El gobierno del Partido Socialista (PSOE) y Podemos está totalmente comprometido con el impulso bélico de la OTAN contra Rusia ante la invasión de Ucrania por parte de Moscú. Fundado en 2014 por fuerzas pequeñoburguesas estalinistas y pablistas que se unieron a las protestas contra la guerra de Irak de 2003 liderada por Estados Unidos, Podemos se jactó de que entraba en política para “democratizar” la sociedad española y europea y redistribuir la riqueza hacia los más pobres. Tras unirse al gobierno, Podemos se ha convertido en un partido militarista pro-OTAN cuyas políticas contra la invasión rusa de Ucrania amenazan con terminar provocando una guerra entre la OTAN y Rusia.
En enero, Podemos se posicionó cínicamente como crítico de las acciones del gobierno del que forma parte, incluido el envío de buques de guerra españoles al Mar Negro y aviones de combate a Rumania. Sin embargo, tras la invasión rusa de Ucrania el jueves 24 de febrero, la respuesta reaccionaria del régimen de Putin al cerco imperialista de Rusia por parte de la OTAN, Podemos ha desechado sus críticas vacías y se ha alineado detrás de la campaña belicista.
En medio de una profunda oposición a la guerra, con más de la mitad de la población y dos tercios de los jóvenes oponiéndose al envío de tropas a Ucrania, Podemos no quiere desencadenar accidentalmente un movimiento contra la guerra.
En cambio, el jueves, tras la invasión rusa, los ministros de Podemos se activaron para apoyar las amenazas militares de la OTAN y su negativa a negociar con Rusia. Público informó de que 'las fuentes de Podemos consultadas por Público inciden en que hay un claro mensaje de 'unidad' sobre el asunto, y no hay fisuras con el ala socialista [del PSOE]' del Gobierno.
La vicepresidenta del Gobierno y presumiblemente futura candidata de Podemos, Yolanda Díaz, dijo: 'Condenamos rotundamente este ataque y consideramos que la única vía es la diplomacia y la legalidad internacional'. Tras su declaración, participó en el Consejo de Seguridad Nacional para discutir el papel de España en la OTAN y la Unión Europea (UE) de cara a escalar las tensiones contra Rusia, incluidas las sanciones y el armamento para Ucrania.
El ministro de Consumo y líder de la estalinista Izquierda Unida, organización integrante de Podemos, Alberto Garzón, tuiteó: Mi solidaridad con el pueblo trabajador ucraniano, que está sufriendo una agresión imperialista por parte de Rusia. Un ataque que vulnera el derecho internacional y los acuerdos previos alcanzados para preservar la paz.”
En un comunicado, Podemos declaraba que denuncian: “enérgicamente el ataque militar de Rusia e instamos a su cese inmediato”. Añadiendo, “Reclamamos una desescalada militar y de tensión por todas las partes que reduzca el riesgo de una escalada bélica en Europa.” Y concluían, “El recuerdo de las movilizaciones de la ciudadanía contra la guerra obligan a que el Gobierno trabaje en el seno de la Unión Europea y bajo Naciones Unidas por el fin de la
guerra y el mantenimiento de La Paz.”
Esta cínica postura proviene de representantes del imperialismo español y de la alianza de la OTAN, que incitó a Rusia a invadir Ucrania. Madrid está proporcionando actualmente casi 800 soldados en las fronteras de Rusia en Europa del Este. El contingente más grande se encuentra en Letonia, donde mantiene 350 soldados desde 2017, equipados con seis tanques de batalla Leopardo y 15 vehículos blindados Pizarro. Los soldados españoles forman parte de la operación de Presencia Avanzada Mejorada de la OTAN y de un batallón multinacional bajo mando canadiense. El martes, España envió 150 soldados adicionales.
Además, Madrid cuenta con cuatro aviones Eurofighter y 130 soldados en la base Graf Ignatievo de la OTAN en Bulgaria. Supuestamente desplegados para defender el espacio aéreo búlgaro, los aviones españoles rutinariamente extienden sus misiones de vuelo 150 kilómetros en el Mar Negro para enfrentarse a los aviones rusos. Por último, la Armada española participa con tres buques en dos grupos navales permanentes de la OTAN en Europa del Este.
Cuando Podemos entró en el gobierno en enero de 2019, evitó cuidadosamente proponer retirar estas tropas y poner fin al cerco desafiante sobre Rusia. Sin embargo, en diciembre de 2021, sus ministros participaron en una reunión del Consejo de ministros para aprobar el envío adicional de unidades mecanizadas, aviones de combate y buques a Europa del Este.
