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Perspectiva

El debate presidencial del sindicato UAW: un trabajador socialista confronta el aparato

El debate del jueves entre los candidatos a presidente del sindicato United Auto Workers (UAW) fue un evento histórico para la clase obrera en EE.UU. e internacionalmente. Por primera vez, un trabajador automotor de base, el candidato a presidente Will Lehman, pudo confrontar directamente el aparato sindical en un foro que ha sido visto por más de 10.000 trabajadores.

El debate puso al descubierto dos posturas irreconciliables.

Lehman se dirigió hacia y en representación de los cientos de miles de trabajadores de base que buscan la maneara de avanzar la lucha contra las condiciones laborales intolerables, la caída de los salarios reales y la explotación extrema que ha presidido el UAW.

Todos los otros candidatos, el presidente en funciones Ray Curry, el veterano burócrata Shawn Fain, el presidente del Local 163, Mark Gibson, y Brian Keller defendieron el aparato que ha entregado concesiones a las empresas por décadas y que funciona como un instrumento para la supresión de la lucha de clases. Insistieron en que cualquier oposición es “divisionista” y presumieron su “experiencia” dentro del aparato. Para ellos, los trabajadores solo son objetos para ser manipulados. (Ver: “En un debate histórico, el candidato presidencial del UAW, Will Lehman, pide la abolición de la burocracia sindical y el poder en las bases”.)

A lo largo del debate, Lehman avanzó una estrategia clara para los trabajadores y no solo aquellos en el UAW, sino para todos en EE.UU. e internacionalmente.

En primer lugar, argumentó a favor de establecer una nueva estructura de poder: una red de comités de base por medio de la cual los trabajadores podrán controlar su futuro y unir sus luchas.

En respuesta a una pregunta del moderador Steven Greenhouse, un exreportero del New York Times, sobre cómo trabajaría con la burocracia del UAW si fuera elegido, Lehman declaró, “No tengo la intención de trabajar con ninguno de ellos. Mi enfoque todo el tiempo han sido los trabajadores en la planta, que formen comités de base y tomen las decisiones ellos mismos. No considero utilizar los mismos métodos burocráticos que nos han vendido por décadas… Mi giro, repito, es hacia los trabajadores en las plantas para que se organicen porque ahí se encuentra todo el poder. El poder no reside en la burocracia”.

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Añadió: “Estamos hablando de dos capas muy distintas. Y a los burócratas acá no les gustará escucharlo pero no me estoy dirigiendo a ellos. Me dirijo a los trabajadores, dondequiera que estén y cualesquiera que sea su industria y les estoy diciendo: necesitamos reorganizar la sociedad para satisfacer las necesidades humanas”.

En respuesta a la declaración de que organizar a los trabajadores de base es “divisionista”, Lehman respondió, “La única división que estoy sembrando es: sí a los trabajadores, no a los parásitos”.

El tema de la brecha social que separa a los trabajadores de base y la burocracia fue desarrollada a lo largo del debate. Después de una declaración de Fain, que intentó presentarse como un reformista, de que “hemos tenido corrupción en nuestras filas” que ha significado un revés para el UAW, Lehman replicó, “No hemos tenido corrupción en ‘nuestras filas’ por parte de los trabajadores en las plantas”, dijo. “No hemos tenido ninguna corrupción. Se trata de la burocracia que ha tenido corrupción… No somos iguales. Los trabajadores son diferentes de los burócratas y cada trabajador necesita entender que debería tener el poder directamente en sus manos”.

A lo largo del debate, Lehman fue el único candidato que podía referirse a las experiencias de los propios trabajadores: la experiencia de verse abandonado en los piquetes de huelga, de ser obligado a aceptar contratos a los que se opone, de trabajar por salarios de pobreza. Se refirió a trabajadores específicos que murieron en sus plantas o por COVID-19, después de que el UAW asistiera a las empresas a reabrir las plantas en 2020. Cuando Greenhouse les preguntó a los otros candidatos qué harían para aumentar la presencia de las mujeres en la cúpula sindical, Lehman se refirió a las experiencias de las trabajadoras, incluyendo una que perdió a su bebé por las horribles condiciones en la fábrica.

En segundo lugar, hizo un poderoso llamado a la unidad internacional de la clase obrera. “Los trabajadores son los que generan todas las ganancias”, dijo. “Si todos nos organizamos internacionalmente, podremos paralizar estas empresas”.

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Respondiendo a la retórica nacionalista de Curry y otros candidatos, Lehman dijo, “Mi llamado… es que la clase obrera internacional se una por medio de comités de base y coordine sus acciones internacionalmente”.

