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Esta es la primera parte de un artículo de tres partes.
Un número extraordinario de exagentes militares y de inteligencia de la CIA, el Pentágono, el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado están buscando una nominación como candidatos demócratas para el Congreso en las elecciones de mitad de período del 2018. La posible afluencia de personal de inteligencia militar a la legislatura no tiene precedentes en la historia política de Estados Unidos.
Si los Demócratas obtienen la mayoría en la Cámara de Representantes el 6 de noviembre, como muchos prevén, los candidatos provenientes del aparato de inteligencia militar conformarán hasta la mitad de los nuevos miembros demócratas al Congreso. Tendrán el equilibrio de poder en la cámara baja del Congreso.
Rigen fuerzas en ambas direcciones. Los dirigentes demócratas están reclutando activamente a candidatos con antecedentes militares o de inteligencia para escaños competitivos donde hay mayores posibilidades de reemplazar a un republicano o llenar una vacante, despejando con frecuencia el campo para un recluta "estrella" favorecido.
Un ejemplo es Elissa Slotkin, exagente de la CIA con tres giras en Irak, directora de las operaciones en Irak en el Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca de Obama y asistente principal de John Negroponte, el primer director de inteligencia nacional. Después de su honda participación en crímenes de guerra estadounidenses en Irak, Slotkin se mudó al Pentágono, donde, como vicesecretaria de defensa para asuntos de seguridad internacional, sus áreas de responsabilidad incluían la guerra de drones, la "defensa de la patria" y la guerra cibernética.
El Comité de Campañas Demócratas al Congreso (DCCC, por sus siglas en inglés) ha designado a Slotkin como uno de sus principales candidatos, como parte del llamado programa "Rojo a Azul" dirigido a los escaños más débiles de los republicanos, en este caso, el octavo distrito electoral de Michigan, que incluye a Lansing y Brighton. El escaño de la Cámara para este distrito ha estado en manos del representante republicano Mike Bishop por dos períodos.
Los líderes demócratas están promoviendo a agentes de la CIA y veteranos de guerra de Irak y Afganistán. Al mismo tiempo, esas personas eligen al Partido Demócrata como su vehículo político preferido. Hay muchos más espías y soldados que buscan la nominación del Partido Demócrata que del Partido Republicano. Hay tantos que hay un subconjunto de campañas primarias demócratas que, como el comic de la revista Mad, uno podría llamar "Espía contra espía".
El vigesimotercer distrito electoral en Texas, que incluye una amplia franja de la frontera con México, a lo largo del río Grande, presenta un concurso para la nominación demócrata entre Gina Ortiz Jones, una oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea en Irak, que posteriormente se desempeñó como asesora de las intervenciones estadounidenses en Sudán del Sur y Libia, y Jay Hulings. El sitio web de este último lo describe como un exasistente de seguridad nacional en el capitolio y un fiscal federal, cuyo padre y madre fueron agentes encubiertos de la CIA. El congresista republicano en ejercicio, Will Hurd, es un exagente de la CIA, por lo que cualquier votante en ese distrito tendrá su elección entre leales de la agencia de inteligencia tanto en la primaria demócrata como en las elecciones generales.
El programa "State of the Union" de CNN el 4 de marzo incluyó un perfil de Jones como una de las muchas candidatas que buscan la nominación como demócratas en las primarias del martes en Texas. El canal la describió discretamente como "servidora civil de carrera". Sin embargo, el sitio web de Jones para el Congreso enaltece su papel como espía, y señaló que después de graduarse de la universidad, "Gina ingresó a la Fuerza Aérea de EUA como agente de inteligencia, siendo desplegada a Irak y sirviendo bajo la política ‘No preguntar, no decir’ del ejército de EUA (esto último para aquellos que puedan estar interesados en que Jones sea gay)”.
De acuerdo con la biografía de su campaña, Ortiz Jones fue subsecuentemente elegida para un puesto como "asesora principal de cumplimiento en cuestiones comerciales", un cargo que el presidente Obama creó por orden ejecutiva en el 2012. Más tarde sería invitada a servir como directora de inversiones en la oficina del representante de Comercio de EUA, donde dirigió la cartera que revisó las inversiones extranjeras para garantizar que no plantearan riesgos de seguridad nacional. Con ese historial, si ella no puede ganar las elecciones, seguramente puede unirse a los esfuerzos de guerra comercial de la Administración de Trump.
