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La UE adopta un Libro Blanco que exige un aumento de €800.000 millones en el gasto en defensa

Un tanque de batalla Leopard II se exhibe para anunciar la incorporación al ejército alemán (Bundeswehr) en el Salón del Automóvil de Essen, Alemania, el viernes 1 de diciembre de 2023. [AP Photo/Martin Meissner]

Esta semana, la Comisión de la Unión Europea (UE) publicó su Libro Blanco Conjunto sobre la Preparación de la Defensa Europea 2030. Respaldado por el Consejo Europeo de jefes de Estado de la UE en una reunión el jueves, el Libro Blanco exige un asombroso aumento de €800.000 millones en el gasto militar de la UE para preparar a Europa para una guerra de alta intensidad contra Rusia, una de las principales potencias nucleares.

Esta política antidemocrática y militarmente suicida está preparando una explosiva confrontación con la clase trabajadora europea. El año pasado, una encuesta del Grupo Eurasia reveló que el 89 por ciento de la población en Europa occidental se oponía a enviar tropas terrestres a Ucrania para luchar contra Rusia. El financiamiento de aumentos en el presupuesto militar por parte del presidente francés Emmanuel Macron a través de la austeridad social, incluida una masiva reducción en las pensiones en 2023, provocó una abrumadora oposición popular y huelgas masivas.

No obstante, con desprecio por la opinión pública, la UE anuncia un enorme aumento en el gasto militar que solo puede financiarse con una devastadora austeridad social impuesta a los trabajadores y la juventud. Al celebrar el gran incremento del gasto militar de la UE durante la guerra entre la OTAN y Rusia en Ucrania, el Libro Blanco establece un marco para duplicar el gasto militar y la llamada “inversión militar” en armamento y equipo en los próximos cuatro años.

El “gasto en defensa de los Estados miembros de la EU ha crecido en más del 31 por ciento desde 2021, alcanzando el 1,9 por ciento del PIB combinado de la UE o €326.000 millones en 2024. Específicamente, la inversión en defensa alcanzó un nivel sin precedentes de €102.000 millones en 2024, casi duplicando la cantidad gastada en 2021”, se jacta el Libro Blanco, añadiendo: “Basándonos en proyecciones de un incremento gradual, la inversión en defensa podría alcanzar al menos €800.000 millones en los próximos cuatro años.”

El Libro Blanco establece cinco mecanismos básicos para aumentar el gasto militar:

* Un programa de préstamos llamado Seguridad y Acción para Europa (SAFE, por sus siglas en inglés) que otorgará €150.000 millones en préstamos a los Estados miembros de la UE para financiar el gasto militar.

* Invocar la “Cláusula de Escape Nacional del Pacto de Estabilidad y Crecimiento” para permitir que los Estados miembros de la UE tengan déficits presupuestarios superiores al 3 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), siempre que el gasto deficitario resultante se utilice para financiar el ejército. Según el Libro Blanco, esto podría “movilizar un gasto adicional en defensa de hasta el 1,5 por ciento del PIB”.

* Utilizar los fondos de la “política de cohesión” de la UE, que normalmente se destinan a los países más pobres de la UE para invertir en infraestructura clave o educación, para aumentar el gasto en defensa.

* Usar el Banco Europeo de Inversiones para financiar la construcción de armas de alta tecnología, como drones, armas espaciales y ciberarmamento.

* “Movilizar capital privado”, con medidas que incluyen la incautación de los ahorros privados de los ciudadanos de la UE y su uso para invertir en fabricantes de armas.

Estas confusas referencias a “inversión” y “préstamos” ocultan un hecho: la UE pretende financiar su rearme militar a través de la deuda y que esas deudas sean reembolsadas por los trabajadores. El gasto militar se diferencia crucialmente de la inversión en capacidad productiva, como una fábrica: no genera nueva riqueza. El costo para el Estado de construir bombarderos no tripulados o misiles guiados, o de emplearlos en el campo de batalla, solo puede ser pagado mediante sus ingresos internos o saqueando nuevos ingresos en el extranjero.