En respuesta al impulso de las empresas y el sindicato para enfrentar a los trabajadores de diferentes países, Lehman dijo, “Lo que le gusta hacer al UAW es agitar la bandera estadounidense y decir ‘Solo hecho en USA’, cuando eso nos divide. Necesitamos una unidad global para enfrentar a corporaciones multinacionales y eso solo ocurrirá si los trabajadores se organizan en las plantas”.

En tercer lugar, Lehman avanzó una perspectiva socialista y anticapitalista para los trabajadores de todo el mundo.

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“Soy socialista”, dijo Lehman. “Estoy avanzando una agenda obrera… Ellos son todos capitalistas. Todos van a trabajar dentro de los límites que permite el capitalismo… Los trabajadores necesitan organizaciones obreras para llevar a cabo el control democrático de la producción en estas instalaciones, de una manera que satisfaga las necesidades sociales, no el lucro privado”. En oposición a la “locura” del sistema capitalista, dijo, “Lo que necesitamos es una economía planificada y necesitamos el control obrero de esa economía”.

A lo largo del debate, Lehman denunció a los demócratas y republicanos, se opuso al desvío masivo de fondos hacia la guerra en el extranjero, “incluyendo la guerra en marcha contra Rusia, que amenaza con una catástrofe nuclear”, y condenó a la clase gobernante por su respuesta a la pandemia, que ha resultado en más de 20 millones de muertes, incluyendo un millón solo en EE.UU.

A través de la campaña de Will Lehman, los trabajadores están siendo expuestos a posiciones y concepciones que han sido sistemáticamente excluidas por la élite política y los medios de comunicación. Subraya hasta qué punto se ha privado a los trabajadores de cualquier acceso a una perspectiva socialista, precisamente porque dicha perspectiva resuena poderosamente con las experiencias de los propios trabajadores.

El hecho de que el debate se haya celebrado del todo se debe únicamente a la enorme corrupción y criminalidad de los dirigentes del UAW. Tras la detención y el enjuiciamiento de más de una docena de ejecutivos del UAW, incluidos dos expresidentes, un monitor designado por el tribunal supervisó un referéndum sobre elecciones directas, que se aprobó a pesar de la oposición del aparato.

Al no publicitar el debate y la elección, el UAW espera que no vaya más allá de un conflicto dentro del aparato y que vote el menor número posible de trabajadores. A pesar de ello, más de 10.000 trabajadores han visto el debate, y los trabajadores informan que lo vieron desde la línea de producción mientras trabajaban y han discutido sobre la campaña de Lehman.

Los medios de comunicación, por su parte, intentan ignorarlo. Fuera del World Socialist Web Site, solo el Detroit News y el Free Press han escrito sobre él, en artículos superficiales que no dan nada de su contenido real. El New York Times no ha escrito ningún artículo sobre el debate, a pesar de que su antiguo corresponsal sobre asuntos laborales moderó el evento.

Las publicaciones de la pseudoizquierda, incluyendo Labor Notes y Jacobin, ambas asociadas a los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA, por sus siglas en inglés), tampoco han informado sobre el debate. Labor Notes ha apoyado a uno de los candidatos, Shawn Fain, al que intentan promover como reformista, y no quieren que los trabajadores vean un evento que expone a Fain como un viejo miembro del aparato. Estas organizaciones no son socialistas ni de izquierda. Son, de hecho, parte del esfuerzo por suprimir la lucha de clases.

La alineación en el debate demostró ampliamente la verdadera relación de las fuerzas políticas y de clases. Por un lado está el aparato sindical, conformado por una capa grande de la clase media-alta y que consiste en una institución del Estado y de la patronal.

Por otro lado, la campaña de Will Lehman articula y da expresión a un creciente movimiento de base que lucha por liberarse del control del aparato. La campaña coincide con una explosiva oposición de los trabajadores ferroviarios a los esfuerzos de los sindicatos y de la Administración de Biden para imponer a la fuerza un acuerdo propatronal. Asimismo, se está produciendo un movimiento huelguístico entre los trabajadores de la salud, los educadores, los trabajadores de servicios y otros sectores de la clase obrera.

El debate fue un hito importante en la campaña. Debe convertirse en la base de una lucha intensificada para dar a conocer la campaña lo más ampliamente posible entre los trabajadores y construir una red de comités de base que organice y aúne las luchas de los trabajadores en EE.UU. y en todo el mundo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 26 de septiembre de 2022.)

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