La semana pasada, el primer ministro griego y dirigente de Syriza (la Coalición de la Izquierda Radical) Alexis Tsipras visitó el Reino Unido. Se entrevistó con la primera ministra conservadora Theresa May y fue recibido calurosamente por el público en el Guildhall de la Ciudad de Londres que consiste de lo que la Embajada de Grecia en Londres describió como “representantes clave del sector financiero”. Tsipras pidió a sus oyentes que invirtieran en la economía griega para cosechar enormes recompensas financieras.
El recibimiento más entusiasta, sin embargo, se lo brindó el dirigente laborista Jeremy Corbyn, quien tuiteó sobre su encuentro del 26 de junio: “fue bueno que me reuniera con el Primer Ministro griego Alexis Tsipras hoy para hablar sobre el Brexit, la lucha contra la austeridad, y la importancia crucial de la solidaridad internacional en nuestros tiempos. Los gobiernos pueden y deben trabajar juntos para apoyar a los refugiados que huyen de la guerra y de la devastación”.
¿A quién cree Corby que está engañando? ¿De qué “lucha contra la austeridad” y apoyo a los refugiados está hablando?
Si fuera honesto, Corbyn habría dicho que habló de la lucha de Syriza para imponer la austeridad.
Fue a solo semanas de asumir el poder en enero de 2015 que Tsipras se deshizo de las promesas de Syriza de oponerse a la austeridad y acordó con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aplicar políticas de artigar y quemar que han empobrecido a millones de trabajadores y de jóvenes.
Después de firmar un acuerdo para extender la austeridad de la UE en febrero de 2015, Syriza pisoteó el voto arrasador por el “no” contra las medidas en el referéndum de julio e impuso ataques aún peores mediante el parlamento.
Después de tres años y medio de gobierno de Syriza, los salarios han caído en promedio un 15 por ciento. De 4,1 millones de hogares, casi 800.000 viven en la pobreza. Más de uno de cada tres griegos (el 34,8 por ciento) están amenazados por la pobreza o la exclusión social. Casi cuatro quintos (el 78 por ciento) no son capaces de asumir gastos inesperados de €475. Uno de cada cinco no tiene empleo, y el desempleo entre los jóvenes sigue por encima del 40 por ciento. Históricamente, muchas familias en Grecia se basan en pensiones y estas han sido recortadas 14 veces en ocho años, con un descenso promedio del 50 por ciento. Syriza ha impuesto sus propios recortes a las pensiones, que continuarán a lo largo de los próximos años.
Syriza aplicó estas medidas a golpes de porra policial y gas lacrimógeno, y aprobó leyes antihuelga al derogar una ley que databa de 1982, tras la caída de la junta fascista en 1974.
Apenas la semana anterior de conversar con Corbyn, Tsipras adopt ó otro extenso paquete de austeridad para cumplir con las exigencias de la UE y las instituciones financieras globales.
Estas incluyen un paquete de recortes impositivos de €700 millones para los negocios, mientras que la tasa de los impuestos a las ganancias se reducirá del 29 por ciento al 26 por ciento. La reducción en el grupo impositivo de mayores ingresos por contribuyente individual resultará en un receso impositivo de €877 millones para 2020, y €997 millones en recesos impositivos para 2021 y 2022.
Un informe oficial del encuentro entre los dos dirigentes señalaba que Corbyn le agradeció a Tsipras “en participar por la contribución de Grecia al asunto de los refugiados”. El dirigente del Partido Laborista lo comparó con otros países europeos que no contribuyeron en este tema pero que, tal como él dijo, han “reforzado la xenofobia y el racismo en cambio”.
Esto también es un paquete de mentiras. Syriza y sus socios de coalición derechista, los Griegos Independientes, han extendido la política inhumana de inmigración de los gobiernos anteriores. La represión infligida a los refugiados y solicitantes de asilo es tan salvaje como la de cualquier gobierno derechista o de extrema derecha de Europa. De acuerdo con la UE y Turquía en 2016, Syriza abanderó los campos de detención de inmigrantes “zona conflictiva” que ahora pasarán a ser el modelo para campos de concentración similares para detener a inmigrantes en Alemania y en toda Europa.
Para mayo de 2017, Syriza había supervisado campos donde estaban detenidos 62.000 refugiados. Solo el campo Moria en Lesbos tiene detenidos a 7.500 inmigrantes que están enjaulados con vallas cubiertas con alambres de púas. Guardias armados vigilan ese campo desde atalayas.
