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La necesidad de unas elecciones generales: ¡Denuncien la conspiración conservadora-laborista para arrastrar a Gran Bretaña a la Tercera Guerra Mundial!

El Partido Socialista por la Igualdad (PSI) ha lanzado un llamamiento exigiendo elecciones generales. Promovemos este llamamiento para sacar a la luz los problemas que subyacen a la crisis actual: 1) La escalada implacable de la guerra contra Rusia, incluso hasta el punto de arriesgarse a una guerra nuclear; 2) La negativa criminal a detener la transmisión interminable del virus Sars-CoV-2 y permitir infecciones y muertes masivas; y 3) El asalto despiadado a los niveles de vida y los derechos democráticos de la clase trabajadora.

Exigimos elecciones para denunciar y construir una oposición popular a las políticas de los tories y sus aliados laboristas.

La renuncia del primer ministro Boris Johnson como líder del Partido Conservador es el resultado no solo de profundas divisiones dentro del partido Tory, sino también de una creciente crisis del dominio de clase. Johnson, una figura odiada y despreciada, será destituido de su cargo porque la élite gobernante ha perdido la confianza en su capacidad para liderar a Gran Bretaña a medida que va a más la guerra contra Rusia y, al mismo tiempo, se intensifica la guerra contra la clase trabajadora en casa.

El primer ministro Boris Johnson celebra el primer gabinete de 2022 [Foto de Simon Dawson / No 10 Downing Street / Flickr / CC BY-NC-ND 4.0] [Photo by Simon Dawson / No 10 Downing Street / Flickr / CC BY-NC-ND 4.0]

En la historia política de Gran Bretaña, la guerra ha llevado con frecuencia a grandes crisis políticas que requirieron un cambio en el liderazgo del partido gobernante.

En 1916, el Partido Liberal destituyó al primer ministro Asquith por la insatisfacción con su liderazgo durante la Primera Guerra Mundial.

En 1940, habiendo llegado a la conclusión de que Neville Chamberlain estaba demasiado comprometido por sus concesiones anteriores a Hitler en Múnich, el Partido Conservador lo reemplazó con Winston Churchill ocho meses después del estallido de la Segunda Guerra Mundial.

A principios de 1957, inmediatamente después de la desastrosa Guerra de Suez, los conservadores echaron a Anthony Eden y lo reemplazaron con Harold Macmillan.

Este patrón político se repite, aunque con una diferencia significativa. Esta vez, bajo las condiciones de una escalada de la guerra contra Rusia, los problemas reales que subyacen a la crisis de liderazgo están siendo excluidos de la discusión pública.

Los conservadores no quieren que se interrumpan sus planes de intensificar la guerra, continuar con sus políticas pandémicas asesinas y reducir el nivel de vida de los trabajadores. El Partido Laborista comparte su determinación de bloquear cualquier interferencia de la clase trabajadora en esta agenda política.

Ambos partidos temen sobre todo que unas elecciones puedan despertar la oposición popular a la guerra y conducir a un movimiento de masas en su contra.

A espaldas de millones de personas, los conservadores y los laboristas están arrastrando a Gran Bretaña cada vez más profundamente a una guerra contra Rusia, un Estado con armas nucleares, en una espiral que avanza rápidamente hacia la Tercera Guerra Mundial.

El PSI está iniciando este llamamiento a elecciones generales como un medio para que la clase trabajadora rompa la conspiración de los dos partidos principales, se oponga a sus políticas y afirme sus intereses sociales independientes.

Utilizaríamos el período electoral para despertar la oposición a las políticas de guerra del gobierno y para agitar por una acción de masas de la clase trabajadora para derrotar el asalto salvaje a los niveles de vida y los derechos democráticos.

Nuestro llamamiento está dirigido a desarrollar la lucha industrial y política de la clase obrera contra todos los partidos capitalistas en Westminster. Una oligarquía financiera enloquecida por la guerra, respaldada por el Partido Laborista y el Partido Nacional Escocés no menos que por los conservadores, presenta la guerra contra Rusia como un hecho consumado. Con el apoyo de unos medios de comunicación corruptos, están siendo ocultadas las implicaciones inmensamente peligrosas de toda esta situación para la clase obrera.

El líder laborista Sir Keir Starmer y Boris Johnson caminan hacia la Cámara de los Lores para escuchar el discurso de la Reina en mayo de 2022 [Foto de Jessica Taylor / Parlamento del Reino Unido / Flickr / CC BY-NC 4.0] [Photo by Jessica Taylor / UK Parliament / Flickr / CC BY-NC 4.0]

Ni el Gobierno ni los laboristas quieren unas elecciones generales. El intento tardío de Starmer de promover una moción de censura tenía como objetivo destituir a Johnson y no a los conservadores. Los laboristas temen que cualquier discusión abierta sobre las políticas de derecha que comparte con el gobierno despeje el camino para una oposición popular de masas. Se sientan en la cima de un electorado de clase trabajadora enojado que desprecia el liderazgo del partido y sabe que Starmer también podría ser el líder del Partido Conservador.

