¿Eres un trabajador de Chevron en huelga o un trabajador de otra refinería o planta petroquímica? Contáctanos para discutir tu lucha y la lucha para expandir la huelga de Richmond.
Quinientos trabajadores de la refinería de petróleo de Chevron en Richmond, California, están en huelga contra un contrato de cuatro años acordado por el sindicato United Steelworkers (USW) y las principales compañías petroleras. Estos huelguistas son parte de los 30.000 trabajadores de petróleo y gas cuyo contrato de tres años con el USW expiró el 1 de febrero.
Durante el último mes, el USW ha intimidado a la mayoría de los trabajadores para que acepten el contrato nacional. Cuando se considera la inflación, equivale a un recorte salarial sustancial. En algunos locales, los trabajadores votaron en contra solo para que el USW les enviara efectivamente el mismo contrato una semana después. En Richmond, donde los trabajadores enfrentan algunos de los precios más altos de la gasolina, vivienda y atención médica en la nación, los trabajadores plantaron los pies y votaron en contra de un contrato local basado en el acuerdo nacional. El USW ha respondido bloqueando en gran medida cualquier información sobre la huelga y aislando a los trabajadores en huelga de sus decenas de miles de compañeros en las instalaciones petroleras y petroquímicas de todo el país, incluyendo aquellas controladas por Chevron en California, Texas y otros estados.
El USW ha colaborado con el Partido Demócrata para evitar una gran lucha. El 22 de febrero, el presidente del USW, Tom Conway, se reunió con el presidente estadounidense Joe Biden a puerta cerradas para garantizar que no se interrumpa el suministro de petróleo en medio del estallido de la guerra en Ucrania. Esto sigue a los esfuerzos similares de la Administración de Biden para prohibir cualquier huelga industrial significativa, como la de los trabajadores ferroviarios de BNSF y los trabajadores portuarios de la costa oeste, a medida que se intensifica el impulso hacia la guerra contra Rusia. Biden quiere que se supriman las luchas de la clase trabajadora y que los salarios se mantengan al mínimo, mientras aumenta el costo de vida. También se opone a que surja una oposición popular contra la guerra.
A los trabajadores petroleros se les ha dicho la mentira de que este es el mejor contrato que obtendrán, que no hay más dinero y que una huelga no funcionaría.
No hay nada más lejos de la verdad.
Chevron está nadando en dinero y el USW tiene cientos de millones de dólares con los que podría, pero se niega a, apoyar a los trabajadores en huelga. Mientras tanto, millones de trabajadores en todo el país seguirían el liderazgo de los trabajadores petroleros en una lucha más amplia de la clase trabajadora contra los bajos ingresos, los precios altos y la guerra.
Los miles de millones de Chevron
Chevron es la segunda compañía petrolera más grande de los Estados Unidos y la cuarta compañía petrolera privada más grande del mundo. En 2021, obtuvo $162,4 mil millones de ingresos, frente a $94,4 mil millones en 2020.
El valor total de Chevron es de $319 mil millones de dólares. Un artículo reciente de Yahoo Finance, “Chevron es una acción con un crecimiento increíble”, señala que este año las “ganancias por acción” o EPS de Chevron aumentarán un 57,4 por ciento. Chevron espera llenar sus arcas a medida que aumentan los precios del petróleo, incluso por encima del aumento promediado de EPS de la industria en 42 por ciento.
Chevron también cuenta con montañas cada vez más altas de efectivo, viendo un aumento anual del 75 por ciento y superando el promedio de la industria del 46 por ciento.
Este último mes, las acciones de Chevron aumentaron un 20 por ciento. Los inversores se regodean ante un nuevo auge prolongado en la industria petrolera y desean sacar provecho.
El director ejecutivo de Chevron, Michael Wirth, recibió una compensación de $33,1 millones en 2019. Solo su salario podría financiar importantes aumentos salariales en la refinería de Richmond. Pierre Breber, el director financiero, ganó $11 millones ese año.
Mientras la compensación de estos directores ejecutivos ha disminuido levemente durante la pandemia (a Wirth se le pagó “solo” $ 29 millones en 2020), la nómina en Chevron se redujo a casi 6,000 empleados en medio de la recesión. Ahora, a medida que aumentan los precios del petróleo y vuelven los tiempos de auge, también lo hará la remuneración de los ejecutivos. Al mismo tiempo, los trabajadores se enfrentan a horarios agotadores porque la empresa se niega a contratar a más trabajadores a tiempo completo.
Sin embargo, los salarios de los ejecutivos palidecen en comparación con los miles de millones de dólares que la empresa está entregando directamente a sus accionistas. Chevron anunció en marzo que duplicaría su programa de recompra de acciones a $10 mil millones cada año. Las recompras de acciones son formas de transferir ganancias corporativas a los accionistas inflando el valor de sus acciones en bolsa. ¿Qué podrían hacer los trabajadores petroleros con $10 mil millones cada año?
