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Con apoyo sindical, Ford Europa prepara recortes de empleos en España y Alemania

Ford Europa ha anunciado que impondrá recortes salvajes a los salarios y condiciones laborales de los trabajadores, independientemente de qué planta, Almussafes en España o Saarlouis en Alemania, 'gane' la guerra de ofertas entre factorías apoyada por los sindicatos alemanes y españoles.

El anuncio confirma las advertencias del World Socialist Web Site. Desde que Ford anunció la guerra de ofertas entre plantas en diciembre de 2021, el WSWS ha pedido a los trabajadores que rechacen el chantaje y la competencia brutal instigada por los sindicatos entre los trabajadores en diferentes plantas, insistiendo en que competir unos contra otros solo conduciría al desastre y abriría la puerta a una espiral descendente de recortes sin fin. Al final, no habrá una fábrica 'ganadora'.

El WSWS ha insistido en que la única forma en que los trabajadores tanto en Alemania como en España y en el resto del mundo pueden defender sus empleos es a través de unirse en una lucha común contra los sindicatos y los representantes de los comités de empresa, que han impulsado todos los ataques de la corporación contra la plantilla en los últimos años con sus políticas nacionalistas de divide y vencerás. Las advertencias del WSWS han sido plenamente confirmadas.

En una carta abierta dirigida a la plantilla, el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, advirtió de que 'es previsible' que ambas plantas 'deban someterse a un redimensionamiento de su estructura actual', independientemente de qué fábrica produzca los nuevos coches eléctricos para Ford Europa. 'Se espera que tanto Saarlouis como Valencia sufran una reducción de su estructura actual. Los detalles exactos no estarán disponibles hasta que hayamos seleccionado una planta preferida ', agregó Rowley. Esa fecha es junio de 2022.

Rowley afirmó cínicamente que la victoria de una de las plantas no significará 'una decisión de cerrar' la planta perdedora, ya que en la multinacional 'estamos buscando activamente futuras oportunidades para la planta que no sea seleccionada', algo que requerirá 'un esfuerzo que incluya múltiples partes, incluidos gobiernos locales y nacionales'. Rowley también señaló que los recortes de empleos 'será un proceso difícil para muchos empleados involucrados '.

En otras palabras, Ford Europa implementará recortes masivos de empleo en la planta perdedora, mientras que la vencedora habrá “ganado” gracias a los recortes salariales patrocinados por los sindicatos y el empeoramiento de las condiciones laborales. Las afirmaciones de Rowley de que el cierre de la planta no está sobre la mesa deben tomarse con pinzas. Durante la última década, ya se detuvo la producción en Bélgica, Francia y Gales, y se cerraron cuatro plantas en Rusia. Recientemente, Ford anunció que finalizaría la producción en India y Brasil.

Rowley también señaló que 'es importante recordar que aún no se trata de una decisión de inversión en producto' y que después de la selección de la planta 'tendremos mucho trabajo por hacer para asegurar el producto para Europa'. Esto significa que incluso la planta ganadora será llamada a hacer recortes adicionales para asegurar las inversiones de Ford en la misma.

La carta de Rowley subraya el papel reaccionario de los sindicatos y el callejón sin salida de una perspectiva nacional de lucha. Tanto IG Metall en Alemania como la Unión General de Trabajadores (UGT) en España han colaborado con los planes de la compañía, apoyando la guerra de ofertas de Ford. La estrategia de los sindicatos ha significado que no solo una de las fábricas puede cerrar, sino que la 'ganadora' despedirá a más trabajadores además de sufrir otros recortes laborales y salariales añadidos a los previamente acordados con esos mismos sindicatos.

En Alemania IG Metall no ha dado detalles de sus concesiones, pero si se sabe que ya ha ofrecido a Ford efectuar recortes no sólo sobre la planta de Saarlouis sino también en la planta principal de Colonia afectando a un total de 21.000 trabajadores.

En el caso español la Unión General de Trabajadores, el sindicato mayoritario en la factoría valenciana, firmó el llamado acuerdo de electrificación con la dirección de la empresa por el que acepta reducir salarios, flexibilizar turnos de trabajo y aumentar en 15 minutos la jornada laboral. Con la tasa de inflación actual, los trabajadores podrían perder 4.000 euros solo este año con la aplicación del acuerdo de electrificación.