Muchos trabajadores con conciencia de clase y mentalidad socialista pueden cuestionar la necesidad de unas elecciones generales porque saben muy bien que reemplazar a los conservadores con los laboristas no cambiará nada. Esto es correcto, pero esto no significa que la clase obrera deba abstenerse de intervenir en la crisis política.

La exigencia del PSI de unas elecciones generales no implica ni una pizca de apoyo a los laboristas, ni a una solución parlamentaria inexistente. En caso de elecciones, no pediremos el voto para los laboristas. Advertiremos a los trabajadores que el laborismo es su enemigo y se le debe combatir tan decisivamente como a los conservadores.

Utilizaremos las elecciones generales para defender las huelgas, las protestas masivas y la organización de una huelga general para detener la guerra, forzar la adopción de una política cero-COVID y generar apoyo para una alternativa socialista al capitalismo. Esto es esencial en condiciones en las que los sindicatos están reprimiendo un creciente movimiento huelguístico y evitando cualquier desafío político al gobierno conservador y a las políticas de derecha del Partido Laborista.

Daremos voz a los millones de trabajadores cuyas opiniones nunca se piden, y mucho menos se representan políticamente.

Estas son las políticas que el PSI propondrá en unas elecciones generales.

¡Por un movimiento socialista internacional contra la guerra!

El PSI y sus partidos hermanos en el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) luchan por el desarrollo de un movimiento de masas de la clase obrera británica e internacional contra los preparativos de la OTAN y las potencias imperialistas para la Tercera Guerra Mundial.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, visita Thales UK en Belfast, que fabrica los misiles NLAW y Starstreak [Foto de Andrew Parsons / No 10 Downing Street / Flickr / CC BY-NC-ND 4.0] [Photo by Andrew Parsons / No 10 Downing Street / Flickr / CC BY-NC-ND 4.0]

La humanidad de hoy está más cerca de la guerra global que en cualquier otro momento desde 1945. Los militares están preparándose activamente para esto.

El 28 de junio, el nuevo jefe del ejército británico, el jefe del Estado Mayor General Sir Patrick Sanders, presentó sus planes para una guerra terrestre entre la OTAN y Rusia. 'El ejército británico debe estar preparado para participar en la guerra en su forma más violenta', dijo, 'una guerra terrestre europea no es solo una manifestación de nubes de tormenta distantes en el horizonte; podemos verla ahora'.

La escala de los objetivos de guerra del Reino Unido, dejó claro Sanders, exige la militarización de la economía y la sociedad. 'No podemos estar encendiendo los hornos de las fábricas de toda la nación en vísperas de la guerra; este esfuerzo debe comenzar ahora,” insistió. Gran Bretaña debe 'inspirar la imaginación de nuestro pueblo para luchar y ganar si se le llama... Para tener éxito en la movilización, debemos asegurarnos de generar la cultura y el comportamiento requeridos'.

La guerra contra China también se está preparando activamente. La secretaria de Estado para Relaciones Exteriores, Liz Truss, dijo en la cumbre de la OTAN en Madrid el mes pasado que su guerra en Ucrania estaba enviando un mensaje al presidente chino Xi. El aumento de la colaboración entre Rusia y China y la extensión de 'su capacidad militar' e 'influencia global' requieren un nuevo concepto estratégico para el Indo-Pacífico y la seguridad euroatlántica.

Estos objetivos de guerra global son incompatibles con las formas democráticas de gobierno. Poner a Gran Bretaña en pie de guerra significa también una guerra contra la clase obrera en casa. Significa austeridad masiva y la supresión de los derechos democráticos fundamentales, incluido el derecho a la huelga y a la libertad de expresión y reunión. El Reino Unido ya ha gastado 4.000 millones de libras esterlinas en armar a Ucrania, lo que ha llevado a demandas para aumentar el gasto en defensa en un tercio hasta el 3 por ciento del PIB. Pero esto es sólo el comienzo.

La única forma de salir de este desastre es a través de la intervención consciente de la clase obrera.

¡Por una estrategia cero COVID para acabar con la pandemia!

El PSI y el CICI están liderando la lucha para construir un movimiento internacional de la clase trabajadora para detener la pandemia.

El conductor de autobús londinense David O'Sullivan, despedido por defender la salud y la seguridad durante la pandemia de COVID-19, hace campaña entre los trabajadores del metro de Londres. [Foto: WSWS]

Millones de trabajadores celebraron la caída de Johnson, cuya respuesta criminal a la pandemia se ha cobrado más de 200.000 vidas. Sin embargo, a pesar de la destitución del hombre que declaró: '¡No más confinamientos, que los cuerpos se acumulen por miles!', sus políticas continúan.

