El jueves, Tesla anunció que sus accionistas habían vuelto a aprobar un paquete de compensación récord a su director ejecutivo Elon Musk, que se valora actualmente en más de $45 mil millones. Como lo señaló el juez a cargo del caso en Delaware, quien bloqueó previamente el pago por “enriquecer injustamente al milmillonario”, la suma es “la mayor oportunidad posible de compensación jamás observada en los mercados públicos por varios órdenes de magnitud”.
El pago es un robo social, equivalente a que cada hogar en Estados Unidos se vea obligado a enviarle al hombre más rico del mundo un cheque de $350, cuando la mayoría casi no puede pagar sus recibos. Los “capitalistas ladrones” de la Edad Media les robaban a los viajantes uno a la vez al lado del camino. Pero por medio del “mercado libre” capitalista, Musk y sus oligarcas están estafando y robando a toda la humanidad.
El pago de Musk es mayor al costo estimado para eliminar la falta de vivienda ($20 mil millones) y el hambre ($25 mil millones) en Estados Unidos. Es equivalente al ingreso anual, antes de pagar impuestos, de 1,2 millones de trabajadores con un ingreso mediano en EE.UU. ($37.500).
Según la última lista de los 10 más ricos de Forbes, Elon Musk ya es el individuo más rico del planeta, con un patrimonio de $208,4 mil millones. Así como otros miembros de este grupo, incluyendo a Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Meta/Facebook) y Bernard Arnault (LVMH), la riqueza de Musk es mayor al producto interno bruto (PIB) de tres cuartas partes de los países del mundo (156 de 212).
La decisión de los accionistas de Tesla de entregar el paquete a Musk debe contextualizarse en el aumento acelerado de la desigualdad social, la financiarización de la economía, las guerras imperialistas y el colapso de la democracia.
El Financial Times reportó el sábado que las tendencias de los pagos a los ejecutivos están aumentando a su mayor paso en al menos 14 años, llevando la separación entre los súper ricos y el resto de la población a niveles récord.
El reporte del FT dice, “En lo que va del 2024, la mediana de los pagos a los directores ejecutivos en las compañías del índice S&P 500 ha aumentado 12 por ciento, según ISS Corporate, que forma parte de la empresa asesora por delegación Institutional Shareholder Services. Esto se compara con el incremento anual de 4,1 por ciento en el crecimiento salarial estadounidense, según las cifras oficiales”.
FT cita a William George, expresidente del Comité de Compensación en la Junta Directiva de Exxon y ex director ejecutivo de Medtronic, quien dijo que el pago a los ejecutivos “se ha salido de control” y que el paquete salarial de Musk envía el mensaje de que “el cielo es el límite aquí... puedes ganar tanto como quieras”.
Expresando su preocupación por el crecimiento de la ira y la oposición social, George agregó: “Esto va a causar una nueva división en nuestro país entre los que tienen y los que no tienen. Me preocupa mucho porque creo que habrá una pérdida de confianza [en las empresas]”.
La riqueza controlada por Musk y otros oligarcas está directamente relacionada con la crisis social extrema que enfrentan millones de trabajadores y jóvenes en los Estados Unidos y en todo el mundo.
Oficialmente, hay 582.500 personas sin hogar en los Estados Unidos, y se sabe que es una estimación incompleta. Mientras se obsequia miles de millones de dólares a Musk, los trabajadores y sus familias se enfrentan a precios altísimos, trabajando en múltiples empleos solo para sobrevivir, mientras que el Gobierno está recortando fondos para los programas sociales, la educación, la salud e infraestructura.
Tanto los demócratas como los republicanos en todos los niveles del Gobierno afirman que no hay dinero para programas sociales básicos, mientras que los ricos pagan pocos o ningún impuesto, y se proporcionan innumerables miles de millones para la guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia en Ucrania y para el genocidio de los palestinos en Gaza por parte del Gobierno israelí.
