Tres años después del inicio de la guerra de Ucrania, la narrativa utilizada por las potencias imperialistas para justificar su provocación y escalada de la guerra está siendo expuesta como una sarta de mentiras.
Cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022, las potencias de la OTAN y sus serviles medios de comunicación proclamaron universalmente la invasión rusa como una “guerra no provocada”, un acto de agresión sin precedentes causado por la psicología del presidente ruso Vladímir Putin.
Por el contrario, el World Socialist Web Site analizó su verdadera naturaleza desde el principio. El WSWS se opuso a la invasión de Rusia como una respuesta desesperada y reaccionaria de la oligarquía a las consecuencias catastróficas de la disolución de la Unión Soviética. Explicó, sin embargo, que las potencias imperialistas provocaron la guerra y la intensificaron implacablemente para consolidar su dominio sobre la masa continental euroasiática. En febrero de 2023, el Consejo Editorial del WSWS escribió:
En las primeras etapas de casi todas las guerras, los Gobiernos alegan defensa propia y concentran su atención en quién disparó el “primer tiro”. A esto le sigue usualmente una propaganda incansable sobre atrocidades para demonizar al enemigo. Sin embargo, es inevitable que, en la medida en que se acumulen las bajas y queden frustradas las expectativas iniciales de ambos bandos, las causas subyacentes más profundas quedan al descubierto. Esto es lo que ha ocurrido en la guerra por la disputa de Ucrania. Tres años después del inicio de la guerra, se están revelando las “causas más profundas y los factores impulsores” de la guerra.
Tres años después, las “causas más profundas y los factores impulsores” de la guerra están quedando al descubierto.
Se acabó la retórica sobre la “autodeterminación nacional” y la defensa de la “democracia”. Más bien, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, pasaron el tercer aniversario de la guerra discutiendo, tanto en privado como en público, sobre quién obtendrá el botín de lo que queda de Ucrania.
“Debemos tener un acuerdo con Ucrania sobre los minerales críticos y las tierras raras”, dijo Trump durante su reunión con el presidente francés, citando sus esfuerzos para obligar al Gobierno de Zelenski a entregar los recursos minerales de Ucrania a Estados Unidos. El presidente francés, Emmanuel Macron, insistió en que las potencias europeas proporcionaron a Ucrania ayuda en forma de “subvenciones, préstamos y garantías de préstamos”, que también deben recuperarse de una forma u otra.
En esta riña entre ladrones imperialistas, todas las mentiras utilizadas para justificar la guerra de Ucrania se están derrumbando. Trump declaró abiertamente que Ucrania, no Putin, inició la guerra y se negó a negociar un acuerdo. Admite que los intereses de Estados Unidos en la guerra han sido los de las materias primas y la geopolítica. Afirma abiertamente que el presidente ucraniano Zelenski es un “dictador”, que gobierna a través de la ley marcial, burlándose de la afirmación de la Administración de Biden de que la guerra se trataba de defender la “democracia”.
Durante su conferencia de prensa conjunta, Macron se hizo nudos para explicar su propio papel en la oposición a cualquier solución negociada de la guerra. Declaró: “Siempre creo que es bueno tener conversaciones con otros líderes, especialmente cuando no estás de acuerdo. Dejé de hablar con el presidente Putin después de Bucha y los crímenes de guerra... Ahora hay un gran cambio porque hay una nueva Administración estadounidense”.
Macron se refería a las acusaciones de atrocidades en Bucha de marzo de 2022, que fueron aprovechadas por las potencias imperialistas para sabotear cualquier intento de una solución negociada de la guerra. En ese momento, las potencias imperialistas afirmaron que las presuntas atrocidades “lo cambiaron todo”, haciendo impensable cualquier negociación con el “asesino” Vladimir Putin. El WSWS explicó, por el contrario, que las acusaciones de la atrocidad de Bucha eran un “pretexto para intensificar la guerra de la OTAN contra Rusia”.
Un periodista serio le habría preguntado a Macron: “¿La elección de Donald Trump de alguna manera devolvió la vida a las víctimas de Bucha, o simplemente estaba usando sus muertes como pretexto para apoyar los esfuerzos de la Administración de Biden para prolongar la guerra?”. Hacer esta pregunta es responderla.
Las pretensiones fraudulentas utilizadas para justificar la participación de la OTAN en la guerra de Ucrania están colapsando, cuando ha quedado claro que la guerra ha resultado en una debacle sangrienta para las potencias de la OTAN. En enero de 2023, estas potencias se propusieron como objetivo táctico, en palabras del general Mark Milley, “liberar a la Ucrania ocupada por Rusia”, refiriéndose a la península de Crimea, que fue anexada por Rusia en 2014. En términos más generales, tenían la intención de imponer una “derrota estratégica” a Rusia, que implicaba el derrocamiento del Gobierno de Putin y la ruptura de la Federación Rusa.