El USW se aferra a cientos de millones de dólares que podrían apoyar a los trabajadores en huelga.
La última declaración del USW al Departamento de Trabajo muestra que el sindicato posee $1.514.966.265 en activos. ¿Dónde están estos mil quinientos millones de dólares cuando los trabajadores necesitan hacer huelga?
Unos $1.100 millones están en activos como acciones y bonos que podrían venderse para apoyar a los trabajadores en huelga. Hay un total de $168,8 millones en efectivo disponibles que podrían usarse de inmediato para apoyar una huelga nacional masiva de trabajadores petroleros contra este contrato, que representa un recorte salarial.
En el último período del informe, que va de marzo de 2020 a marzo de 2021, el USW afirma que gastó $113 millones en nuevas inversiones.
La verdad es que el USW tiene el dinero necesario, pero se niega a usarlo para apoyar a los trabajadores en huelga. El USW no es único. Los sindicatos hace tiempo que dejaron de ser órganos democráticos de la clase obrera que defienden los medios de vida de los trabajadores. Los principales sindicatos en los EE.UU., como el United Auto Workers y la American Federation of Teachers, se han dedicado meticulosamente a imponer contratos propatronales y frenar huelgas, mientras que sus principales burócratas reciben cientos de miles de dólares. La traición de la huelga de los trabajadores siderúrgicos en Allegheny Technologies (ATI) el año pasado es un ejemplo del papel que ha desempeñado el USW en matar de hambre y aislar a los trabajadores mientras están en huelga.
Los trabajadores de la refinería de Chevron en huelga no solo tienen aliados en Estados Unidos sino en todo el mundo. Esto incluye a las decenas de miles de trabajadores de refinerías y otras plantas petroquímicas en los EE. UU., la mayoría de los cuales están enojados por el contrato entreguista, y 42,000 trabajadores de Chevron en todo el mundo. En Estados Unidos, hay trabajadores en 11.000 pozos de petróleo y gas, incluidas dos plataformas marinas importantes en el golfo de México, así como refinerías fuera de Richmond, incluyendo El Segundo, California; Pasadena, Texas; Oak Point, Luisiana; y Salt Lake City, Utah.
A nivel internacional, Chevron emplea a trabajadores en Australia en su enorme planta de Barrow Island en Australia Occidental, el delta del Níger, Angola, Kazajstán y el Mar del Norte. El USW no ha hecho ningún esfuerzo para conectar a los trabajadores en huelga de la refinería de Chevron con sus aliados naturales a nivel mundial.
La situación geopolítica mundial hace este un momento ideal para una huelga petrolera
Hoy, los mercados petroleros están tan ajustados como lo estaban antes de la crisis financiera de 2008. Las principales empresas energéticas advierten sobre un gran shock de oferta y exigen que se mantengan los altos precios del petróleo por un tiempo.
La Administración de Biden intervino directamente en la negociación del contrato de USW con Marathon (que representaba a 12 empresas de refinería de petróleo diferentes) precisamente porque su administración temía el poder que ejercen los trabajadores petroleros.
La huelga se produce en medio de una oleada de luchas de clases en los Estados Unidos y el mundo. Con más de 1 millón de muertos a causa de la pandemia, el aumento del costo de la vida y la profundización de la desigualdad, los maestros, trabajadores automotores, sanitarios, ferroviarios y otros del transporte han estado llevando a cabo huelgas y luchas en todo el país.
Una huelga nacional de los trabajadores de las refinerías de petróleo impactaría inmediatamente los precios del petróleo. Las dos demandas centrales de los trabajadores petroleros, un aumento sustancial para combatir la inflación y el fin de un horario de trabajo agotador e inseguro, se convertirían en el centro de la política nacional. Estas demandas contarían con el respaldo general de la clase trabajadora, que sabe que son las corporaciones las que aumentan los precios de la gasolina, no los trabajadores. El año pasado, un informe encontró que la mitad de los trabajadores estadounidenses no ganan suficiente dinero para pagar el alquiler de una habitación. La inflación ha aumentado un 7,9 por ciento en el último año, y los salarios han quedad aún más rezagados.
El papel de Chevron en el impulso de guerra
La Administración de Biden busca evitar una huelga petrolera no solo porque se opone a las demandas de los trabajadores de aumentos salariales, sino porque está provocando imprudentemente una guerra con Rusia, a pesar del peligro de que desencadene una guerra nuclear que destruya el planeta.
Las gigantescas corporaciones petroleras son parte del vasto complejo industrial militar, que se beneficia de la guerra. La Junta Directiva de Chevron incluye a los exdirectores ejecutivos de Lockheed Martin y Northrop Grumman, dos de las compañías más grandes de la industria armamentística mundial. Los precios de las acciones de ambas compañías han subido en los últimos tres meses desde que estalló la guerra.
