Durante la última semana, varios dirigentes prominentes de los Socialistas Demócratas de Estados Unidos (DSA; Democratic Socialists of America) han publicado tuits celebrando el asesinato de León Trotsky en 1940, presentando al asesino, el agente estalinista de la GPU, Ramón Mercader, como un héroe.
Muchos de los tuits de los líderes del DSA incluyen fotografías y memes de un piolet, el arma utilizada por Mercader para matar a Trotsky. Nickan Fayyazi, un miembro del Comité Nacional Coordinador de los Jóvenes Socialistas Demócratas de Estados Unidos (YDSA; Young Democratic Socialists of America) presenta una de estas imágenes con el texto “esto podría ser útil hoy”.
Dan Pozzie, miembro del DSA en Asheville, Carolina del Norte, propone erigir un monumento para el asesino de Trotsky que diga, “En memoria de Ramón Mercader: él nos mostró el camino”. Un tuit de un miembro reciente del Comité Directivo del DSA en el área del este de la bahía de San Francisco, California, afirma, “Las bromas de piolets nunca dejarán de ser divertidas “y “seguiremos haciendo bromas sobre piolets en público y sin reservas”.
Los tuits forman parte de una respuesta coordinada por parte de un sector importante de oficiales de DSA hacia el aumento de miembros de base del DSA que están leyendo el World Socialist Web Site, la publicación en línea del trotskista Comité Internacional de la Cuarta Internacional.
En marzo y abril, un artículo del World Socialist Web Site exponiendo a la miembro de DSA y congresista demócrata, Alexandria Ocasio-Cortez, por denunciar las críticas al Gobierno de Biden como “mala fe” tuvo más de 100.000 lectores individuales, incluyendo miles de miembros del DSA. La ansiedad por el impacto de las críticas del WSWS hacia el Partido Demócrata y la burocracia sindical se profundizó cuando fracasó en abril la campaña de sindicalización de la federación AFL-CIO en la instalación de Amazon en Bessemer, Alabama.
Los miembros del DSA que celebran el asesinato de Trotsky incluyen a cargos públicos electos a nivel nacional y dirigentes de su ala juvenil (YDSA), presidentes de secciones, líderes de clubes universitarios y podcasteros influyentes del DSA, así como contribuyentes al diario Guardian y a medios afiliados al DSA como la revista Jacobin.
Aquellos que tuitean bromas enfermizas sobre el asesinato de Trotsky están difundiendo el equivalente político de la pornografía. No solo se burlan del asesinato de una de las figuras más importantes en la historia del socialismo del siglo veinte, sino que se solidarizan con la campaña de asesinatos masivos del régimen totalitario de Stalin.
El hecho de que tales individuos tengan puestos dirigentes dentro del DSA debe ser tomado como una advertencia seria por parte de los miembros de base y los simpatizantes de esta organización. En la política, se juzga a las personas por sus acciones. Los individuos que se solidarizan con los crímenes de Stalin no tienen nada en común con la política auténticamente de izquierda. La trayectoria de su política no se dirige hacia el socialismo, sino hacia el apoyo de la represión estatal contra el movimiento socialista.
Desde el punto de vista de la lucha de clases internacional y el futuro del socialismo, el asesinato de Trotsky el 20 de agosto de 1940 fue el crimen político más trascendental del siglo veinte. Su asesinato privó a la clase obrera internacional del último líder sobreviviente de la Revolución de Octubre de 1917 y al máximo estratega de la revolución socialista mundial. Trotsky desempeñó un papel monumental en la lucha por el socialismo mundial, como teórico, orador, escritor, organizador de la toma del poder por parte de la clase obrera, líder del Ejército Rojo, oponente implacable del estalinismo, fundador de la Cuarta Internacional y visionario socialista de un mundo libre de todas las formas de opresión. El estudio y la asimilación del vasto legado de Trotsky son esenciales para la preparación de la victoria del socialismo en el siglo veintiuno.
