El World Socialist Web Site recibió la siguiente carta de un líder del MRT (Movimiento Revolucionario de los Trabajadores), la filial brasileña de la “Fracción Trotskista” morenista, que incluye al PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas) de Argentina y la facción Révolution Permanente del NPA francés. La carta critica un artículo del WSWS del 29 de octubre titulado “Los morenistas brasileños apoyan a los partidos militaristas en las elecciones de alcalde“, que expone la complicidad del MRT en la campaña electoral promilitar que está llevando a cabo la mayor de las formaciones pseudoizquierdistas de Brasil, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL). El autor de la carta es André Barbieri, editor del sitio web del MRT, Esquerda Diário. Le sigue una respuesta del Grupo Socialista por la Igualdad (Brasil).
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“¿Alguien escucha lo que dicen estos lunáticos del WSWS? Para mí fue una experiencia arqueológica. Después de décadas de degeneración cruda, de separación completa de la clase obrera, y de una clara oposición a la lucha antirracista —que hizo al WSWS irrelevante en la lucha de clases de los EE.UU.— prueban su suerte con calumnias contra la Fracción Trotskista. Es ridículo. Los healyistas dicen que el MRT ‘coopera’ con la militarización de la política en Brasil. Como no tienen trabajo en Brasil —en ningún otro lugar fuera de la propia oficina de David North, para el caso— el WSWS tiene que ocultar que el MRT es la única organización de izquierda en suelo brasileño que se opone a una lucha de principios contra la policía (incluso en los EE.UU., con Left Voice [Voz de Izquierda] y a la militarización de la política, con la que el PT y el PSOL colaboran realmente. El WSWS está obligado, por supuesto, a reconocer que el MRT retiró sus candidatos en Río de Janeiro, repudiando la participación de un militar en la candidatura a alcalde del PSOL. Como dijo Trotsky a la luz de las estupideces del estalinista, incluso las calumnias deben tener algún orden de lógica. Qué patética actuación de esta tendencia política corpórea que representa el WSWS, tratando de resucitar con episodios de difamaciones similares a las del estalinismo. Que la tierra sea liviana para esta gente”.
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La calumnia de Barbieri es una medida exacta de la política practicada por el MRT. Como dice el refrán, “el estilo es el hombre”, y el estilo de Barbieri es uno de vacías bravatas e insultos que revelan mucho sobre su propia organización.
Él pregunta al principio: “¿Alguien escucha lo que dicen estos lunáticos del WSWS?” Su propia invectiva garabateada apresuradamente es una amplia evidencia de que sí lo hacen, y que el MRT es extremadamente sensible sobre lo que el WSWS está diciendo de ellos. Desde el relanzamiento del WSWS el 2 de octubre, ha tenido más de 2,5 millones de lectores en todo el mundo, incluyendo una creciente audiencia en Brasil.
En cuanto a las afirmaciones de que el WSWS ha calumniado y difamado al MRT, el mensaje de Barbieri sólo sirve para confirmar la esencia de nuestro artículo original en el que afirmamos que los morenistas brasileños se están “alineando tras las campañas militaristas que conduce la supuesta oposición al presidente fascista Jair Bolsonaro, incluyendo la mayor formación pseudoizquierdista brasileña, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL)”, en cuya línea de votación el MRT está presentando candidatos en las elecciones municipales de Brasil de noviembre.
Barbieri afirma que se trata de una calumnia porque el MRT retiró su lista de candidatos en las elecciones municipales de Río de Janeiro, donde el PSOL llevó a cabo su más atroz giro hacia los militares y la policía, postulando al coronel de la Policía Militar Íbis Souza, ex comandante general de la Policía Militar de Río, que mata a unas 1.800 personas al año, para vicealcalde.
Los morenistas calcularon cínicamente que participar en la campaña de Río socavaría su misión política principal, que es la de proporcionar una cobertura de izquierda al PSOL.
Pero la campaña de Río no es un mero error o aberración. El PSOL presenta no menos de 26 candidatos militares o policiales en todo el país. En Sao Paulo, donde el MRT está llevando a cabo su mayor campaña municipal, el candidato a alcalde del PSOL, el charlatán antimarxista Guilherme Boulos, se reunió con el sindicato de la policía de Sao Paulo la semana pasada y prometió que si es elegido contratará 2.000 policías más. El MRT respondió a este apoyo de su compañero de fórmula Boulos a un aumento de la policía diciendo que quería “abrir un debate sobre los errores de tal perspectiva”.
Mientras que el MRT le da al PSOL una cubierta de izquierda, el PSOL es en sí mismo meramente el ala izquierda de un giro promilitar del Partido de los Trabajadores, que ppostuló a 126 candidatos policías y militares, y todos los demás partidos del establishment político burgués de Brasil.