Los principales ejecutivos de Amtrak, Caterpillar, Ford Motor, The Aerospace Corporation y Sempra Energy también forman parte de la Junta. Sempra Energy, una empresa de infraestructura de gas natural, fue identificada recientemente por la prensa financiera como uno de los principales beneficiarios del impulso a la guerra contra Rusia. Planea aumentar la producción de gas natural licuado (GNL) en un 60 por ciento en los próximos cinco años, reemplazando el petróleo ruso en el mercado europeo.
Además de sacar provecho de las exportaciones rusas fuera de los mercados europeos, los ejecutivos petroleros de Chevron sin duda están entusiasmados con la posibilidad de una operación de cambio de régimen estadounidense en Moscú que daría a las corporaciones estadounidenses el control de las vastas reservas de petróleo y gas natural en Rusia.
Chevron tiene intereses de largo plazo en el petróleo y el gas rusos, particularmente en el suministro de tecnología para el desarrollo de los yacimientos rusos. Chevron tiene una participación del 15 por ciento en Caspian Pipeline Consortium (CPC). El CPC mueve más del 1 por ciento del petróleo del mundo todos los días de Kazajstán a Rusia.
Anteriormente, Chevron desempeñó un papel importante en la invasión estadounidense de Irak. El exvicepresidente de Chevron, Norm Szydlowski, sirvió como enlace entre el Gobierno de EE.UU. y el Ministerio de Petróleo iraquí a partir de 2003, cuando EE.UU. facilitó el desarrollo corporativo de los campos petroleros iraquíes después de la invasión. Al final, ExxonMobil superó la oferta de Chevron para una parte de la producción iraquí.
Los trabajadores de Chevron en Richmond no pueden luchar solos contra esta corporación gigante y la Administración de Biden. Los trabajadores de todo California, incluyendo los maestros en huelga de Sacramento, los 50.000 trabajadores de supermercados que votaron a favor de hacer huelga, los trabajadores petroleros y otros trabajadores de todo el país deben unirse en una acción de huelga común.
Los aliados de los trabajadores en huelga de Chevron no son los políticos demócratas que arrojan mensajes vacíos sobre la “solidaridad laboral” antes de apoyar las leyes antihuelgas, los recortes presupuestarios y la guerra, sino las decenas de millones de trabajadores en EE.UU. e internacionalmente que se oponen a la desigualdad, la guerra y el peligro de una dictadura.
Para unirse a estos trabajadores, los trabajadores de Chevron deben tomar la conducción de la lucha de las manos del USW, una organización procapitalista y proguerra. Los trabajadores de los Estados Unidos han formado un Comité de Base de los Trabajadores Petroleros ( OWRFC, por sus siglas en inglés) para oponerse al contrato proempresarial firmado por el USW. El comité ha pedido la anulación de este contrato ilegítimo, que fue impuesto con mentiras e intimidación por parte del USW, y piden el lanzamiento de una huelga nacional para ganar las demandas de los trabajadores de Chevron y todos los trabajadores de las refinerías de petróleo y otras plantas petroquímicas.
Los trabajadores en huelga de Chevron deben ponerse en contacto con y unirse al OWRFC, que está controlada democráticamente por los propios trabajadores del petróleo y el gas, y se basa en las demandas que necesitan los trabajadores, no en lo que los ejecutivos corporativos, los funcionarios sindicales comprados y los políticos patronales afirman que es asequible.
Esto incluye: un aumento del 40 por ciento y la restauración de los ajustes por costo de vida (COLA, por sus siglas en inglés); la abolición de las horas extras obligatorias y la restauración de la jornada de ocho horas; ampliación del tiempo libre remunerado; prestaciones médicas totalmente pagadas; la contratación de más trabajadores a tiempo completo. Además, el comité lucha por el establecimiento de comités de salud y seguridad dirigidos por los trabajadores y la abolición de los corruptos comités mixtos “laborales” y de gestión; el control de los trabajadores sobre los ritmos de producción y los insumos sobre los gastos de capital; pensiones totalmente pagadas y una cobertura médica completa para los jubilados después de 25 años de servicio; y la transformación de todos los contratistas en empleados con puestos de tiempo completo, el mismo salario y los mismos beneficios.
La lucha por estas justas demandas debe fusionarse con la lucha contra la guerra y a favor de transformar los vastos monopolios energéticos en empresas públicas de servicios, bajo el control democrático y la propiedad colectiva de la clase trabajadora.
¿Eres un trabajador de Chevron en huelga o un trabajador de otra refinería o planta petroquímica? Contáctanos para discutir tu lucha y la lucha para expandir la huelga de Richmond.
(Publicado originalmente en inglés el 30 de marzo de 2022)