La exigencia de la clase dominante de que debemos 'aprender a vivir con el virus' es una política para enfermedades y muertes masivas. Un año después de que Johnson proclamara el 'Día de la Libertad', la pandemia está aumentando. Se estima que 3,5 millones de personas tuvieron COVID la semana pasada, casi un 30 por ciento más en una semana siendo los adultos jóvenes y las personas en edad de trabajar los más afectados.

Las implicaciones a largo plazo son desastrosas, con 1,8 millones de personas que sufren síntomas de COVID persistente. Según un rastreador de exceso de muertes de The Economist, 3,8 millones de personas en todo el mundo han muerto desde el 3 de enero a causa de la pandemia.

La priorización de las ganancias de los bancos y las corporaciones sobre las vidas de la clase trabajadora ha creado una catástrofe. Esto fue posible gracias al Partido Laborista y los sindicatos, quienes, aunque apoyaron los billones entregados en rescates de COVID a las corporaciones, nunca lanzaron una sola huelga para exigir escuelas, hospitales y lugares de trabajo seguros. Incluso hoy en día, los antiguos defensores desde la 'izquierda' de formas limitadas de mitigación no dicen nada.

Hacemos un llamamiento a los trabajadores para que exijan el restablecimiento de todas las medidas de salud pública necesarias para suprimir el virus, incluido el cierre de lugares de trabajo no esenciales con una compensación completa para los trabajadores y las pequeñas empresas, y la restauración de los protocolos de prueba, rastreo y cuarentena, incluidos el uso de mascarillas y los confinamientos cuando sean necesarios. Esto debe pagarse a través de la expropiación de las grandes corporaciones, los bancos y de aquellos que han especulado con la pandemia.

¡Movilizar a la clase obrera en una huelga general para poner fin a la crisis del costo de la vida!

El PSI vinculará la demanda de unas elecciones a la lucha por una huelga general.

La guerra contra Rusia y la pandemia están alimentando una espiral inflacionaria que está devastando la vida de los trabajadores. El precio del petróleo, el gas, los cereales y otros productos básicos ha alcanzado máximos históricos, y es probable que las facturas de combustible aumenten desde el récord actual de £1.971 a £3.245 en octubre.

Piquete en el depósito Blast Lane de Network Rail en Sheffield [Foto: WSWS]

¡La clase trabajadora no puede permitirse el lujo de vivir porque la sociedad se dirige en interés de los súper ricos! Las crecientes ganancias corporativas son responsables del 60 por ciento del aumento de la inflación, según Oxfam. Mientras tanto, los trabajadores británicos se enfrentan a la 'peor contracción del salario real' en décadas. Gran Bretaña es el segundo país socialmente más desigual de Europa después de Bulgaria.

La huelga del mes pasado del sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transporte provocó advertencias de un ‘Verano del Descontento’ con el gobierno legislando para el uso de trabajadores de agencias como esquiroles y amenazando con prohibir las huelgas en los servicios esenciales. Los huelguistas fueron denunciados como 'títeres de Putin' que socavaban el esfuerzo bélico.

Millones de trabajadores quieren unirse a esta lucha por un aumento salarial que detenga la inflación, con maquinistas, trabajadores postales, empleados de British Telecom y trabajadores de aeropuertos votando a favor de la huelga por grandes mayorías y furiosas exigencias de huelga por parte de maestros, médicos, enfermeras, trabajadores municipales y otros. Pero se enfrentan a una burocracia sindical decidida a suprimir la lucha de clases a toda costa.

Instamos a los trabajadores a construir comités de base en cada lugar de trabajo, democráticamente responsables y dirigidos por los militantes obreros más respetados, para tomar la lucha en sus propias manos y unificar los combates contra el enemigo común.

¡Por la unidad internacional de la clase obrera!

La perspectiva central por la que lucha el PSI es la del internacionalismo socialista.

Los aliados de los trabajadores británicos son los trabajadores de Europa y del mundo que ya están entrando en lucha. En las últimas semanas se han llevado a cabo huelgas generales en Grecia, Italia y Bélgica. Oleadas de huelgas industriales se han extendido por Turquía, Francia y otros países. Un movimiento de masas de la clase trabajadora y los pobres de las zonas rurales ha derrocado al gobierno de Rajapakse en Sri Lanka.

Una ofensiva industrial y política decidida por parte de la clase obrera británica centrada en desafiar el derecho de los partidos de las grandes empresas a gobernar se convertiría en una poderosa inspiración para las luchas de clases en desarrollo en Europa y en todo el mundo.

Esto es lo que representa el PSI y es la base de nuestro llamamiento a unas elecciones generales y la construcción de nuestro partido como la nueva dirección socialista de la clase obrera.

(Publicado originalmente in inglés el 17 de julio de 2017)

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