Pero Trotsky no fue la única víctima del estalinismo. Su asesinato fue la culminación de una ola de terror estalinista iniciada en 1936 con el primero de los tres juicios de Moscú. Durante el Gran Terror de 1936-40, el régimen estalinista asesinó a un estimado de un millón de trabajadores, intelectuales y artistas revolucionarios. Fue asesinada toda una generación de marxistas y socialistas que tuvieron un papel decisivo en la preparación, la conducción y la defensa de la Revolución de Octubre de 1917, incluyendo a prácticamente todos los camaradas más cercanos de Lenin. El Gran Terror, que buscó exterminar precisamente a aquellos identificados prominentemente como socialistas, ha sido descrito correctamente como un genocidio políticamente motivado.
Los principales participantes de esta campaña derechista
A continuación, se presenta una muestra de la sarta de tuits de miembros del DSA celebrando el asesinato de Trotsky. Aquellos que retuitearon o le dieron “me gusta” a estas publicaciones representan un índice de los dirigentes del DSA.
El tuit ya mencionado de Nickan Fayyazi, miembro del Comité Nacional Coordinador del YDSA y copresidente del YDSA en la Universidad de California en Berkeley presenta una foto de un piolet con el texto, “esto podría ser útil hoy”, junto a más lenguaje vulgar. Esto fue retuiteado por Dary Rezvani, un miembro prominente del DSA en Los Ángeles.
El tuit del piolet recibió más de 100 “me gusta”, incluyendo a muchos miembros del DSA y los siguientes dirigentes o miembros destacados:
• El contribuyente de Jacobin, Gabriel Patrick
• El miembro del Comité Directivo del DSA en la ciudad de Nueva York, Jake Colosa
• La organizadora del DSA en la Universidad de Virginia
• El organizador sindical del DSA en Baltimore, Ryan Kekeris
• El organizador del DSA en Champlain Valley, Vermont, Alex Lawson
• El miembro del Comité Sindical del DSA en Los Ángeles, Michael Lumpkin
• Copresidente del YDSA en Knox College, Illinois, Matt Milewski
• El miembro del Comité Organizador del DSA en Lower Manhattan, Honda Wang
• El miembro del DSA en Chicago y podcastero Kenzo Shibata
• Brandon Henriquez, copresidente de la sección del DSA en Silicon Valley
Una publicación separada del miembro del DSA en Washington D.C., Ben Davis, incluye un dibujo de Mercader preparándose para atacar a Trotsky. Muestra al asesino con un piolet sobre la cabeza de Trotsky, mientras éste trabaja en su escritorio. Lo acompaña el texto: “Desháganse de los demoledores”. Davis trabajó para la campaña de Bernie Sanders en 2020 como analista de datos y escribió para el diario británico Guardian, que describe a Davis como alguien que “trabaja en datos políticos en Washington D.C.”.
Esta publicación también recibió varios “me gusta” de miembros del DSA.
El término “demoledores”, tomado del vocabulario del estalinismo, tiene implicaciones políticas particulares. Los “demoledores trotskistas” fue empleado por Stalin para justificar su asesinato masivo de trotskistas y oponentes del régimen estalinista, con base en la mentira de que estaban involucrados en terrorismo y sabotaje. Aparece de forma destacada en las tres farsas judiciales de Moscú y fue empleado para justificar la calumnia de Trotsky y sus simpatizantes como agentes del fascismo. El 29 de marzo de 1937, previo al segundo juicio de Moscú, Stalin pronunció un discurso titulado “Las deficiencias en el trabajo partidario y las medidas para liquidar a los trotskistas”. Durante su discurso, Stalin utilizó el término “demoledores trotskistas” 16 veces.
Otro tuit, publicado por el exmiembro del Comité Electoral Nacional del DSA, Nate Knauf, incluye el mismo dibujo del asesinato de Trotsky, acompañado por las palabras “¡¡¡Eso es!!!”. Esta publicación tuvo “me gusta” de Ben Davis; el miembro del YDSA en Knox College, Matt Milewski; el miembro del DSA en Nueva York, Ganeev Chicagov; el copresidente del YDSA en Purdue, Mason Wyss; entre otros.