Las potencias de la OTAN han fracasado en todos estos objetivos. Ucrania y sus patrocinadores de la OTAN no solo nunca estuvieron cerca de retomar Crimea y los territorios separatistas en el Donbás, sino que Ucrania perdió otro 15 por ciento de su territorio.
Si bien la campaña bélica de la OTAN ha sido un desastre, los efectos de la guerra han sido muy reales. Tanto el Wall Street Journal como la OTAN han estimado que 1 millón de personas han muerto o han resultado heridas, y grandes porciones de Ucrania han sido destruidas.
Los efectos de la guerra de Ucrania han llegado a todos los rincones del mundo. Todos los países imperialistas, incluidos Alemania y Japón, lo han utilizado para rearmarse masivamente, abandonando las promesas que hicieron después de la Segunda Guerra Mundial de nunca seguir una política exterior agresiva.
La guerra de Ucrania ha puesto el uso de armas nucleares en el centro de la geopolítica internacional. En octubre de 2022, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dijo que la intensificación de la guerra de Ucrania amenazaba con un “Armagedón” nuclear, mientras que las agencias de inteligencia de los Estados Unidos calificaron la probabilidad del uso de armas nucleares hasta en un 50 por ciento. A pesar de estas advertencias, el imperialismo estadounidense y europeo continuó expandiendo la guerra, enviando tanques, aviones y misiles de largo alcance de la OTAN a las fronteras de Rusia.
Cualquiera que sea el resultado de las negociaciones que están teniendo lugar entre Estados Unidos, Rusia y las potencias imperialistas europeas, el espectro de la guerra global no se puede volver a poner en la lámpara. Más bien, como explicó el Comité Internacional de la Cuarta Internacional en su declaración de 1991 oponiéndose a la guerra del golfo Pérsico:
Al igual que en los años anteriores a 1914 y 1939, el saqueo y la esclavitud de países pequeños e indefensos está inextricablemente ligado a la intensificación de las disputas y luchas entre las potencias imperialistas.
Trump y la facción de la élite política que representa ven la guerra de Ucrania como un desastre costoso y una distracción de la prioridad de su Gobierno: la dominación de las Américas para crear una base de suministro para el conflicto con China.
Sin embargo, el cambio de estrategia de Trump en la guerra de Ucrania ha sacado a la superficie divisiones significativas dentro del establishment político estadounidense. El Partido Demócrata y sus medios de comunicación alineados, que no han hecho nada para oponerse a la destrucción de los derechos democráticos por parte de Trump, su recorte del gasto social y sus ataques contra los inmigrantes y los trabajadores federales, se oponen abiertamente al cambio de política de Trump en Ucrania. En un editorial, el New York Times declara que la “la admiración de Trump por el tirano en el Kremlin va mucho más allá de cualquier comportamiento que los estadounidenses deberían tolerar”.
El Times nunca ha usado ese lenguaje para describir ninguna de las demás acciones de su segundo mandato, sin importar cuán criminal o inconstitucional sea. Estos sectores de la élite política estadounidense temen que admitir la derrota en Ucrania conduzca a un colapso desastroso en la posición global y el dominio económico del imperialismo estadounidense. ¿Qué pasará con la posición global del dólar, se preguntan, la próxima vez que haya una crisis financiera, que requiera un nuevo rescate masivo del Gobierno?
Cualquiera que sea el resultado del cambio de política de Trump en Ucrania, es solo el preludio de una erupción aún mayor de violencia imperialista global. La guerra que estalló entre la OTAN y Rusia en Ucrania está haciendo metástasis en un conflicto que abarca todo el mundo, en el que los objetivos del imperialismo estadounidense no son solo las antiguas colonias y los países de la antigua URSS, sino también los rivales del imperialismo estadounidense por la dominación global.
Después de tres años de la guerra de Ucrania, los trabajadores de todo el mundo deben sacar ciertas lecciones críticas. Todas las facciones de la élite política estadounidense y europea están comprometidas con la guerra como medio para repartirse el mundo y subyugar las antiguas colonias. El capitalismo está enfrentando a la humanidad con la erupción de una tercera guerra mundial.
La sangrienta debacle de la guerra de Ucrania reivindica la oposición de principios del Comité Internacional de la Cuarta Internacional tanto a las provocaciones de las potencias imperialistas como al Gobierno reaccionario de Putin. Tanto en Rusia como en Ucrania, la Joven Guardia Bolchevique-Leninista, un grupo que ha declarado su solidaridad con el Comité Internacional, ha luchado para oponerse a la guerra y unificar a los trabajadores y jóvenes de la antigua Unión Soviética con sus hermanos y hermanas de clase en todo el mundo.
Por esto, Bogdan Syrotiuk, líder de la Joven Guardia Bolchevique-Leninista, ha sido encarcelado por el régimen de Zelensko. ¡Después de tres años de guerra brutal, los trabajadores de todo el mundo deben redoblar su llamado por la libertad del camarada Bogdan como un componente crítico en la lucha contra la guerra imperialista!
(Artículo publicado originalmente en inglés el 24 de febrero de 2024)