Tras el colapso del frente norte de Moscú en la invasión rusa de Ucrania de seis meses, Estados Unidos ha respondido intensificando aún más su participación en la guerra contra Rusia en Ucrania y los preparativos para la guerra con China por Taiwán.

En el transcurso de una semana, las fuerzas ucranianas avanzaron decenas de kilómetros, capturando cantidades masivas de armas y municiones rusas, junto con, según funcionarios ucranianos, miles de soldados rusos.

El jueves, el gobierno de Biden anunció $600 millones adicionales en armas para Ucrania, que se suman a los más de $50 mil millones en armamentos y otra asistencia que se ha asignado hasta la fecha.

El nuevo envío de armas, el vigésimo primero de este tipo desde el comienzo de la guerra, incluye municiones para el sistema de misiles HIMARS, 36.000 proyectiles de artillería de 105 mm, radar de contrabatería y mil proyectiles de artillería de 155 mm de precisión-guida.

Esto se suma a las decenas de miles de misiles antitanque, cientos de drones, 15 lanzamisiles HIMARS y cientos de vehículos, así como los misiles antiaéreos y antibuques más avanzados de EE.UU., que se han entregado hasta la fecha.

Los senadores de EE.UU. pidieron que se proporcionen aún más armas a Ucrania. El líder de la minoría del Senado de EE.UU., Mitch McConnell, exigió que la Casa Blanca proporcione a Ucrania el misil ATACMS de largo alcance capaz de penetrar profundamente en territorio ruso.

“Los ucranianos necesitan más armas de las que les estamos dando. Necesitan obtenerlas más rápido y necesitan nuevas capacidades como misiles ATACMS de largo alcance, drones grandes y tanques”, dijo McConnell.

El senador Marco Rubio agregó: “Creo que la preocupación, dirían algunos, es que los misiles de largo alcance podrían alcanzar objetivos muy dentro de territorio Ruso y desencadenar un conflicto mayor. No estoy seguro de estar tan preocupado por eso”.

Estas llamados para ampliar la gama de armas entregadas a Ucrania fueron acompañados por la declaración más explícita hasta la fecha de los objetivos de Estados Unidos en el conflicto.

“El impulso realmente ha cambiado a favor de Ucrania y ellos son los que literalmente están tomando las decisiones”, declaró el excomandante del Ejército de EE.UU. en Europa, Ben Hodges.

Agregó que 'podríamos estar viendo el comienzo del colapso de la Federación Rusa”, y agregó, 'es una población que, en general, no es realmente, digamos, étnica rusa, quiero decir que hay 120 grupos étnicos diferentes por ahí...”

“Creo que la gente en Tuva, Siberia, Chechenia y otras regiones... pueden ver la oportunidad... de separarse, así que... um, creo que nosotros... colectivamente, Occidente debe estar... pensando... en ¿cuáles son las implicaciones para esto?'

La declaración de que Hodges elaboró en abril, luego de la retirada de Rusia de Kiev y las acusaciones de atrocidades rusas en Bucha, de que el objetivo de Estados Unidos es “romper la capacidad de Rusia para proyectar su poder fuera de territorio ruso”.

Al igual que en abril, la renovada escalada de la participación de Estados Unidos en la guerra va acompañada de denuncias de que Rusia asesinó sistemáticamente a civiles, esta vez en las afueras de Izum.

Estos movimientos militares han ido acompañados con una escalada de la guerra económica lanzada por Estados Unidos y la OTAN. El viernes, el gobierno alemán tomó el control de tres refinerías propiedad de la petrolera rusa Rosneft. “Esta es una decisión de política energética de gran alcance para proteger a nuestro país”, dijo el canciller alemán Olaf Scholz.

Junto con la escalada de la guerra con Rusia, Estados Unidos intensificó su conflicto con China tras el aparente colapso de Rusia.

El miércoles, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado votó a favor de impulsar la Ley de una Política para Taiwán, un proyecto de ley que enviaría $6.500 millones en armas a Taiwán y terminaría efectivamente con la política estadounidense de “Una China”.

El proyecto de ley establece que “Taiwán será tratado como si fuera designado un importante aliado no perteneciente a la OTAN”, implementando efectivamente un tratado militar con Taiwán, borrando asi la posición formal de EE.UU. de que no mantiene vínculos diplomáticos con Taiwán.

De manera crítica, reemplaza las disposiciones de que las armas proporcionadas a Taiwán se usen de 'manera defensiva' con la declaración de que ahora serian usadas en un conflicto “preventivo”.

A medida que Estados Unidos intensificó su participación en la guerra contra Rusia y su conflicto con China, el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente chino, Xi Jinping, celebraron su primera reunión conjunta desde el comienzo de la guerra en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái. La crisis desencadenada por la debacle militar de Rusia estaba a la vista.

“Apreciamos mucho la posición equilibrada de nuestros amigos chinos en relación con la crisis de Ucrania”, dijo Putin al comienzo de la reunión. “Entendemos sus preguntas e inquietudes al respecto”.

Tensiones similares estuvieron presentes en la discusión de Putin con el presidente indio Narendra Modi. “Sé que la era de hoy no es una era de guerra, y te he hablado por teléfono sobre esto”, le dijo Modi a Putin. “Conozco su posición sobre el conflicto en Ucrania, y las preocupaciones que expresa constantemente”, dijo Putin. “Haremos todo lo posible para detener esto lo antes posible”.

A pesar de la crisis desencadenada por la debacle militar rusa, Rusia y China están siendo objetivamente unidas por la creciente campaña de guerra de Estados Unidos.

En una declaración al Financial Times, Alexander Gabuev, investigador principal de Carnegie Endowment for International Peace, comentó: 'Si Putin está tan obsesionado con Ucrania, ¿qué puede hacer [Xi] de manera realista?' Gabuev dijo... 'la salida del régimen de Putin y la improbable perspectiva de un gobierno pro-occidental en Rusia es una terrible pesadilla para China'.

Envalentado por la debacle rusa en el norte de Ucrania, EE.UU. solo está intensificando sus preparativos para un conflicto militar global que amenaza a toda la humanidad.

(Publicado originalmente en inglés el 16 de septiembre de 2022)