Los planes del partido gobernante en España, Podemos, de participar en la cumbre de la OTAN del 28 al 30 de junio en Madrid son una denuncia irrefutable de este reaccionario partido pseudoizquierdista del imperialismo español.

En Madrid, la organización militar más grande del mundo, responsable de la muerte de millones de personas y la devastación de países como Irak, Afganistán, Siria y Libia, y que ahora libra una guerra contra Rusia en Ucrania, presentará sus planes bélicos contra China y Rusia. También asistirá Japón, un Estado no miembro de la OTAN en el centro de los planes de Washington contra China en Asia-Pacífico. En la cumbre, el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos anunciará que va a duplicar su presupuesto militar a 24.000 millones de euros, el mayor aumento del gasto militar en la historia de España.

El gobierno PSOE-Podemos tiene la intención de utilizar la cumbre para pedir una escalada militar dirigida a África, la fuente de gran parte del petróleo y el gas que consume España. Ya en la cumbre de Davos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró: 'Para España es muy importante que la Cumbre de la OTAN en Madrid dé un fuerte mensaje sobre su flanco sur. Tenemos que afrontar el reto de seguridad del flanco oriental, pero también de las preocupaciones de seguridad en el flanco sur'.

Los agentes de clase media que dirigen Podemos están ahora intentando cuadrar el círculo, tratando de presentarse como un partido de izquierdas opuesto tanto a la OTAN como al apoyo a la guerra de la OTAN. Al mismo tiempo, están gastando decenas de millones de euros para desplegar 25.000 policías en el centro de Madrid, que se convertirá en una fortaleza para aislar a los delegados de la OTAN de la protesta social.

La semana pasada, la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, probable candidata de Podemos en las elecciones generales del próximo año, no asistió a la reunión de celebración por el 40 aniversario de la entrada de España en la OTAN. En esta reunión, Sánchez reafirmó la lealtad de España a la OTAN y trató el aumento del gasto militar con 300 oficiales del ejército, embajadores, grandes empresarios y políticos. Díaz afirmó que se perdió esta celebración debido a una cita médica.

Poco después, el coportavoz de Podemos, Javier Sánchez Serna, declaró: 'Ninguna ministra del espacio [Podemos] ha ido hoy a ese acto porque estamos en la defensa de la paz y en una concepción de la seguridad que no es solamente la seguridad por vía militar, sino integral, que también pasa por dotar de derechos sociales a todas las sociedades europeas'.

Sin embargo, Díaz respondió contradiciendo de inmediato a Serna diciendo que no ha descartado asistir a la cumbre de la OTAN, y que tomará la decisión cuándo conozca su 'agenda' para este mes.

Posteriormente intervino la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, afirmando: ' Yo no voy a asistir, pero eso me parece lo de menos. Lo más importante es si nos vamos a plegar como país a esas imposiciones externas que no responden a los intereses de la gente o si vamos a ser capaces de priorizar, en vez de un aumento del gasto militar que creo que no quiere la ciudadanía española, el apostar por políticas sociales'.

Este fue un cínico llamamiento antiestadounidense, diseñado para encubrir el hecho de que no solo Washington, sino también el gobierno del PSOE-Podemos está librando una guerra contra Rusia en Ucrania. Ha enviado más de 800 soldados a Europa del Este, junto con un destacamento de aviones Eurofighter y tres buques de guerra para patrullar el Mediterráneo oriental y el Mar Negro; apoyó durísimas sanciones económicas contra Rusia; y envió cientos de millones de euros en armamento a las fuerzas ucranianas. Esto incluye a las armas enviadas por el gobierno PSOE-Podemos que ahora están siendo utilizadas por el batallón neonazi Azov.

Según los informes, Madrid está finalizando los planes para entregar misiles antiaéreos Shorad Aspide y tanques de combate Leopard, y para entrenar a las tropas ucranianas en el uso de estos tanques en Letonia o España. Ayer, el Ministerio de Defensa de España solicitó un aumento de €3.000 millones para su presupuesto de cara a cumplir con los compromisos de España en la Cumbre de la OTAN.

Tras Belarra, intervino el portavoz parlamentario de Podemos, Jaume Asens, para subrayar que Podemos podría participar en la Cumbre de la OTAN. Dijo a la televisión pública española TVE: 'No es incompatible nuestra posición crítica [sobre la OTAN] con una asistencia institucional a esos eventos'.

Asens afirmó que “Esa actitud crítica en un momento determinado puede ser compatible con una representación institucional. Somos muy críticos con la monarquía', agregó, aunque esto no impide que Podemos sirva en el gobierno del rey Felipe VI.

Es evidente que las críticas vacías que Podemos hace a la monarquía y la guerra son solo una cobertura política para su apoyo servil al capitalismo y la guerra imperialista. Lo que demuestra que esto no es un error táctico o pasajero es que toda una capa internacional de partidos similares de la clase media acomodada, arraigados en la academia posmodernista y las burocracias sindicales, se apresuran a apoyar la guerra con Rusia, una importante potencia con armas nucleares.