Cómo se preparó este artículo
La Cámara de Representantes está actualmente controlada por los republicanos, con una mayoría de 238 en comparación con los 193 demócratas. Hay cuatro vacantes, una previamente ocupada por los Demócratas. Para alcanzar la mayoría de los 218 escaños en el próximo Congreso, los demócratas deben tener una ganancia neta de 24 escaños.
El DCCC ha designado 102 escaños como prioritarios o competitivos, incluidos 22 escaños en los que los actuales ocupantes no se postularán nuevamente (cinco demócratas y 17 republicanos) y 80 escaños donde los titulares republicanos podrían ser derrotados para la reelección en caso de que las encuestas que pronostican un giro favorable y considerable para los demócratas en noviembre demuestran sean precisas.
El World Socialist Web Site ha revisado los informes de la Comisión Electoral Federal (FEC, siglas inglés) presentados por todos los candidatos demócratas en estos 102 distritos competitivos, centrándose en los candidatos que informaron en la última fecha de presentación, el 31 de diciembre de 2017, que habían recaudado al menos $100.000 para sus campañas, dándoles un cofre de guerra financiera suficiente para participar en un concurso primario competitivo. Además, hubo algunos casos en que un candidato contaba con menos de $100.000, pero no tenía un competidor para su nominación, o donde el retiro o renuncia de última hora ha llevado al ingreso tardío de candidatos de alto perfil sin un informe de FEC registrado. Estos también han sido incluidos.
El total de dichos candidatos para la nominación demócrata en los 102 distritos es de 221. Cada uno tiene un sitio web que proporciona detalles biográficos, que hemos recopilado y revisado para este informe. Es notable que los candidatos con un historial en el aparato militar y de inteligencia, así como un trabajo civil para el Departamento de Estado, el Pentágono o el Consejo de Seguridad Nacional, no ocultan su participación, particularmente en las guerras en Irak y Afganistán. Creen claramente que trabajar como agente de la CIA en Bagdad, un asesino de operaciones especiales del ejército en Afganistán, o un planificador de guerras de misiles teledirigidos por la Casa Blanca o el Pentágono representa un plus a en su currículum, en lugar de ocultar algo.
Una cuarta parte de todos los aspirantes demócratas en los distritos competitivos de la Cámara de Representantes tienen antecedentes militares, de inteligencia del Departamento de Estado o del NSC. Esta es por lejos la mayor subcategoría de candidatos demócratas. Los agentes de seguridad nacional (57) superan en número a los funcionarios de Gobiernos estatales y locales (45), abogados (35), ejecutivos corporativos, empresarios e individuos adinerados (30) y otros profesionales (19) entre los candidatos para las nominaciones demócratas al Congreso.
Hay algunas diferencias regionales. En el noreste, 21 de los 31 escaños elegidos por los demócratas tienen candidatos militares o de inteligencia. Esta región, no el sur ni el medio oeste, tiene la mayor proporción de candidatos de inteligencia militar que buscan nominaciones demócratas.
De las 102 elecciones primarias demócratas en estos distritos competitivos, 44 involucran a candidatos con antecedentes militares o del Departamento de Estado, con 11 distritos que tienen dos de esos candidatos y un distrito que tiene tres. En la mayoría de los concursos, los candidatos de inteligencia o militares parecen llevar la ventaja para la nominación demócrata y, si los demócratas ganan en las elecciones generales, ingresarían al Congreso como nuevos miembros de la Cámara de Representantes.
En la región oeste, solo 7 de los 23 escaños dirigidos tienen candidatos de inteligencia o militares, mientras que, en media docena de escaños, los principales candidatos son millonarios autofinanciados, principalmente de la industria de tecnología de la informática. Ha habido una ola de retiros republicanos en California y las personas ricas están intentando obtener sus bancas.
Los candidatos militares o de inteligencia están siendo desproporcionadamente favorecidos por la cúpula del partido, alentándolos a competir en los distritos que son los objetivos de adquisición más probables. Los candidatos de inteligencia o militares representan a 10 de los 22 distritos seleccionados para la atención más enfocada como parte del programa "rojo a azul", o casi la mitad. En algunos casos, los candidatos de inteligencia o militares han acumulado enormes cofres de guerra de campaña que efectivamente excluyen a cualquier posible rival, una indicación de que los patrocinadores financieros del Partido Demócrata se han alineado detrás de ellos.
Continuará
(Artículo publicado originalmente en inglés el 7 de marzo de 2018)