuki, y seguirá haciéndolo. Aquí, sólo se debe decir que su procesamiento y juicio fueron una farsa de principio a fin. Un abogado de la empresa actuó como coabogado de la fiscalía. El tribunal se negó a permitir que los testigos de los trabajadores que presenciaron los eventos del 18 de julio del 2012 testificaran, alegando que sus testimonios serían sesgados. El juez transfirió sistemáticamente la carga probatoria del Estado a los trabajadores y con el explícito apoyo de la Corte Suprema india, no le permitió a la defensa llamar nuevamente a los testigos clave de la acusación para un interrogatorio adicional, a pesar de que un tribunal inferior falló que tal prohibición anularía el derecho de los trabajadores a un juicio justo.

Los abogados de la defensa demostraron que la policía había conspirado ilegalmente con la compañía, deteniendo a los trabajadores selectivamente con listas proporcionadas por la empresa y fabricando pruebas repetidamente. Frente a esta evidencia irrefutable de la criminalidad policial, el juez tuvo que exonerar totalmente a 117 de los trabajadores detenidos. Pero lo hizo sólo para tratar de salvar la injusta acusación contra sus principales objetivos: los líderes del Sindicato de Trabajadores de Maruti Suzuki.

La élite gobernante india está decidida a infligir tal castigo contra los trabajadores de Maruti Suzuki que sirva como ejemplo para intimidar a toda la clase obrera en su conjunto y demostrarles a los inversionistas extranjeros que pueden contar con ellos para suprimir sin piedad toda resistencia obrera a su brutal explotación.

Esto ha sido manifestado descaradamente y de forma repetida por ministros del gobierno, fiscales y los propios tribunales.

En su explicación sobre por qué había llamado a mandar a los trece trabajadores a la horca en la audiencia de sentencia del 17 de marzo, el fiscal especial Anurag Hooda declaró: “Nuestro crecimiento industrial ha disminuido, la inversión extranjera directa se ha agotado. El primer ministro, Narendra Modi, está haciendo el llamado de ‘Hecho en India’, pero estos incidentes son una mancha para nuestra imagen”.

Tanto en India como en cualquier parte del mundo en la que los trabajadores se informan sobre el caso, hay una enorme simpatía por los trabajadores de Maruti Suzuki acusados fraudulentamente.

Pero los sindicatos y los partidos parlamentarios estalinistas han aislado sistemáticamente a los trabajadores de Maruti Suzuki, mientras que los instan a tener fe en las apelaciones fútiles a los partidos y tribunales capitalistas que los están hostigando. Durante semanas, People's Democracy, el periódico en inglés del principal partido estalinista, el Partido Comunista de India (Marxista), no imprimió ni siquiera una sola palabra sobre la condena y las brutales sentencias impuestas a los trabajadores de Maruti Suzuki.

El sindicato y los dirigentes estalinistas se oponen firmemente a la movilización de la clase obrera en defensa de estos trabajadores, porque les aterroriza su espíritu de lucha y, sobre todo, porque apoyan y han desempeñado un papel fundamental en la campaña de la élite dirigente india para hacer del país un paraíso de mano de obra barata para el capital mundial.

El Comité Internacional de la Cuarta Internacional insta a los trabajadores, jóvenes y a todos aquellos que defienden los derechos democráticos a manifestarse en defensa de los trabajadores de Maruti Suzuki que fueron acusados fraudulentamente.

Al organizar esta campaña internacional para defender a los trabajadores de Maruti Suzuki, el CICI busca renovar y revitalizar la tradición de la defensa internacional de los trabajadores —cuyas raíces están vinculadas con los orígenes del mismo Día Internacional de los Trabajadores que surgió a partir de la campaña contra la falsa incriminación de los mártires de Haymarket en Chicago , durante la década de 1880, en medio de la lucha por la jornada de ocho horas.

La liberación de los trabajadores de Maruti Suzuki sólo se podrá lograr y así será con la movilización de la fuerza poderosa de la clase obrera internacional.

Los trabajadores de Maruti Suzuki han sufrido un ataque vicioso e implacable por desafiar la estrategia de la burguesía india, que pretende suplantar a China como el principal centro de producción barata del mundo. Su lucha también ha amenazado la estrategia de las transnacionales globales, como Suzuki, que recorren el mundo en busca de la mano de obra más barata para maximizar sus ganancias y los rendimientos de sus accionistas.

Los trabajadores de Maruti Suzuki son representativos de los cientos de millones de nuevos trabajadores que la globalización capitalista ha creado en India, China, el resto de Asia, África y América Latina. Estos trabajadores no son sólo objetos de explotación, sino una poderosa fuerza social y un fuerte aliado de los trabajadores de los países capitalistas avanzados. Los trabajadores de América del Norte, Europa y Japón deben rechazar el nacionalismo económico y el chovinismo que promueven Trump, Le Pen y los sindicatos y aunar sus esfuerzos con los de los trabajadores en Asia, América Latina y África en una lucha por empleos dignos y seguros, por derechos sociales y contra la guerra imperialista. Uno de los principales objetivos del militarismo es reesclavizar a las masas de los países históricamente oprimidos.

Al desafiar esta sobreexplotación, los trabajadores de Maruti Suzuki no estaban luchando sólo por los trabajadores en India, sino por los trabajadores de todo el mundo. Su defensa es un primer paso vital para forjar la unidad internacional de la clase obrera, necesaria para luchar contra el capital global, es decir, para hacer de la unidad objetiva de la clase obrera internacional una estrategia política consciente.

Exhorto a todos los que estén escuchando a firmar la petición en línea del CICI, “¡Liberen a los trabajadores de Maruti Suzuki!” (Free the Maruti Suzuki Workers!); hacerla circular; dar a conocer todos los hechos del caso de Maruti Suzuki a los trabajadores y jóvenes de todo el mundo; explicar cómo es que este fraudulento montaje encarna las relaciones de clase contemporáneas a nivel global y cómo es que la defensa de estos trabajadores puede y debe convertirse en un medio importante para avanzar la lucha por la unidad combativa de la clase trabajadora contra la explotación y la guerra capitalistas.

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