La economía europea ha estado estancada durante casi dos décadas desde el colapso de Wall Street en 2008, drenada por repetidos rescates bancarios que entregaron billones de euros en fondos públicos a la élite financiera. Todos los Estados de la UE están profundamente endeudados, y varios están prácticamente en bancarrota: la deuda pública de Francia equivale al 110 por ciento de su PIB, la de España al 104 por ciento y la de Italia al 137 por ciento. Dado que los gobiernos de la UE rechazan aumentar los impuestos a los capitalistas, el gasto militar será financiado saqueando a los trabajadores, ya sea a través de la guerra imperialista en el extranjero o de la guerra de clases en casa.

Tras la muerte o mutilación de millones de ucranianos y cientos de miles de rusos en la guerra, el Libro Blanco hace un llamado macabro para que la UE “se beneficie de la experiencia de guerra de Ucrania”. Trata con total frialdad a Ucrania como un campo de pruebas para la aplicación de tecnologías modernas, como la inteligencia artificial, al asesinato mediante drones:

Ucrania está utilizando actualmente su experiencia en el frente para adaptar y actualizar continuamente su equipo, hasta el punto de haberse convertido en el principal laboratorio mundial de innovación en defensa y tecnología. Una cooperación más estrecha entre la industria de defensa ucraniana y europea permitirá una transferencia de conocimiento de primera mano sobre cómo usar mejor la innovación para lograr la superioridad militar en el campo de batalla…

Las innovaciones en tecnología de drones ya están dictando la forma en que se libran las batallas, y el papel de la robótica está destinado a crecer, con vehículos terrestres autónomos tomando la delantera en operaciones de combate iniciales… Hay amplias oportunidades para que Europa sobresalga en la producción de armas robóticas.

A partir de la experiencia de la guerra en Ucrania, el Libro Blanco exige un enorme aumento del gasto de la UE en siete áreas clave de tecnología militar, como defensa aérea y antimisiles, sistemas de artillería y misiles de largo alcance, reservas de municiones, sistemas de drones y antidrones, logística militar, ciberataques y transporte aéreo. Para garantizar que este rearme militar sea lucrativo para las empresas privadas, el Libro Blanco insiste en que se lleve a cabo a gran escala.

También aboga por la construcción de un “Escudo Fronterizo Oriental” para “fortalecer la frontera terrestre externa de la UE con Rusia y Bielorrusia contra amenazas militares e híbridas. Esto incluiría una combinación completa de barreras físicas, desarrollo de infraestructura y sistemas modernos de vigilancia”.

Es urgente alertar a los trabajadores y jóvenes. Lo que la UE está preparando es el mayor rearme militar y la mayor guerra en Europa desde la re-militarización de la Alemania nazi y la invasión genocida de Hitler a la Unión Soviética. El costo en vidas de un conflicto de esta magnitud, incluso antes de que se desencadene una guerra nuclear, sería catastrófico. Debe ser detenido, y detenerlo requiere rechazar los argumentos fabricados por la UE para justificar su rearme con la supuesta amenaza de Rusia y China.

“La estructura política que emergió tras el final de la Segunda Guerra Mundial y luego con la conclusión de la Guerra Fría ha sido gravemente alterada”, declara el Libro Blanco. “Si se permite que Rusia logre sus objetivos en Ucrania, su ambición territorial se extenderá aún más. Rusia seguirá siendo una amenaza fundamental para la seguridad de Europa en el futuro previsible… Estados autoritarios como China buscan cada vez más afirmar su autoridad y control sobre nuestra economía y sociedad”.

En realidad, durante toda la era posterior a la Guerra Fría, tras la disolución de la Unión Soviética por la burocracia estalinista en 1991, las potencias imperialistas europeas han estado en pie de guerra. Ya sea en competencia con el imperialismo estadounidense o en estrecha colaboración con él, han bombardeado, invadido y ocupado países desde Yugoslavia y Afganistán hasta Siria, Libia y Malí. El actual programa militar de la UE se basa en esta sangrienta historia.

La lucha contra la agresión militar, la austeridad social y los ataques a los derechos democráticos comienza en casa. Las venideras luchas de la clase trabajadora contra la austeridad y la violencia del estado policial en Europa deben armarse con la perspectiva de construir un movimiento socialista e internacionalista contra los planes del imperialismo europeo para la Tercera Guerra Mundial.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de marzo de 2025)