La siguiente declaración será distribuida en las protestas organizadas el 24 de julio en Washington D.C. en oposición al discurso del primer ministro Benjamín Netanyahu a una sesión conjunta del Congreso. 

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu está pronunciándose ante una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos el 24 de julio con la invitación de los demócratas y los republicanos. Ese mismo día, decenas de miles se concentrarán en Washington D.C. para manifestar su enfado al crimen histórico que se perpetra frente a sus ojos. 

Por nueve meses y medio, Israel ha infligido muerte y destrucción al pueblo palestino en Gaza. Mientras Netanyahu llegaba a EE.UU. el lunes, el Ministerio de Salud de Gaza reportó que la cifra oficial de muertes ha superado 39.000, en su mayoría mujeres y niños. Casi 90.000 han sido heridos. 

Esta es la cifra oficial basada en muertes verificadas por bombas israelíes. La cifra real es mucho mayor. Hace dos semanas, The Lancet, una de las revistas médicas revisadas por pares más respetadas del mundo, estimó que las muertes directas e indirectas podrían ser 186.000 o más. 

En su campaña genocida, Israel ha destruido sistemáticamente edificios residenciales, escuelas, instituciones religiosas, hospitales y toda la infraestructura social de la Franja de Gaza. Ha implementado una política de inanición y enfermedad, privando a los palestinos de comida y suministros médicos. 

Netanyahu y sus ministros son criminales de guerra. El mundo entero lo sabe. El genocidio es la culminación de 75 años de opresión contra el pueblo palestino. El Gobierno israelí aprovechó los eventos del 7 de octubre para emprender su “solución final” al “problema palestino”.

Netanyahu visita Washington poco después de un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de que el medio siglo de ocupación israelí de los Territorios Palestinos es ilegal. El jefe del Estado israelí y su ministro de Defensa se enfrentan a cargos del fiscal jefe de la Corte Penal Internacional por “crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad” que incluyen “asesinatos” y “exterminio”. 

Al ser culpables de crímenes de guerra a una escala tan monumental, Israel y sus defensores recurren a mentiras monumentales. Acusan a los millones que han protestado estos crímenes de “antisemitismo”. ¡Qué fraude! Las personas judías han sido entre las más activas en las protestas, indignadas de que Israel afirme que el genocidio se está llevando a cabo en su nombre. 

La acusación de “antisemitismo” alcanzó el nivel de absurdo cuando se utilizó este mes para intimidar físicamente las protestas en Míchigan lideradas por Rene Lichtman, un sobreviviente del Holocausto nazi. 

Netanyahu y su régimen israelí son culpables de crímenes de guerra, por los cuales deben ser traídos a la justicia. Pero la invitación de los congresistas demócratas y republicanos para que Netanyahu se pronuncie ante una sesión conjunta del Congreso desenmascara la verdadera relación entre el imperialismo estadounidense e Israel. 

El genocidio de Gaza está hecho en Washington. Desde octubre pasado, el Gobierno estadounidense ha proporcionado al ejército israelí 14.000 bombas de 2.000 libras, más que cualquier otro tipo de munición, como parte de más de 6.500 millones de dólares en armas que ha dado a Israel desde el inicio del genocidio.

Netanyahu pronuncia su discurso en condiciones de crisis política sin precedentes en los Estados Unidos. Pero cualesquiera que sean sus conflictos y divisiones, la clase dominante está unida en su apoyo al genocidio de Israel.

Los republicanos acaban de celebrar un mitin fascista en forma de convención nacional. El grupo de reaccionarios políticos declaró su pleno apoyo a la embestida asesina en Gaza. El Gobierno del Partido Demócrata bajo Joe “El Genocida” Biden lo ha supervisado y apoyado financieramente en todo momento.

Hay informes de que Kamala Harris, la probable candidata del Partido Demócrata después de la salida anunciada de Biden de la contienda electoral, no asistirá al discurso de Netanyahu. Sin embargo, se reunirá con Netanyahu por separado para proclamar su apoyo y el apoyo de los demócratas a las acciones de Israel. 

La clase dominante estadounidense apoya el genocidio en Gaza porque es parte del plan del imperialismo estadounidense para reorganizar Oriente Próximo y el mundo entero. Hace solo dos semanas, Biden recibió a las potencias de la OTAN en Washington para planear una gran escalada de la guerra contra Rusia en Ucrania, que a su vez se considera como un paso hacia un conflicto con China. 

El Partido Socialista por la Igualdad apoya las protestas contra el discurso de Netanyahu. Aquellos en las manifestaciones del 24 de julio están motivados por la indignación y la ira por uno de los mayores crímenes de la época moderna. 

¡Pero no basta con indignarse! La lucha contra el genocidio debe basarse en una comprensión estratégica de los intereses sociales y políticos que lo impulsan. 

Entre las organizaciones que realizaron mítines el 24 de julio se encuentra la coalición ANSWER, que ha convocado una manifestación con el lema “¡Arresten a Netanyahu!”. Pero, ¿quién va a hacer el arresto? ¿Alguien cree que el Gobierno de Biden y el Partido Demócrata, ellos mismos empapados con la sangre de los palestinos, someterán a la justicia a su matón pagado Netanyahu?

No se trata de suplicar al Congreso ni a la clase dominante estadounidense que cambien sus políticas. Casi nueve meses de guerra han demostrado que los representantes de la oligarquía corporativa y financiera son indiferentes a tales llamamientos. 

La concentración y el encuentro organizados por el Partido Socialista por la Igualdad y el World Socialist Web Site se basan en una perspectiva completamente diferente. Estos eventos no solo protestarán por la visita de Netanyahu, sino que promoverán una perspectiva política sobre cómo se debe llevar adelante la lucha contra la guerra y la barbarie imperialista.

La tarea central es la fusión de la lucha contra la guerra con el creciente movimiento social en la clase trabajadora que lucha por la transformación socialista de la sociedad. La lucha contra el genocidio no puede separarse de la crisis más amplia del capitalismo, el descenso global a la barbarie, la dictadura, el fascismo y la guerra. 

La concentración y la reunión promoverán tres principios fundamentales:

• • La causa esencial de la guerra radica en el sistema capitalista de Estados nación, los intereses financieros globales de las corporaciones y el implacable impulso de la clase dominante estadounidense por la hegemonía mundial.
• • La lucha contra la guerra requiere la movilización del inmenso poder de la clase obrera estadounidense y su independencia política de los demócratas y republicanos, los partidos de la clase dominante de la guerra imperialista.
• • El movimiento contra el genocidio y la guerra debe ser internacional, uniendo a los trabajadores a nivel mundial en función de sus intereses de clase comunes.

Instamos a todos aquellos que estén de acuerdo con esta perspectiva a que asistan a la manifestación convocada por el Partido Socialista por la Igualdad en la Explanada Nacional de Washington D.C. el 24 de julio. La manifestación contra el discurso de Netanyahu debe transformarse en un movimiento político de la clase trabajadora que pueda poner fin al genocidio, la guerra imperialista y el sistema capitalista de ganancias.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de julio de 2024)