La riqueza acumulada por las élites de multimillonarios está ligada al aumento de décadas del mercado de valores, un mecanismo para canalizar la riqueza de la sociedad a las manos de la oligarquía corporativa y financiera. Los $45 mil millones que se destinan a Musk son acciones de Tesla, una “recompensa” por el rápido aumento del valor de las acciones de la compañía de $50 mil millones en 2018 a $558 mil millones en la actualidad.
El aumento en el valor de las acciones es el resultado de la especulación desenfrenada en Wall Street, impulsada por una política de la Reserva Federal de imprimir dinero para los ricos. La transferencia de activos del banco central a los extremadamente ricos alcanzó un punto álgido durante la respuesta de los demócratas y republicanos a la pandemia del coronavirus, cuando se entregaron 3 billones de dólares a la oligarquía financiera entre febrero y junio de 2020.
Después de que se aprobara la Ley CARES en marzo de 2020, la clase dominante lanzó una campaña para obligar a los trabajadores a regresar al trabajo, lo que ha provocado un exceso de mortalidad de más de 1,5 millones de personas en los EE.UU. y más de 27 millones en todo el mundo. Musk fue uno de los principales defensores de las infecciones masivas por COVID-19, incluso desafiando las leyes estatales de California al reabrir las plantas de Tesla, una política criminal que fue aceptada por los funcionarios estatales demócratas.
En su declaración publicada a principios de año, el World Socialist Web Site explicó: “La acumulación de riqueza personal, aunque inmensamente significativa por derecho propio, es secundaria y está conectada con la inmensa concentración de poder económico en un pequeño número de megaconglomerados que son propiedad de las élites gobernantes capitalistas”.
Señaló en particular la influencia masiva de un puñado de compañías tecnológicas, que “ejercen un enorme poder sobre el internet y las redes sociales”, citando el hecho de que Musk es dueño de Twitter/X. El multimillonario ha utilizado su control de la compañía para promover teorías de conspiración de extrema derecha y organizaciones políticas e individuos fascistizantes como Donald Trump, el presunto candidato del Partido Republicano en las elecciones presidenciales de 2024.
La declaración explicó la relación entre la extrema concentración de poder económico y el crecimiento del autoritarismo y la dictadura en todo el mundo. “Estas son las fuerzas que están dejando sin oxígeno a la democracia en todo el mundo. La idea de que es posible preservar los derechos democráticos básicos sin hacer frente a las fuerzas y los intereses económicos subyacentes es delirante”.
En respuesta al anuncio de Tesla, el candidato del Partido Socialista por la Igualdad para presidente de Estados Unidos, Joseph Kishore, emitió un comunicado, que decía en parte:
La necesidad expropiar a los expropiadores, abolir el capitalismo y sustituirlo por el socialismo, en los Estados Unidos y en todo el mundo, solo se ha vuelto más apremiante en los últimos cuatro años. Los oligarcas, atiborrados de riqueza, han normalizado las muertes masivas en la pandemia, han normalizado el genocidio en Gaza y están llevando a la humanidad al abismo de una guerra nuclear.
No hay un solo problema social que enfrenten las masas de trabajadores en todo el mundo que pueda abordarse fuera de una reestructuración fundamental de la vida social y económica. La riqueza obscena acumulada por la oligarquía corporativa y financiera debe ser aprovechada y redirigida para satisfacer las necesidades sociales apremiantes. Las gigantescas corporaciones e instituciones financieras deben estar bajo control democrático, administradas sobre la base de la necesidad social y no el lucro privado.
La realización de este programa, la única respuesta racional al crecimiento extremo de la desigualdad social, solo es posible a través de la lucha de clases, en oposición a toda la clase dominante y su aparato estatal, a través del desarrollo de un movimiento de la clase trabajadora que tenga como objetivo la conquista del poder y la reorganización socialista de la vida económica en los Estados Unidos y en todo el mundo.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 17 de junio de 2024)
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