En los Estados Unidos, los cuatro legisladores electos de los Socialistas Democráticos de América (DSA) votaron a favor del paquete de armas de 40.000 millones de dólares de Washington para luchar contra Rusia. En un panel reciente, los dirigentes del DSA afirmaron que 'la guerra crea la posibilidad para un impulso de las ideas socialistas en Ucrania'. El Partido Verde alemán es parte de un gobierno de coalición que lleva a cabo el rearme por 100.000 millones de euros del imperialismo alemán. Grupos pablistas y morenistas como la Liga Socialista Internacional están instando a las potencias imperialistas a enviar más armas a las milicias ucranianas neonazis.

En el caso de Podemos, su apoyo a la guerra imperialista está directamente ligado a su rechazo al trotskismo y al abrazo de las tradiciones del estalinismo. Después de la caída en 1978 del régimen fascista que surgió de la victoria del general Francisco Franco en la Guerra Civil Española de 1936-1938, el Partido Comunista de España (PCE) respaldó al régimen parlamentario capitalista emergente contra las protestas de la clase obrera, basado en el apoyo explícito a la OTAN.

El primer secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se reunió en 2012 con el secretario general del PCE durante la década de 1970, Santiago Carrillo, quien había desempeñado un papel destacado en el asesinato de trotskistas y figuras de izquierda durante la Guerra Civil, sobre el que realizó comentarios elogiosos.

Para aquellos en el establishment político que conocían la historia del PCE, esta fue una declaración inequívoca del apoyo de Podemos a la OTAN y su sangrienta oposición a la revolución. De hecho, Carrillo subrayó que el PCE respaldaría la participación de España en la OTAN. En agosto de 1976, el New York Times cubrió una conferencia de prensa de Carrillo anunciando el programa del entonces recientemente legalizado PCE, y escribió:

“Refiriéndose a las bases militares estadounidenses en España, el Sr. Carrillo afirmó que el partido español estaba en contra de 'todas las bases extranjeras, tanto las estadounidenses en los países capitalistas como las rusas en los países socialistas'. Su partido, dijo, apoya una política de eliminación de bloques militares. Pero por ahora, señaló, el Partido Comunista de España aceptaría las bases estadounidenses en España.”

Podemos fue fundada en 2014 por una serie de profesores estalinistas alrededor de Iglesias en alianza con el grupo Pablista Anticapitalistas, los descendientes de las fuerzas lideradas por Michel Pablo, quien en 1953 rechazó el trotskismo y se separó del Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI), argumentando que el estalinismo y el nacionalismo burgués ofrecerían una dirección revolucionaria a la clase obrera. Podemos apoyó las guerras de la OTAN tanto en Libia como en Siria. Para dejar esto en claro ficharon al jefe del Estado Mayor de la Defensa, Julio Rodríguez, quien lideró la participación española en las guerras en Afganistán, Irak y Libia.

En 2021, después de que Podemos formara un gobierno en alianza con el representante del gran capital en España, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el entonces viceprimer ministro Pablo Iglesias se jactó cínicamente ante el Corriere della Sera de Italia: “Ni siquiera el líder del mayor partido comunista de Occidente, Enrico Berlinguer, había logrado llegar donde he llegado yo: un marxista en un gobierno de la Alianza Atlántica”.

Las afirmaciones muy ocasionales de Podemos de ser marxista son mentiras políticas monumentales. Su historial en el gobierno muestra que es una herramienta al servicio de los bancos y las grandes empresas. Implementó rescates bancarios y corporativos de la UE por billones de euros, aplicó políticas de austeridad social y colmó con miles de millones al ejército y la industria españoles. Durante la pandemia de COVID-19, priorizó constantemente las ganancias sobre las vidas, lo que ha llevado a más de 162,000 muertes en exceso en el país durante la pandemia, según la revista médica The Lancet.

En el gobierno con el PSOE, Podemos ha encubierto las amenazas de los oficiales del ejército español de lanzar un golpe de Estado, mientras moviliza a decenas de miles de policías antidisturbios para reprimir a los camioneros y trabajadores del metal en huelga.

A medida que el gobierno PSOE-Podemos se une a la guerra de la OTAN contra Rusia y las amenazas bélicas contra China, la cuestión decisiva es la construcción de un movimiento internacional contra la guerra en la clase trabajadora. Ese movimiento solo puede realizarse a través de una lucha irreconciliable contra los partidos pseudoizquierdistas como Podemos. El ejemplo de España, cuyos principales sindicatos están asociados o bien a Podemos o bien al PSOE, subraya un punto más: solo se puede construir ese movimiento en una ruptura con las burocracias sindicales nacionales y desarrollando la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base.

(Publicado originalmente en inglés el 8 de junio de 2022)