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Jacobin intenta resucitar imagen de Ocasio-Cortez y DSA, que apoyan la guerra

El 26 de mayo, Liza Featherstone de Jacobin publicó un artículo en que afirmó que congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez estaba ayudando en inspirar un movimiento socialista contra el poder corporativo por respaldar a un grupo de 13 candidatos de la organización Socialistas Democráticos de América (DSA) que se presentan para posiciones elegidas en el estado de Nueva York.

En un artículo titulado 'AOC está respaldando al grupo completo de candidatos socialista democráticos en el estado de Nueva York”, Featherstone escribe, “El respaldo de AOC reflejó una solidaridad con la plataforma y el movimiento del DSA de la ciudad de Nueva York, contra las fuerzas del capitalismo y la reacción dentro, así como fuera, del Partido Demócrata”.

El artículo es una estratagema de relaciones públicas con el objetivo de resucitar la imagen deteriorada de Ocasio-Cortez y el DSA como “socialista”. Ocasio-Cortez y muchas cuentas oficiales del DSA tuitearon el artículo de Jacobin casi inmediatamente después de que se publicó.

Alexandria Ocasio-Cortez y Jamaal Bowman (Wikimedia Commons/Oficina del Senador Bowman) [Photo: Staff of Rep. Jamaal Bowman]

En este momento, la afirmación de que Ocasio-Cortez y el DSA hagan cualquier cosa que es “contra las fuerzas del capitalismo y la reacción” es simplemente vergonzosa.

En el medio de mayo, Ocasio-Cortez y todos los miembros del DSA en el Congreso votaron a enviar $40 mil millones en ayuda militar para armar a las milicias fascistas en Ucrania, entrenar a soldados y policías ucranianos, albergar a soldados estadounidenses por toda Europa y reponer su suministro de misiles, carros de combate y otras armas estadounidenses. A causa del voto, dos potencias armadas con armas nucleares, los Estados Unidos y Rusia, están más cerca de una guerra abierta que en cualquier momento desde la Crisis de los misiles de Cuba en 1962.

Ocasio-Cortez y los miembros del DSA en el Congreso votaron a gastar tales sumas masivas de dinero para perseguir los intereses geoestratégicos de Wall Street en el medio de sufrimiento social en el ámbito doméstico. En el distrito de la misma AOC, que consta de partes del Bronx y Queens, la pobreza es rampante, y trabajadores se esfuerzan por supervivir la pandemia del coronavirus en curso y el aumento del coste de vida. Un galón de gasolina en su distrito electoral cuesta $5.00 mayormente a causa de la guerra que ella ha votado a respaldar. Uno no puede afirmar luchar “contra las fuerzas del capitalismo” domésticamente mientras hacen lo pedido de él en el extranjero.

Featherstone y Jacobin presentan al grupo de candidatos del DSA como la cabeza del socialismo, pero los destinatarios del DSA del apoyo de Ocasio-Cortez no son opositores de la guerra imperialista. Por la mayoría, sus sitios de campaña y cuentas oficiales de Twitter ignoran el peligro de la guerra nuclear y se niegan a condenar el papel de EE.UU. y la OTAN en la guerra indirecta contra Rusia.

En marzo, el New York Times intentó preguntar a miembros del grupo de candidatos de Nueva York cuáles eran sus opiniones sobre la guerra y los resultados eran reveladores. Después de citar la declaración de un candidato del DSA que “La OTAN es una de las líneas de defensa primarias que tenemos para abordar la agresión rusa contra Ucrania”, el Times escribió:

Muchos otros funcionarios de la ciudad de Nueva York que se alinearon con el D.S.A.–unos de ellos han expresado sus opiniones a menudo sobre otras cuestiones nacionales e internacionales en el pasado–eran mucho más prudentes.

“Gracias por pedir nuestras opiniones, pero nuestra campaña no tiene ningún comentario sobre eso”, replicó Stephen Wood por email, un portavoz del candidato para el Senado Estatal de Brooklyn David Alexis, el miércoles.