Un hilo de tuits adicional publicado por un mimbro reciente del Comité Directivo del DSA en la había este de San Francisco recibió “me gusta” de Guy Brown, miembro del Comité Nacional de Educación Política del DSA y copresidente de DSA en el área metropolitana de Charlotte; Maura Quint, simpatizante del DSA y contribuyente al New Yorker y The Hill; y un miembro sin identificar el Comité Directivo del DSA en Portland.
En una publicación separada, el miembro de DSA en el sureste de Florida y del YDSA en la Universidad Florida Gulf Coast, Morgan Kirk, tuiteó un meme sobre la muerte de Trotsky.
Los siguientes líderes del DSA le dieron “me gusta” a la publicación:
• Miembro del Comité Nacional Político del DSA, Blanca Estevez
• Miembro del Comité Nacional Coordinador del YDSA, Nate Steward
• Copresidente del Grupo sobre Derechos de Inmigrantes del DSA, Alexander Hernandez
• Miembro del Comité Nacional Electoral del DSA, Austin Binns
• Copresidente del YDSA en la Universidad de Illinois Champagne, Niko Johnson-Fuller
• Copresidente de la sección del DSA en Erie, Pennsylvania, Cole Shenley
• Miembro del Comité Organizador del DSA en la ciudad de Nueva York, Kyleen Pena
El papel de los operadores del Partido Demócrata
La mayoría de aquellos que están publicando, retuiteando o dándole “me gusta” a estos tuits son miembros activos del Partido Demócrata u oficiales de la burocracia sindical de la AFL-CIO. Incluyen:
• El líder del YDSA, Nickan Gayyazi, quien también es pasante legislativo para la miembro demócrata del ayuntamiento de Berkeley, Kate Harrison, así como representante del Gobierno Estudiantil.
• El miembro del DSA en Los Ángles Dary Rezvani, quien fue candidato en las primarias demócratas legislativas de 2020 para el 22º distrito del Congreso en California, y más tarde en el mismo año fue el candidato respaldado por el Partido Demócrata para miembro del Consejo del Distrito de Community College en Fresno, California. Perdió ambas elecciones.
• El miembro del DSA, Andrew Ganeev Chicagov, cuyo perfil de LinkedIn dice que es miembro del Comité de Condado del Partido Demócrata en la Ciudad de Nueva York y fue gerente de oficina para la senadora estatal demócrata de Nueva York, Julia Salazar.
• Ryan Kekeris, quien es director de comunicaciones del sindicato International Union of Painters and Allied Trades (IUPAT). En 2019, este ejecutivo sindical recibió $99,367 según las declaraciones al Departamento de Trabajo.
• El prominente podcastero Kenzo Shibata, miembro de la Junta Ejecutiva del sindicato Chicago Teachers Union (CTU) y exdirector de prensa del sindicato Illinois Federation of Teachers desde 2013. Las declaraciones del Departamento de Trabajo muestran que recibió $142.817 en 2017 como ejecutivo sindical.
• El líder de YDSA, Nate Stewart, miembro electo del Comité Ejecutivo del Partido Demócrata en Dover, New Hampshire, y un delegado del Partido Demócrata en New Hampshire.
• Brad Chester de DSA en Washington D.C., quien fue director regional de campo para la campaña presidencial de Bernie Sanders en el área metropolitana de D.C. y ha sido por mucho tiempo operador demócrata, trabajando como personal del Partido Demócrata en Virginia y Texas y en varias campañas demócratas. Fue autor de un ensayo llamado “Breaking Bad: cómo una obsesión con un partido obrero independiente daña el proyecto electoral socialista”.
• Joshua Armstead, quien es vicepresidente del Local 23 del sindicato UNITE HERE en Washington D.C.
• Tasneem Al-Michael, vicepresidente de los Demócratas Universitarios de Estados Unidos y presidente de la bancada nacional universitaria de los Jóvenes Demócratas de Estados Unidos (YDA; Young Democrats of America).
Un miembro del DSA que también le dio “me gusta” a estos tuits es el miembro del Comité Organizador del DSA en la ciudad de Nueva York, Honda Wang, un cabecilla antitrotskista dentro del DSA. Wang publica ataques regulares contra el WSWS. La sección de comentarios de sus videos de TikTok atacando el WSWS están llenos de comentarios con imágenes de piolets.
