Según la huelga nacional de 49.000 trabajadores de General Motors en Estados Unidos entra en su tercera semana, la empresa ha continuado sus despidos de trabajadores en el Complejo Silao en México por movilizar apoyo en la planta a favor de una lucha conjunta con sus hermanos y hermanas estadounidenses e internacionales.
El martes por la mañana y sin explicación por la gerencia, la automotriz con sede en EUA despidió a Mauricio Negrete Pérez, quien se rehusó valientemente a firmar el documento y rechazó el paquete de indemnización. “Aquí seguimos”, le dijo al Boletín de los Trabajadores Automotores del World Socialist Web Site, “He trabajado por 21 años en el área de mantenimiento en la planta de transmisiones 6 velocidades”.
Negrete es uno de los trabajadores que tomó la iniciativa hace varios años para organizar un grupo de trabajadores —ahora conocido como “Generando Movimiento”— para oponerse y dejar el sindicato patronal en la planta, el cual pertenece a la Confederación de Trabajadores de México. Desde que leyó en el Boletín de los Trabajadores Automotores a principios de septiembre sobre el escándalo de corrupción en el sindicato United Auto Workers (UAW) en Estados Unidos y la expiración del contrato para los trabajadores automotores estadounidenses, él e Israel Cervantes, quien fue despedido a fines de agosto, encabezaron a sus compañeros en la planta a movilizarse en apoyo a la potencial huelga en Estados Unidos.
Desde el 10 de septiembre, le preguntó ansiosamente al WSWS si podía invitar a sus compañeros de trabajo a la conferencia en línea con trabajadores automotores el 12 de septiembre, para “poder interactuar con mis compañeros aquí trabajando en vivo desde la planta”. El 15 de septiembre, aproximadamente 35 trabajadores del grupo realizaron una asamblea en la que aprobaron pasos para dejar la CTM y rechazar activamente una producción acelerada y tiempos extras que GM utilizaría para socavar el efecto de la huelga estadounidense.
El Complejo Silao arma varias transmisiones, motores y las altamente lucrativas camionetas GMC Sierra y Chevrolet Silverado, las cuales también son ensambladas en Fort Wayne, Indiana, y Flint, Michigan. La huelga estadounidense, que comenzó en Estados Unidos el 16 de septiembre, ha producido suspensiones o “paros técnicos” en las áreas de transmisiones y motores en Silao, así como en varias plantas de ensamble y autopartes en Canadá y México.
Durante el fin de semana, GM anunció suspensiones en todas las áreas del Complejo Silao por dos días esta semana con 55 por ciento de salario; sin embargo, esto fue extendido el martes para incluir un paro continuo para todos los 6.000 trabajadores en la planta durante el resto de la semana.
El cambio no fue explicado por la empresa, pero el hecho de que Silao sea la única de las cuatro plantas de GM en México que está suspendida y la única en la que los trabajadores han tomado acciones en apoyo a la huelga en EUA sugiere que los temores de una rebelión inminente fueron tomados en consideración. El martes, también hubo un apagón en la planta. De todos modos, tanto los despidos como las suspensiones demuestran el destino compartido de los trabajadores más allá de las fronteras y el carácter internacional de la clase obrera.
Mientras que GM ha buscado compensar la producción perdida en EUA, las acciones de apoyo de los trabajadores de Silao y la falta de partes han debilitado profundamente a la empresa. Philippe Houchois, analista de Jefferies, un grupo financiero de Wall Street, le dijo al Detroit News el martes, “Incluso si asumimos un regreso rápido a la producción, la capacidad limitada en ciertos segmentos clave sugiere que GM no podrá recuperar toda la producción [para el 2019]”.
Estos acontecimientos fortalecen la posición de los trabajadores de GM y el resto de la industria automotriz en América del Norte y más allá para que avancen sus demandas si se libran de las camisas de fuerza de los sindicatos que buscan sofocar y traicionar su lucha. El United Auto Workers en EUA, Unifor en Canadá, los sindicatos mexicanos y el KMWU en Corea del Sur, donde los trabajadores de GM han realizado una serie de huelgas en las últimas semanas, han mantenido a los trabajadores sin información sobre los despidos en Silao y están haciendo todo lo posible para bloquear una lucha auténticamente unida bajo una estrategia internacional.
Negrete también había participado en la conferencia en línea del 19 de septiembre con los trabajadores automotores de EUA que organizó el WSWS. Durante la llamada, el grupo militante de Silao llamó a librar una lucha internacional conjunta contra GM y que lo huelguistas exigieran la reinstalación de los trabajadores victimizados en México.
