Español

El actor-cómico Russell Brand linchado por una turba mediática tras recibir acusaciones de agresión sexual

El cómico, actor y comentarista social británico Russell Brand ha sido acusado de violación, agresión sexual y comportamiento controlador y abusivo por cuatro mujeres, todas anónimas. Estas afirmaciones sin fundamento fueron presentadas en una investigación conjunta, iniciada hace cinco años, por el Times, Sunday Times y el programa Dispatches de Channel 4. Publicadas durante el fin de semana, las acusaciones rápidamente dominaron las noticias mundiales. Se han gastado recursos considerables en el esfuerzo de desacreditar y destruir a Brand.

El ataque al cómico tiene todas las características de una difamación al estilo #MeToo(#YoTambién), como los organizados contra los actores Kevin Spacey, Johnny Depp y muchos otros. En el caso de Brand, también está el asunto de sus posiciones antisistema en varias cuestiones, incluida la relación Rusia-Ucrania.

Loading Tweet ...
Tweet not loading? See it directly on Twitter

En una declaración en video, Brand insiste en que 'refuta absolutamente' las acusaciones. Agrega que en un período de su vida “Yo era muy, muy promiscuo. Ahora, durante ese tiempo... las relaciones que tuve fueron absolutamente consensuadas. Siempre fui transparente sobre eso entonces ... Ver esa transparencia convertida en una metástasis de algo criminal, que niego absolutamente, me hace preguntarme: ¿hay otra agenda en juego?”

Afirma, además, refiriéndose a sus podcasts y otras presentaciones públicas, que “hay una agenda seria y concertada para controlar este tipo de espacios y este tipo de voces, y me refiero a mi voz junto con la tuya”.

La respuesta histérica a la historia de Brand en los medios de comunicación, con The Guardian y otros periódicos nominalmente 'liberales' a la cabeza, socava los principios legales y democráticos básicos. Ha juzgado preventivamente a Brand culpable, convirtiéndolo en un paria y poniendo en peligro cualquier posibilidad de un juicio justo si eso alguna vez estuviera en juego en el futuro.

Tal como están las cosas, el primer y único proceso legal comenzó el lunes, cuando se presentó una queja a la Policía Metropolitana de Londres sobre un evento que supuestamente tuvo lugar en el Soho en 2003. Actualmente no hay investigaciones policiales ni cargos.

La presunción de inocencia en la que se basa cualquier sociedad democrática significa que Brand no es culpable de nada hasta que se demuestre así en un tribunal de justicia. Pero la impresión completamente opuesta se da en la cobertura de los medios, con palabras como 'supuestamente' solo incluidas a regañadientes como una desafortunada sutileza legal.

Para justificar esto, ha habido un intento profundamente reaccionario para desligar una esfera supuestamente separada, una 'zona gris', de derechos legales de la sociedad en general. En un tweet reenviado por el popular comentarista legal The Secret Barrister (El abogado secreto), un abogado senior escribió: 'Creo que los abogados están peleando un poco con el término 'inocentes hasta que se demuestre lo contrario'. Por supuesto, eso tiene un lugar definido como concepto legal...

“Sin embargo, eso no significa que los procesos legales sean la única forma en que alguien puede ser juzgado como deficiente. La vida está llena de ocasiones en las que juzgamos la conducta de los demás. Esa conducta puede no llegar a la criminalidad, pero puede incluir una criminalidad que no se acerca a la sala del tribunal …

'Caemos en un error si pensamos que el proceso penal es el único árbitro de si alguien ha hecho algo 'incorrecto''.

Esta es una receta para la caza de brujas macartista. Un sistema jurídico que no se basa en la presunción de inocencia se rige por rumores, prejuicios y juicios precipitados basados en información incompleta. Es un ambiente fértil para ataques estatales y mediáticos, venganzas personales y campañas de rumores.

Se ha creado una atmósfera en la que Brand no solo es tratado como si ya estuviera condenado, y, debe agregarse, más allá de cualquier posibilidad de reinserción, sino que se busca anularlo como persona.

La BBC y Channel 4 han eliminado algunos contenidos con Brand de sus servicios de streaming y YouTube ha desmonetizado sus cuentas. Las próximas fechas de la gira de stand-up de Brand se han pospuesto. La agencia de talentos Tavistock Wood ha 'finalizado todos los lazos profesionales' y los editores de Bluebird han 'pausado todas las publicaciones futuras' con él. El eterno cobarde político Jeremy Corbyn ha eliminado a Brand de su próximo libro de poesía coeditado con el exjefe sindical Len McCluskey.