La política de Wang y su pasado como consultor político de Schoen Consulting dan un sentido del tipo de operadores derechistas del Partido Demócrata que dirigen los ataques del DSA contra el WSWS.
En su perfil de LinkedIn, Wang explica que, cuando trabajaba para Schoen, “ofrecí consultorías en estrategia y comunicaciones para clientes políticos en mercados tanto nacionales como internacionales” y “asesoró a clientes en una amplia gama de sectores”.
Wang no nombra los Gobiernos, políticos, agencias estatales y empresas con las que trabajó, pero los clientes de Schoen Consulting ahora incluyen al milmillonario Michael Bloomberg y su Independence PAC, un fondo privado para comprar apoyo político, así como Walmart.
Un reporte público de Schoen Consulting explica que los clientes de su fundador, el asesor de Bill Clinton Paul Schoen, incluyen a:
La senadora Hillary Rodham Clinton (NY), el gobernador Jon Corzine de Nueva Jersey, el gobernador Evan Bayh de Indiana, y sus clientes corporativos han incluido Walmart, AOL Time Warner, Procter & Gamble y AT&T. A nivel internacional, ha trabajado con los jefes de Estado de más de 15 países, incluyendo el primer ministro británico Tony Blair, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi y tres primeros ministros israelíes. Schoen introdujo a Victor Pinchuk, oligarca ucraniano, financista y exparlamentario, a grupos filantrópicos y políticos que lo han convertido en una figura internacional que ahora sirven en las juntas del Peterson Center for International Economics, el International Crisis Group y la Clinton Foundation.
La carrera de Wang como operador del Partido Demócrata muestra que los funcionarios partidarios y de la AFL-CIO que componen la dirección de DSA identifican a Trotsky como una amenaza a su propia posición material y al sistema capitalista. No cabe duda de que hay más provocadores que no han sido nombrados y que están motivando estos ataques entre los bastidores del Partido Demócrata.
La política neoestalinista del DSA
El Partido Demócrata es un partido imperialista-capitalista y es rabiosamente antisocialista. Entonces, ¿por qué sus operadores dentro del DSA —que dice ser una variedad de socialismo antiestalinista— glorifican los crímenes el estalinismo y reciclan las calumnias contra Trotsky?
Para entender la lógica política detrás de esta aparente contradicción, es necesario revisar el contexto histórico del terror estalinista de los años treinta y su relación a la política estadounidense durante la era del Nuevo Trato de Roosevelt. En ese periodo, estaba en su plenitud la alianza política entre un sector importante de los liberales del Partido Demócrata y el estalinista Partido Comunista Estadounidense. Esta alianza se conocía como el Frente Popular, desarrollado por el Kremlin — tras el ascenso de Hitler al poder en Alemania— para propiciar una alianza con los Gobiernos imperialistas democráticos de Europa y EE.UU. con la Unión Soviética. A cambio de relaciones diplomáticas más favorables con estos Estados imperialistas, el régimen soviético y los partidos comunistas nacionales bajo su control apoyarían los Gobiernos burgueses y suprimirían las luchas obreras contra el capitalismo.
Uno de los objetivos fundamentales de Stalin en los juicios de Moscú y el Terror era convencer a las “democracias occidentales” de que la Unión Soviética había roto de forma concluyente con el bolchevismo y con la perspectiva de Lenin y Trotsky de la revolución socialista mundial.
Las políticas de colaboración de clases del Frente Popular condujeron a la victoria de la dictadura fascistizante de Franco en 1939 en España y, en 1940, al establecimiento del régimen de Vichy en Francia.
El Partido Comunista Estadounidense promovió entusiásticamente el Gobierno de Roosevelt. Los liberales del Partido Demócrata consideraron a Stalin cada vez más como un aliado valioso y respaldaron su exterminio de los viejos bolcheviques.