¡Corbyn aparentemente considera esto una contribución positiva al “tema de los refugiados”! Aceptaría, tal como dejó claro el dirigente laborista, el fin de la libre movilidad en Europa. El manifiesto del partido en las últimas elecciones generales confirmó que esta cesaría después de la salida del Reino Unido de la UE, a lo que Corbyn declaró que un gobierno laborista impondría una “migración gestionada”. Esto solo puede aplicarse mediante controles fronterizos estrictos al estilo de los que actualmente lleva a cabo la UE.
El dirigente laborista ya estaba promocionando a Syriza mucho antes de que este partido asumiera el poder. En 2012, en un viaje de dos días a Atenas, se encontró con Tsipras y hablaron juntos, y tuiteó: “Una victoria de Syriza abrirá el camino a una alternativa a la Europa de los banqueros. Impresionado por su apoyo cuando estuve ahí. ¡Con esperanzas!”.
Toda la pseudoizquierda internacional se unió a Corbyn en promocionar movimientos del tipo de Syriza como la manera de proceder para los trabajadores de todo el mundo.
Syriza correspondió, publicando una declaración en 2015, que decía, “La elección de Corbyn como dirigente laborista … es un impulso significativo al frente paneuropeo contra la austeridad y les envía un mensaje de esperanza a los pueblos europeos”.
Tsipras fue invitado por primera vez en marzo de 2016 a asistir a una conferencia del Partido de los Socialistas Europeos, que abarca a dirigentes de los partidos socialdemócratas de Europa. Esto fue en reconocimiento por sus servicios a la UE al imponer austeridad por parte de políticos que han llevado a cabo, todos ellos, políticas similares en el gobierno en sus propios países.
En octubre pasado, la agencia de noticias ANA/N informó acerca de una conversación entre Corbyn y Tsipras en otra conferencia del Partido de los Socialistas Europeos en Bruselas: “Encantado de verte. Estamos orgullosos de lo que habéis logrado”, le dijo Tsipras a Corbyn. “Estamos siguiendo vuestro ejemplo. Creo que pronto lo conseguiremos”, respondió Corbyn. Tsipras tuiteó una foto de ellos juntos con el texto, “Con Jeremy Corbyn, amigo y aliado en la batalla por cambios progresistas y radicales a favor de los pueblos de Europa”.
En su campaña para la elección de dirigentes de julio de 2015, Corbyn citó el ejemplo del PASOK, el partido socialdemócrata griego que desapareció como fuerza electoral, después de haber impuesto la primera tanda de medidas de austeridad en el gobierno de 2009 a 2012: “He estado en Grecia, he estado en España. … Es muy interesante que partidos socialdemócratsa que aceptan la agenda de la austeridad y terminan implementándola terminen perdiendo muchos miembros y mucho apoyo. Creo que tenemos la oportunidad de hacer algo diferente aquí”.
Hoy, Tsipras encabeza un gobierno que es una monstruosidad derechista al cual desprecian millones de trabajadores y jóvenes en Grecia. Y nada ha cambiado en relación con la actitud de Corbyn hacia este bribón.
Lo que ha hecho Syriza al servicio del capital solo prefigura lo que un gobierno de Corbyn haría en el poder. De hecho, dada la crisis existencial a la que se enfrenta el imperialismo británico por el Brexit, la única diferencia para el laborismo en seguir el “ejemplo” de Syriza es que sería todavía más feroz y violento con la clase trabajadora.
El Comité Internacional de la Cuarta Internacional, el movimiento trotskista mundial, fue el único que buscó alertar a los trabajadores y a los jóvenes respecto del programa procapitalista de Syriza al tiempo que explicaba la necesidad de construir una alternativa genuinamente socialista.
Después de ser elegido como dirigente laborista, y mientras los grupos pseudoizquierdistas aclamaban a Corbyn como el más reciente “salvador de la izquierda” después de que Syriza quedara expuesta, el Partido Socialista por la Igualdad advirtió que él encabeza un partido procapitalista de derechas, insistiendo en que “Si Corbyn llegara al poder, jugaría exactamente el mismo papel que Tsipras en Grecia”.
El encuentro de Corbyn con Tsipras para oficializar los ataques brutales de Syriza a la clase trabajadora y a los refugiados justifica nuestra evaluación.
El autor también recomienda:
Las lecciones políticas de la traición de Syriza en Grecia: declaración de l Comité Internacional de la Cuarta Internacional
[13 de noviembre de 2015, en inglés]
Jeremy Corbyn y el Partido Laborista: lecciones estratégicas
[15 de noviembre de 2017, en inglés]
(Publicado originalmente en inglés el 4 de julio de 2018)