El sindicato se ha negado a celebrar una votación sobre el acuerdo, ante el temor a una fuerte oposición al mismo. Para salvar la cara UGT organizó una consulta fraudulenta donde los trabajadores debían registrarse con su nombre y DNI para votar telemáticamente a través de una aplicación controlada por el propio sindicato de forma que el sentido de su voto sería conocido por los burócratas del mismo exponiéndoles a posibles represalias futuras.

Dicho acuerdo ha sido denunciado judicialmente por STM junto a los otros dos sindicatos minoritarios, CGT y Comisiones Obreras, pero esto no quiere decir que eso signifique que estos sindicatos se opongan a la guerra de ofertas con Saarlouis. STM afirma que, “Desde el STM pedimos que las partes nos volvamos a sentar para tener otro acuerdo que no deje tan mal parado a los trabajadores” Es decir, aceptan el marco de los ataques, la guerra de ofertas con Saarlouis, pero esperan términos marginalmente mejores.

Tras la carta de Rowley los sindicatos han continuado con sus vergonzosas actuaciones al servicio de los intereses empresariales. La ridícula respuesta dada por el Comité de Empresa Europeo de UGT e IG Metall ha consistido en convocar 30 minutos de paros para tratar de soltar algo de presión.

Estos paros ni siquiera pretenden oponerse a los recortes de empleo anunciados, sino que buscan “alertar a la dirección, tanto local como europea de Ford, que antes de recurrir a la legalidad vigente en cada país [para hacer cumplir los recortes de empleo] debe comprometerse a buscar todas las soluciones posibles y con carácter voluntario”. Los sindicatos afirman que son “conscientes” de que 'una vez se inicie la transformación hacia la electrificación, se generará un elevado excedente de personal en toda Ford Europa'.

En definitiva, apoyan las medidas propuestas por Ford y solo piden que antes de despedir a los trabajadores, hagan los recortes de personal a través de bajas voluntarias si es posible.

Nada de esto es nuevo. Los sindicatos llevan mucho tiempo preparando estos recortes de plantilla junto con la dirección de la empresa. En noviembre de 2020 el Comité de Empresa Europeo ya firmó con el presidente de la Compañía en Europa una declaración por la que la empresa se compromete a, 'donde sea preciso realizar ajustes de plantilla', pero eso si con la posibilidad de 'intentar que, en la medida de lo posible, se aplique un enfoque voluntario”.

Pero las bajas voluntarias tampoco son ninguna solución y apenas limitarán la catástrofe social que sufrirán las localidades donde se encuentran las factorías. Un estudio de la Universidad Europea de Valencia realizado en 2016 indicaba que por cada empleo que se crea en la planta de Almussafes se crean otros 5,8 en la Comunidad Valenciana y 11,7 en el conjunto de España. Según esa investigación los 6.038 trabajadores de Ford Almussafes contribuyen a generar unos 70.644 empleos en España, Por lo tanto, cualquier reducción de la fuerza laboral tendrá un impacto significativo en Valencia, al igual que los cierres o recortes de empleos en Saarlouis implicarán un efecto devastador sobre la clase trabajadora en Alemania.

El periódico online Economía Digital ya publicaba en una noticia del mes de marzo una filtración de la empresa indicando que, si bien Almussafes fabricaría el nuevo modelo de vehículo eléctrico Mustang a partir de 2026, esto se vería acompañado de una reducción de plantilla que podría alcanzar los 3.000 trabajadores. La mitad de la plantilla sería despedida

Para que los trabajadores luchen contra Ford Europa y defiendan sus puestos de trabajo y su poder adquisitivo, es esencial romper con las podridas burocracias sindicales y organizar una lucha independiente, uniendo a los trabajadores en España, Alemania y otros países.

El Comité de Base de Ford en Saarlouis ha llamado a una lucha independiente que una a los trabajadores tanto en Alemania como en España contra los recortes de empleos y el cierre de plantas. Tanto las burocracias sindicales como la gerencia de Ford están aterrorizadas ante la perspectiva de una lucha unida de la clase trabajadora. En respuesta, en un video publicado en febrero para justificar su papel antiobrero, la UGT calumnió al WSWS, que apoya al Comité de Base de Ford en Saarlouis, acusándolo de que con su cobertura falsifica el contenido de las negociaciones.

Contra las calumnias de los burócratas sindicales que negocian a espaldas de los trabajadores, el Comité de Base de Ford exige el cese inmediato de la guerra de ofertas, la divulgación de todos los acuerdos o declaraciones de intenciones hechas hasta ahora y la retirada de todas las concesiones.

(Publicado originalmente en inglés el 25 de mayo de 2020)

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