El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgó el jueves la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) de 2026, completando así la aprobación del mayor proyecto de ley de gasto militar de la historia de Estados Unidos: 901.000 millones de dólares, o más de un $billón si se suma la financiación suplementaria aprobada a principios de este año.

El Senado votó el miércoles por 77 votos a favor y 20 en contra la aprobación del proyecto de ley. Los líderes demócratas, entre ellos el líder de la minoría Chuck Schumer, de Nueva York, y el whip de la minoría Dick Durbin, de Illinois, votaron a favor del proyecto de ley. A ellos se unieron los senadores Mark Kelly, de Arizona, y Elissa Slotkin, de Michigan, quienes el mes pasado publicaron un vídeo en el que pedían al personal militar que desobedeciera las órdenes ilegales, ya que Trump estaba enviando al ejército estadounidense a una matanza en las costas de América Latina.

Citando las declaraciones de Trump sobre el uso de tropas para disparar a los manifestantes en Estados Unidos, Slotkin invocó el legado de los tribunales de Núremberg, que condenaron a los líderes nazis por crímenes de guerra y crímenes contra la paz. Pero a la hora de votar, esta invocación resultó ser completamente insignificante. Slotkin votó a favor de entregar a Trump los recursos para llevar a cabo su aventura militar contra Venezuela.

La autorización de $901.000 millones es $8000 millones más de lo que el propio Trump había solicitado. Si se suma a los $156.000 millones de financiación militar suplementaria aprobados en julio, el gasto militar total para el año fiscal 2026 superará el billón de dólares. Para poner esto en perspectiva: la NDAA de 2015 autorizó aproximadamente $600.000 millones en gasto militar.

Algunos medios de comunicación han promovido la afirmación de que la NDAA «obliga» a publicar las imágenes de vídeo del ataque del 2 de septiembre en el Caribe, en el que las fuerzas estadounidenses mataron a dos personas que se aferraban a los restos de un barco destruido. Esto es un fraude. La legislación simplemente recorta el presupuesto de viajes del secretario de Defensa, Pete Hegseth, en un 25 % a menos que publique las imágenes ante los comités del Congreso, un gesto sin sentido que Hegseth puede eludir fácilmente.

Mientras los demócratas proporcionan los votos para el aumento del gasto militar de Trump, los medios de comunicación corporativos se alinean detrás de su campaña contra Venezuela.

El Washington Post, propiedad del centimillonario Jeff Bezos, publicó el miércoles un editorial titulado «Bloquear a Venezuela es la mejor idea de Trump hasta ahora para presionar a Maduro». El Post declaró que el bloqueo de Trump a los envíos de petróleo venezolano es «una estrategia más coherente y legalmente defendible para provocar un cambio de régimen».

El editorial del Post respalda explícitamente el cambio de régimen —el derrocamiento violento de un gobierno extranjero— como un objetivo legítimo de la política estadounidense. Afirma: «El mejor escenario posible sigue siendo que Maduro se retire a algún país lejano, seguido de que Machado asuma de alguna manera el mando en Caracas». María Corina Machado es la líder de la oposición venezolana respaldada por Estados Unidos.

El New York Times, alineado con el Partido Demócrata, publicó este mes una serie editorial de seis partes en la que pedía una importante ampliación de la capacidad militar estadounidense. Declaraba que «a corto plazo, la transformación del ejército estadounidense puede requerir un gasto adicional, principalmente para reconstruir nuestra base industrial». El Times pide un gasto militar aún mayor, argumentando que es necesario para prepararse para la guerra con China.

Los demócratas están fundamentalmente de acuerdo con el programa de escalada militar de Trump. Su crítica a la administración no es que se esté preparando para una guerra catastrófica en América Latina, sino que no está lo suficientemente comprometida con el conflicto con Rusia en Ucrania y amenaza con reducir el número de tropas en Europa. La NDAA incluye disposiciones que impiden al Pentágono reducir las tropas estadounidenses en Europa por debajo de 76.000, una medida que no tiene como objetivo oponerse al militarismo de Trump, sino garantizar que el conflicto con Rusia continúe.

La NDAA destina $34.000 millones a programas de armas nucleares, lo que supone un nuevo avance en la expansión masiva del arsenal nuclear estadounidense. Esta escalada se remonta a las políticas iniciadas bajo la administración Obama, que en 2016 dio a conocer un plan para modernizar los tres componentes de la tríada nuclear con un coste previsto de $1 billón en tres décadas. Desde entonces, el precio de esta reforma se ha disparado, y las estimaciones actuales se acercan a los $1,5 billones.

Otras disposiciones incluyen la financiación de los misiles balísticos intercontinentales Sentinel, nuevos misiles de crucero con ojivas nucleares y 13 000 millones de dólares para un sistema de defensa antimisiles «Golden Dome».

Trump anunció el martes un «bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela». Exigió que Venezuela «devuelva a los Estados Unidos de América todo el petróleo, las tierras y otros activos que nos robaron anteriormente», una declaración de intenciones de despojar a Venezuela de sus recursos petroleros.

El bloqueo ya está teniendo efectos devastadores. Tras la incautación por parte de Estados Unidos de un petrolero venezolano la semana pasada, al menos cinco superpetroleros que se dirigían originalmente a Venezuela han cambiado de rumbo. Siete petroleros en puertos venezolanos han estado inactivos durante casi una semana. Según el Wall Street Journal, la aplicación estricta del bloqueo reduciría la entrada de divisas fuertes, lo que agravaría la escasez de alimentos y combustible y exacerbaría la inflación, que según las estimaciones del FMI alcanzará casi el 700 % el próximo año.

Desde principios de septiembre, las fuerzas estadounidenses han matado al menos a 95 personas en 25 ataques distintos contra barcos. Solo el lunes, el ejército anunció que había atacado tres embarcaciones más en el Pacífico oriental, matando a ocho personas.

Los demócratas han proporcionado a Trump los recursos, la cobertura legal y el apoyo político para una guerra de saqueo colonial contra Venezuela. Los trabajadores de Estados Unidos y de todo el mundo deben oponerse a esta campaña imperialista de guerra y construir un movimiento de masas contra la guerra y el sistema capitalista que la produce.

(Publicado originalmente en ingles el 18 de diciembre de 2025)