El 20 de septiembre, Carlos Marquez, con ocho años y medio en la planta; Fernando Moreno Moya, 23 años; Arturo Martínez Fernández, 23 años; Juan Carlos Mendoza, 25 años; y Ramón Rodríguez, 23 años, fueron todos despedidos. El miércoles 25 de septiembre, GM despidió a Javier Martínez Mosqueda, quien trabajó 24 años en la planta. En las semanas previas, la empresa había despedido a Israel Cervantes, con 13 años trabajando para GM, y a Pedro Masías, 15 años, por ayudar a organizar el grupo de obreros militantes opuestos al sindicato patronal.
Junto a Mauricio Negrete Pérez, el total de trabajadores del grupo militante que han sido despedidos poco antes o después del comienzo de la huelga en EUA ha aumentado a nueve. El 21 de septiembre, él le dijo al Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS que se había rehusado a trabajar tiempo extra como o exigía su supervisor, quien emitió un “aviso de corrección”. Negrete señaló, “Le dije que no firmaré nada, que seguiré con las consecuencias hasta dónde tope, pero aquí seguimos en pie de lucha”.
El miércoles pasado, sus compañeros de trabajo le advirtieron que lo despedirían esta semana. Su respuesta fue apelar con todavía más fervor a los trabajadores internacionalmente, enviando un mensaje en la conferencia en línea del 26 de septiembre, la cual incluyó participantes de EUA, Canadá, Brasil, India y México. “Estoy, como decimos comúnmente en México, con la soga al cuello”, dijo. “Les comento que nos puedan apoyar con los despidos aquí en México… No hay vuelta de hoja”.
Muchos trabajadores más en Silao han sido seleccionados, hostigados y despedidos por GM en semanas recientes por presentar agravios o haber sufrido lesiones laborales, a medida que la empresa se preparaba para las aceleraciones y los efectos de la huelga en Estados Unidos. Varios de estos trabajadores también apelaron a sus hermanos y hermanas en EUA para que los apoyen y avancen una batalla conjunta como la manera de luchar por sus puestos y derechos sociales.
El domingo, Pilar de la Luz Torres Rosales le envió el siguiente llamado a los huelguistas de GM en Estados Unidos, explicando que fue despedida el 13 de septiembre, una semana después de regresar al trabajo tras una licencia médica por una lesión en el hombro que ocurrió en la planta, con la gerencia citando una “reestructuración y remodelación en la planta”. Explicó: “El sindicato está para apoyar al personal y no lo hace. Me uno a ustedes en su huelga, compañeros de GM, para luchar juntos y en apoyo, para una reinstalación inmediata de despidos injustificados. Y que esto se haga mediante una comisión de trabajadores independientes y no con el mismo sindicato”.
Desde que iniciaron los despidos en Silao, los trabajadores automotores en Estados Unidos han expresado un gran respeto por su valiente postura y han exigido su reinstalación.
El martes, una trabajadora veterana de 20 años en la planta de transmisiones de GM Toledo le dijo al Boletín de los Trabajadores Automotores que la “inspiró” saber que los trabajadores en Corea y México estaban apoyando su huelga. “Estoy impresionada y conmovida por el apoyo que estamos recibiendo de todo el mundo. Es increíble”, añadió.
Un trabajador de Fiat Chrysler en Toledo le envió a los trabajadores de Silao este mensaje por medio del Boletín de los Trabajadores Automotores. “Debe haber un frente unido. Les envío mi apoyo. Me simpatizo con lo que están atravesando. Mucha gente no entiende. Están sacrificando mucho por el bien mayor. El UAW y la gerencia utilizan la amenaza de enviar empleos a México como una táctica de miedo. Yo no culpo a los trabajadores mexicanos. Las empresas son las que lo están haciendo. Es el capitalismo en su peor versión. Todo se trata de ganancias”.
Los trabajadores en Silao ya comenzaron a organizar redes de base en la planta para comunicarse y coordinar los pasos para desarrollar el grupo “Generando Movimiento”. Estos importantes desarrollos necesitan ser conscientemente avanzados en oposición a los esfuerzos del Estado y las organizaciones pseudoizquierdistas para volcar su iniciativa independiente y democrática, por medio de ilusiones sobre poder “reformar” o “presionar” a los sindicatos tradicionales o “independientes” y al Gobierno. El objetivo de estos esfuerzos es apoyar a las burocracias sindicales y defender su papel como ejecutores de la dictadura corporativa en las plantas.
Para avanzar su lucha contra la CTM, el UAW y GM, los trabajadores en México necesitan expandir y consolidar sus organizaciones como comités de base, agrupando a todos los trabajadores en la fábrica bajo una nueva dirigencia democráticamente electa de los trabajadores más fiables y militantes. Esto solo fortalecerá sus llamados a los trabajadores internacionalmente, dándoles el ejemplo a los huelguistas de GM en EUA y a todos los trabajadores para que lo sigan y construyan una red de comités de base para una lucha contra GM fuera de las garras de los sindicatos nacionalistas y procapitalistas.
(Publicado originalmente en inglés el 2 de octubre de 2019)