Podemos ahora defiende sanciones económicas paralizantes contra Rusia que, junto con la acción militar de la OTAN, amenaza con escalar la guerra rusa en Ucrania a una guerra global entre la OTAN y Rusia. También defiende el envío de armas al régimen pro-OTAN de Kiev a través de la UE, presentando cínicamente está acción como más 'progresista' que si España las enviara directamente.
El martes, el portavoz parlamentario de Podemos, Jaume Asens, dijo que es ' legítimo” que la comunidad internacional preste ayuda a un estado [Ucrania] que ha sido agredido'. Después Asens se unía a la prensa capitalista para comparar la guerra rusa en Ucrania con la invasión de Polonia por parte de Hitler en 1939.
De hecho, en este conflicto, las potencias imperialistas de la OTAN son indudablemente el principal agresor, habiendo trabajado sistemáticamente para rodear y amenazar a Rusia desde que la burocracia estalinista disolvió la Unión Soviética hace 30 años.
Podemos es un partido belicista y vinculado a todos los crímenes recientes del imperialismo español. Antes de tomar el poder con el PSOE, reclutó a importantes militares, incluyendo al ex general de la Fuerza Aérea y jefe del Estado Mayor de la Defensa Julio Rodríguez, quien dirigió la participación del ejército español en las guerras neocoloniales lideradas por Estados Unidos en Afganistán, Irak y Libia. Rodríguez es ahora un miembro destacado de Podemos y jefe de gabinete de la vicepresidencia que ostenta Podemos.
Una vez en el poder, Podemos se ha alineado cada vez más estrechamente con las guerras de la OTAN en Oriente Medio: se comprometió a mantener las cuatro bases militares estadounidenses en España; apoyó el aumento de las ventas de armas de España a un récord de 22.500 millones de euros, incluyendo dentro de esas ventas las realizadas a Arabia Saudita en su sangrienta guerra contra Yemen; y ha votado a favor del último presupuesto militar, que aumentó un 9,4 por ciento el año pasado, superando su anterior aumento récord de 19.700 millones de euros en 2020 a 21.600 millones de euros en 2021.
La postura belicista de Podemos es aplaudida por la prensa burguesa. El País celebraba que, “Lejos de generar ruido, los ministros de UP, que en enero discreparon públicamente con el PSOE al criticar el envío de tropas al este de Europa, han apelado esta vez a la ‘diplomacia’ y el ‘respeto a la legalidad internacional’ como única vía de solución al conflicto”
20 Minutos escribió, “Podemos reaccionó rápidamente... para dejar clara la unidad' con el PSOE “sobre la invasión rusa, especialmente tras el choque con [la ministra de Defensa Margarita] Robles' en enero.
Mientras Podemos promovía la campaña de guerra contra Rusia, el presidente español, Pedro Sánchez, PSOE, estaba ocupado llamando a los expresidentes de España. Esto incluyó a Felipe González (1982-1996), quien envió tropas a Irak en la primera Guerra del Golfo (1991), Bosnia-Herzegovina (1992-1996) y Kosovo (1998-1999); José María Aznar (1996-2004), despreciado por participar en las guerras de Afganistán e Irak, que provocaron más de un millón de muertos; y José Luis Rodríguez Zapatero, que se unió a la guerra de la OTAN en Libia en 2011 que costó 30.000 vidas, incluida la tortura y el asesinato del líder libio Muammar Gaddafi.
La iniciativa de realizar estas llamadas, escribió el diario pro-PSOE El País, “tiene un gran valor simbólico y muestra la gravedad de la situación y la voluntad del presidente de implicar a todos los que estuvieron en su puesto”.
La clase dominante está utilizando la guerra para encubrir su política de priorizar los beneficios sobre las vidas durante la pandemia, lo que ha provocado más de 122.000 muertes en España, la austeridad salvaje para pagar los rescates de la UE y el aumento de la inflación.
Hay una oposición profunda e históricamente arraigada dentro de la clase obrera española e internacional al militarismo y las amenazas de guerra contra Rusia. Sin embargo, construir un movimiento contra la guerra en la clase obrera europea e internacional requiere una ruptura despiadada con los partidos proimperialistas y de clase media como Podemos. Su objetivo es aislar y suprimir el sentimiento generalizado contra la guerra. Si en los próximos días Podemos apoyara de forma nominal las protestas 'contra la guerra', será para denunciar a Rusia como plenamente responsable de la guerra en Ucrania y tratar de escalar así las amenazas contra Rusia.
Sólo una lucha unida de la clase obrera internacional puede evitar que la clase dominante hunda al planeta en el abismo. Los trabajadores y la juventud que se oponen a este impulso hacia el militarismo y la guerra deben construir partidos trotskistas, secciones del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, en oposición a los partidos pseudoizquierdistas como Podemos.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de marzo de 2022)