El propio Barbieri reconoce que el PSOL “colabora realmente” con la “policía y la militarización de la política”, pero afirma que el MRT está librando “una lucha de principios” al retirar a un único candidato en Río de Janeiro, mientras sigue apoyando al partido en todas las demás partes del país. De hecho, la evaluación sincera de Barbieri del PSOL como una organización sin principios y promilitar en su carta al WSWS es una formulación que el MRT oculta al público ya que promueve implacablemente al PSOL y hace pasar sus políticas de derecha más flagrantes como “errores”.
El hecho de que el MRT no esté completamente integrado en el PSOL no es por falta de intentos. De 2013 a 2017, el MRT dirigió todos sus esfuerzos a entrar en el PSOL, cuyos dirigentes decidieron que no valía la pena, dado que los morenistas les proporcionaban una tapadera de izquierdas en cualquier caso.
En 2017, al final de este intento fallido de liquidar el grupo en el PSOL, la líder del MRT Diana Assunção escribió un artículo patéticamente titulado, “¿Por qué la dirección del PSOL no permite la entrada del MRT?” En él reconocía que el MRT “no estaba haciendo ningún tipo de condición organizativa, e informando a los líderes con los que nos reunimos que no exigiríamos en un primer momento ninguna posición de liderazgo, si pensaban que esto alteraría la correlación interna de fuerzas construida por las corrientes”. En otras palabras, en las negociaciones de trastienda con la dirección del PSOL, los morenistas prometieron subordinarse a la política oportunista de derecha del PSOL a cambio de posibles puestos en su papeleta electoral.
En este sentido, el MRT sólo seguía los pasos históricos del fundador de su tendencia revisionista, el argentino Nahuel Moreno, y de sus seguidores brasileños en Convergência Socialista, que adoptaron una política de entrismo en el Partido de los Trabajadores (PT). Desde los orígenes mismos del PT, trabajaron —hasta el momento de su expulsión sin— en la construcción de un partido que se convirtió en el instrumento preferido de dominio de la burguesía brasileña, a la vez que traicionaba y atacaba los intereses de la clase obrera brasileña.
Hoy en día, el MRT desempeña esencialmente el mismo papel en relación con el PSOL —escisión parlamentaria del PT— llamando a los trabajadores y a la juventud a “apostarlo todo” para empujar a este partido podrido hacia la izquierda.
Este mismo papel lo juegan todos los grupos afiliados a la “Fracción Trotskista” morenista. Su compromiso político con la subordinación de la clase obrera a los partidos burgueses y al estado capitalista encontró su expresión más desnuda en la reciente celebración por parte de Izquierda Diario de la victoria del MAS en Bolivia.
El sitio web saludó las perspectivas electorales del veterano político imperialista, el demócrata Joe Biden, declarando: “Esta derrota de la derecha continental podría prolongarse si, como todo indica, Trump pierde las elecciones del 3 de noviembre”. Hay una clara lógica política interna en esta evaluación, dado que el grupo estadounidense morenista Left Voice está orientado a empujar a la izquierda a los Socialistas Democráticos de América (DSA, sigla en inglés), que a su vez es una facción del Partido Demócrata que apoya a Biden.
Lo que enfurece al MRT en el artículo del WSWS no es que haya mentido sobre sus políticas —no lo hizo— sino que se atrevió a someter a su pequeño burgués nacionalista electoral de comercio de caballos en Brasil a una crítica objetiva basada en la perspectiva de un partido revolucionario genuinamente internacional de la clase obrera.
La acusación de Barbieri de que el WSWS es “irrelevante” tiene una lógica definida desde el punto de vista de la política de la tendencia que representa. Es una organización de la pseudoizquierda pequeñoburguesa, que se orienta a los intereses del 10 por ciento más alto que constituye la base principal del PSOL, que consiste en capas de la clase media alta de profesionales cada vez más ricos, estudiantes de postgrado, académicos, burócratas sindicales y funcionarios políticos de “izquierda”. Les atrae la política del nacionalismo, la raza y el género. La lucha por construir un partido revolucionario basado en la clase obrera y una perspectiva de internacionalismo socialista, de hecho no sólo no tiene “relevancia” para los morenistas, sino que es anatema.
Esta es la perspectiva que guía el trabajo revolucionario que está llevando a cabo el CICI y sus partidarios en Brasil. La afirmación de Barbieri de que “no tenemos trabajo en Brasil” es sólo una más de sus mentiras. El Grupo Socialista por la Igualdad Brasileño (GSI) es todavía joven, pero existe y lucha. Basándose en el programa revolucionario defendido por el CICI en la prolongada batalla contra toda forma de oportunismo político, incluyendo las amargas traiciones de los pablistas y morenistas en América Latina, el trabajo de la GSI está interactuando con un poderoso auge objetivo en las luchas de la clase obrera que dará nacimiento a un partido revolucionario en Brasil, una sección del Comité Internacional de la Cuarta Internacional.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 30 de octubre de 2020)