Como bien se sabe, las principales publicaciones de la izquierda liberal como New Republic y Nation respaldaron los juicios de Moscú, confirmando la descripción de Trotsky del Frente Popular como “una alianza de la democracia con la GPU”. Varios artistas, escritores e intelectuales prominentes —como Lillian Hellman, Louis Fischer, Freda Kirchwey y Malcolm Cowley— declararon que confiaban en la integridad de las cacerías de brujas de Moscú, a pesar de que la única evidencia presentada contra los acusados eran sospechosas “confesiones”. Atacaron enconadamente al filósofo estadounidense John Dewey por aceptar ser presidente de la Comisión Investigadora de los Juicios de Moscú. Posteriormente, denunciaron los hallazgos de la Comisión de que Trotsky era inocente de todos los cargos en su contra y de que los Juicios de Moscú eran una farsa.
De nuevo, el Partido Demócrata se siente amenazado por el movimiento cada vez más grande de la clase obrera. Reconoce y teme que la radicalización de los jóvenes y la clase obrera pueda conducir, a menos que sea desviada, a una ruptura con la política capitalista y, consecuentemente, a un movimiento serio por el socialismo.
El Partido Demócrata utiliza el DSA para prevenir esto.
En este contexto, cabe notar que las dos cuestiones que desataron los ataques de los dirigentes del Partido Demócrata y el DSA contra Trotsky fueron la exposición de Ocasio-Cortez por parte del WSWS, con un número importante de miembros de DSA escribiéndole al WSWS apoyando nuestras críticas, y, en segundo lugar, el papel cada vez más prominente del WSWS y el Partido Socialista por la Igualdad en las huelgas y luchas sociales en marcha por todo el país. El DSA y el Partido Demócrata perciben la derrota de la campaña de sindicalización de la AFL-CIO en Bessemer, Alabama, y los votos recientes de los trabajadores rechazando los contratos entreguistas como advertencias de que los esfuerzos para crear un movimiento sindical controlado por el Estado están entrando en conflicto con la profunda hostilidad dentro de la clase obrera hacia la proempresarial AFL-CIO.
El Partido Demócrata recurre a las mentiras de los Juicios de Moscú, filtrados por el DSA, para envenenar la atmósfera política a costa del socialismo auténtico. Reconocen que el trotskismo, representado hoy por el PSI y el WSWS, es la fuerza política que refleja conscientemente el apoyo cada vez mayor en la clase obrera y la juventud al socialismo.
Ninguna organización que se hace llamar progresista, ni hablar socialista, podría tolerar la legitimación de los crímenes del estalinismo y la GPU. El hecho de que estos crímenes están siendo vitoreados por un sector significativo de la dirección del DSA expone la presencia de una cultura política profundamente reaccionaria y maligna dentro de la organización.
En un momento en que la violencia derechista es una amenaza cada vez más grave para la izquierda, es la obligación de los socialistas defender a todos aquellos amenazados por la violencia política a manos de las fuerzas de extrema derecha y fascistizantes. A pesar de nuestra clara oposición a la política de Alexandria Ocasio-Cortez, el WSWS la ha defendido consistentemente a ella y a su personal ante las amenazas continuas de violencia por parte de fascistas, quienes intentaron asesinarla durante la intentona golpista del 6 de enero de 2021.
El DSA tiene una obligación política de dejar claro que la propagación de mentiras que legitiman y promueven la violencia contra los oponentes de izquierda y socialistas al Partido Demócrata no es permitida dentro de su organización. Las secciones locales del DSA deben aprobar resoluciones denunciando las calumnias antitrotskistas. Necesitan exigir que la próxima convención nacional emita una denuncia inequívoca de la campaña neoestalinista.
Urgimos a todos los miembros del DSA que estén seriamente interesados en la historia, la teoría y la política del socialismo y el marxismo que lean las obras de León Trotsky, quien figura junto a Lenin como el máximo luchador por la revolución socialista en el siglo veinte.
*** El World Socialist Web Site recomienda a los miembros del DSA que lean En Defensa de León Trotsky, escrito por David North, el presidente del Consejo Editorial Internacional del WSWS y presidente nacional del Partido Socialista por la Igualdad (EE.UU.). Este libro refuta íntegramente las mentiras estalinistas dirigidas contra León Trotsky.
(Publicado originalmente en inglés el 17 de mayo de 2021)