Una segunda característica de la cobertura de las acusaciones de Brand ha sido la prisa por 'fundamentarlas' con referencias a cómo se ha comportado en su vida pública. Varias rutinas gráficas de stand-up y el hecho de que Brand pidiera al personal de producción los números de teléfono de personas de su público que encontraba atractivas se encuentran entre los ejemplos dados del “secreto a voces” de su actitud hacia las mujeres, como si esto traicionara una mente criminal.

Pero nada de esto es ilegal. De hecho, como los comentaristas admiten con frecuencia, era normal en ese momento, o al menos para la personalidad extravagante, provocativa y autoproclamada de 'adicto al sexo' de Brand que le valió un gran éxito en los medios.

Gran parte del carácter febril de la cobertura actual proviene de los miembros de la clase media acomodada que se suben unos sobre otros para expiar su fracaso en el pasado en denunciar lo que ahora debe tratarse como una maldad desmesurada. Con su estilo de vida escabroso, Brand es una especie de villano preparado para la era #MeToo, al que hay que denunciar de manera performativa con el grado apropiado de autoflagelación por la propia “complicidad” pasada.

Como ha ocurrido con muchos escándalos de agresión sexual anteriores, esto está ligado a la sugerencia hiperconservadora de que el sexo en sí mismo está al borde del delito. El editor de medios de The Guardian, Jim Watterson, escribe que “la hipersexualización y las representaciones gráficas del deseo sexual eran parte de su personalidad pública, lo cual no es ilegal, pero puede haber sido considerado una señal de alerta por quienes lo contrataron para presentar sus programas”.

Otra agenda clara es ensombrecer a cualquier medio de comunicación no examinado por los guardianes tradicionales de la opinión pública. La mezcla ecléctica de puntos de vista opuestos de Brand, primero ampliamente 'izquierdista', ahora centrada en la política de 'unir izquierda y derecha', transmitida a lo largo de cinco videos de 10 a 20 minutos a la semana en su canal de YouTube, le ha otorgado más de seis millones de suscriptores.

Sus oponentes han utilizado las acusaciones en su contra para declarar la temporada abierta en esta plataforma. El júbilo vengativo es evidente en el artículo de “análisis” de Watterson, titulado: “Ahora veremos cuántos compraron el numerito anti-'medios dominantes' de Brand. Otros titulares incluyen, “El país de las maravillas de Russell Brand: la tribuna improvisada online donde la estrella impulsa su ‘libertad de expresión’” y 'Dentro del culto online impulsado por la conspiración de Russell Brand'.

Incluso se ha hecho la afirmación absurda y censuradora de que toda la presencia de Brand en las redes sociales se construyó como defensa contra posibles acusaciones de agresión sexual. Estas son reunidas por el Daily Mail en el artículo, '¿Sabía Russell Brand que todo esto vendría? Compañeros cómicos y expertos afirman que la estrella pasó cuatro años 'preparando' a sus seguidores de culto online 'para que lo apoyaran cuando las acusaciones de violación se hicieran públicas'.

Entre todas las opiniones expresadas por Brand universalmente catalogadas como “teorías de conspiración”, la que realmente enfurece es su negativa a aceptar la narrativa oficial sobre la guerra OTAN-Rusia en Ucrania.

El 27 de junio, Brand citó extensamente un artículo del World Socialist Web Site sobre la muerte del líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin. El 19 de enero, comentó que en la Segunda Guerra Mundial 'luchamos junto a la Unión Soviética contra los nazis reales. Parece que estamos luchando junto a nazis reales contra Rusia sin que nadie nos diga que eso es lo que está sucediendo'. Nuevamente hizo referencia a la cobertura del WSWS.

Para el entorno político y mediático fervientemente partidario de la guerra, esto es imperdonable y le ha puesto una diana en su espalda.

Es necesario defender los derechos legales y democráticos para poner fin a la situación en la que figuras públicas y artistas pueden ser derribados simplemente mediante acusaciones y chismes malintencionados. No debería ser necesario explicar el enorme poder que esto otorga a quienes tienen mayor influencia en los medios y la política, y la injusticia que se puede provocar.

Muy recientemente, el actor Kevin Spacey ha visto a un tribunal británico desestimar el último de varios cargos penales presentados sobre la base de acusaciones que, sin embargo, han destruido su vida.

No se puede construir una oposición masiva a la guerra OTAN-Rusia y al capitalismo sin garantizar la comprensión y el compromiso más amplios posibles con los derechos democráticos. Hay que oponerse al juicio, sentencia y condena de Brand por parte de los medios.

(Publicado originalmente en inglés el 20 de septiembre de 2023)

Loading