Entre los otros funcionarios elegidos que se negaron a comentar o no replicaron a peticiones por comentarios había representante Alexandria Ocasio-Cortez; senadores estatales Julia Salazar y Jabari Brisport; y miembros de la asamblea Zohran Kwame Mamdani, Marcela Mitaynes y Phara Souffrant Forrest. Miembro de la asamblea Emily Gallagher también se rehusó a comentar.

“Si quisieran escribir sobre la ley de edificios eléctricos, legislación sobre la divulgación para empresas LLC, o cualquier otra tarea mía como legisladora, estaría feliz responder”, dijo Sra. Gallagher.

Todos los candidatos mencionados aquí son de los 13 individuos a quienes Ocasio-Cortez ha respaldado. Se debe esperar tal irresponsabilidad de los políticos del Partido Demócrata como los que el DSA espera enviar a Albany.

Featherstone durante mucho tiempo ha usado su columna en Jacobin para promocionar las cualificaciones izquierdistas de varios políticos derechistas capitalistas. En enero, escribió un artículo titulado, “Socialistas democráticos de Nueva York están jugando a largo plazo”, en que se atrevió a elogiar a líderes demócratas como el senador Charles Schumer y la gobernadora Kathy Hochul.

“Schumer ha abrazado unas de las prioridades más altas de los socialistas”, escribió Featherstone en enero. Jacobin citó a la senadora estatal Salazar, quien dijo, “Senador Schumer es un político astuto que se mantiene informado de lo ocurrido, y ve que la política se cambia y que comunidades están eligiendo a socialistas democráticos porque éstas son las políticas que ellas apoyan”.

Featherstone dijo que Hochul era “algo receptiva frente a las exigencias socialistas” e incluso elogió su apoyo por incrementar los presupuestos de la policía. Escribió en enero, “No hay ningún punto de vista único ‘obrero’ sobre el mantenimiento del orden, pero hasta la fecha, el mensaje ‘desfinancien a la policía’ podría complicar los esfuerzos del DSA en Nueva York por construir una base electoral masiva”, y lo llamó “un mensaje arriesgado” que “puede parecer desconectado de verdaderos temores sobre el crimen”.

La esencia política del DSA es su sumisión a la dirección derechista del Partido Demócrata. Sus funcionarios elegidos no presionan a la dirección demócrata hacia la izquierda; meramente los apoyan para facilitar sus políticas derechistas, incluidas las relacionadas con la guerra imperialista.

Uno de los ejemplos más humillantes de esta dinámica apareció en el libro de Jonathan Martin y Alex Burns This Will Not Pass ( Esto no sucederá ) (mayo de 2022, Simon y Schuster), que revisa las elecciones de 2020 y sus secuelas. Los autores relatan la historia siguiente de temprano en 2021:

De hecho Pelosi estaba haciendo que trabajaran las activistas izquierdistas en su comisión con la misma intensidad con la que ella negociaba con los moderados enfadados. Ellos, también, podrían bloquear su camino hacia la presidencia [de la Cámara de Representantes] si querían. La presidenta reunió a un grupo de seis de los progresistas jóvenes más francos en la Cámara de Representantes –incluidos Alexandria Ocasio-Cortez y los legisladores recién elegidos Jamaal Bowman y Cori Bush– para una reunión en su oficina para escuchar sus prioridades para el nuevo Congreso. Bowman y Bush habían derrotado a demócratas titulares en las elecciones primarias del verano pasado, y los dos habían mantenido el silencio sobre sus intenciones hacia la presidenta.

Los progresistas salieron impresionados. Todos terminaron apoyando a Pelosi para la posición de presidenta. Bowman, un educador, admiró especialmente su estilo de mando: “La presidenta Pelosi es una mafiosa”, dijo admirativamente.

Esto encapsula la política probélica y procapitalista del DSA. Como escribió León Trotsky en La guerra y la Cuarta Internacional: “Un ‘socialista’ que promueve la defensa nacional es un reaccionario pequeño burgués al servicio del capitalismo decadente”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 29 de mayo de 2022)

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