El jueves pasado, el Gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos aprobó un recorte en el sistema de pensiones en el Congreso de los diputados. Los recortes se acordaron en conversaciones entre la Unión Europea (UE) y los principales sindicatos españoles, Comisiones Obreras (CCOO) vinculadas a Podemos y la Unión General de Trabajadores (UGT), alineada con el PSOE.

Esto sucede a la vez que estalla una oleada de huelgas masivas contra la austeridad y la inflación por toda Europa, en Francia, Alemania, Gran Bretaña, Portugal, Grecia, Bélgica, Holanda y más países. En el otro lado de los Pirineos, millones de trabajadores franceses están llevando a cabo protestas contra los recortes de pensiones de Macron, que está tratando de imponerlo frente a una abrumadora oposición popular. A su vez, el aliado francés de Podemos, el líder del partido Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, está lanzando propuestas poco serias a la burocracia sindical francesa para que piense en una huelga general contra Macron.

Las acciones de Podemos dejan claro que, como en Francia, no existe un mecanismo 'democrático' dentro del estado capitalista existente para que los trabajadores hagan sentir su oposición a la austeridad. Podemos está respaldando los recortes exigidos por la UE para que los bancos y corporaciones españolas puedan obtener un cuarto pago de 10.000 millones de euros del fondo de rescate de la pandemia de la UE. El historial de Podemos, un partido pseudoizquierdista de la clase media acomodada demuestra que los trabajadores en Europa no pueden oponerse a la austeridad votando para el gobierno capitalista a los partidos falsamente promocionados por los medios capitalistas como la 'izquierda'.

En España, como en Francia y en toda Europa, el camino a seguir es construir un movimiento de masas desde la base, independiente de las burocracias sindicales y opuesto a todo el establishment político, incluidos los partidos pseudoizquierdistas como Podemos.

Los dirigentes españoles se jactan de que otros países de la UE están preparando ataques similares y utilizarán los recortes en España como modelo. La semana pasada, José Luis Escrivá, ministro de Inclusión y Seguridad Social, dijo que está recibiendo llamadas de sus homólogos europeos para organizar reuniones, incluyendo los ministros de Alemania, Bélgica y Rumania. “Estoy convencido, ya tenemos esas impresiones, de que va a ser una referencia a nivel internacional en cómo se deben abordar estas reformas en el futuro” comentó en una rueda de prensa.

La reforma profundiza los amplios recortes de pensiones realizados por el PSOE en 2011, que aumentaron la edad de jubilación en dos años, de 65 a 67. La nueva reforma significará:

• Las pensiones se calcularán utilizando los últimos 29 años de vida laboral, en lugar de los 25 actuales. Esto significará un recorte sustancial de los niveles futuros de las pensiones, ya que los trabajadores tienden a ganar más al final de su vida laboral. En cualquier caso, debido a reformas anteriores, para poder cobrar la totalidad de la base reguladora de una pensión, los trabajadores tendrán que trabajar un mínimo de 37 años a partir de 2027. Si se jubilan a los 64 años después de haber contribuido durante 35 años, su pensión se reducirá en un 21 por ciento.

• Los salarios más altos contribuirán más al sistema de seguridad social. Esto será del 1 por ciento en 2025 y aumentará a una tasa de 0,25 puntos porcentuales por año hasta llegar al 6 por ciento en 2045. Mientras que PSOE-Podemos han presentado esto como un impuesto a los ricos, la verdad es que se está aplicando solo a los ingresos salariales, no a los ingresos por ganancias de capital, que constituyen la abrumadora mayoría de los ingresos de los parásitos súper ricos.

• En caso de 'eventuales excesos' del gasto en pensiones, el organismo encargado de auditar el nuevo sistema, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), “identificará un conjunto amplio de posibles medidas para eliminar el exceso de gasto neto en pensiones.” Si esto sucede, el gobierno abrirá negociaciones con los sindicatos y las grandes empresas “para corregir, de forma equilibrada, el exceso del gasto en pensiones.” La ley indica que esto se puede lograr a través de 'un aumento de las cotizaciones' o con “otra fórmula alternativa de incrementar los ingresos o una reducción del gasto”.

Los trabajadores no solo se jubilarán más tarde, sino que aquellos que logren jubilarse recibirán una pensión de pobreza. Actualmente, el 64 por ciento de los pensionistas ganan menos del salario mínimo vital. El grupo más numeroso, 1.097.000 pensionistas, recibe entre 700 y 750 euros mensuales.

Este último recorte de pensiones se produce un año después de que el gobierno PSOE-Podemos aprobara una reaccionaria reforma laboral antiobrera, diseñada por las burocracias sindicales y el Ministerio de Trabajo liderado por Podemos.

Los ataques a las pensiones y los trabajadores elaborados entre el gobierno PSOE-Podemos y la UE has desenmascarado las mentiras por el entonces líder de Podemos y vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesias. Respaldando el rescate pandémico de la UE de €750.000 millones en julio de 2020, afirmó que 'en esta ocasión no tendremos austeridad, sino un ambicioso plan de estímulos fiscales”.

Los trabajadores y los jóvenes deben extraer lecciones políticas clave de este ataque reaccionario. En primer lugar, la clase obrera no puede defender sus salarios y pensiones a través de fuerzas pseudoizquierdistas como Podemos, LFI en Francia, Jeremy Corbyn en el Reino Unido o Die Linke en Alemania.

En segundo lugar, los trabajadores están luchando no solo contra el gobierno y la UE, sino también contra las burocracias sindicales. Durante más de una década, los dirigentes sindicales han trabajado mano a mano con los sucesivos gobiernos del PSOE, el PP y ahora del PSOE y Podemos para recortar las pensiones. Ahora están saludando el último recorte como 'histórico', alegando que 'fortalecerá' el sistema de pensiones en términos de 'suficiencia, equidad y sostenibilidad'.

La alternativa es construir comités de base en los lugares de trabajo, las escuelas y los barrios obreros. Estos comités deben rechazar los vínculos con las burocracias sindicales y organizar y coordinar huelgas independientemente de ellas.

En tercer lugar, detener la guerra entre Estados Unidos y la OTAN contra Rusia en Ucrania es una condición previa esencial para transferir miles de millones de euros desde la maquinaria de la muerte hacia necesidades sociales críticas como las pensiones.

El gobierno PSOE-Podemos ha aumentado el presupuesto militar a €27.000 millones, el mayor aumento de España en gasto militar de la historia, €75,7 millones diarios. Esto se suma a los millones de euros en armas, municiones y entrenamiento gastados en las tropas ucranianas. Al igual que los gobiernos de toda Europa, el Gobierno del PSOE y Podemos está desviando miles de millones de euros desde las pensiones, la educación y la salud a la guerra, que amenaza con estallar en un conflicto europeo y global involucrando el uso de armas nucleares.

En cuarto lugar, los trabajadores deben responder a la coordinación de los ataques sociales de los bancos y la UE mediante la construcción de un movimiento de base de trabajadores en toda Europa e internacionalmente. En una economía globalizada dirigida por empresas transnacionales, ninguna de las demandas esenciales de los trabajadores puede satisfacerse movilizando a los trabajadores en un solo país. El recrudecimiento europeo de la lucha de clases y el crecimiento de organizaciones obreras independientes sentarán las bases para que los trabajadores tomen el control de sus propias huelgas y luchen para tomar el poder y construir los Estados Unidos Socialistas de Europa.

(Publicado originalmente en inglés el 2 de abril de2023)