Alphabet, la empresa matriz de Google, se convirtió el viernes en la última compañía tecnológica en llevar a cabo un baño de sangre laboral, al anunciar que recortará más del 6 por ciento de su plantilla mundial, es decir, 12.000 empleados. Los trabajadores despedidos en Nueva York que llegaron a la oficina el viernes se encontraron con que no podían entrar en el edificio, ya que se les había cortado el acceso con tarjeta identificativa.

El mismo día, Vox Media también anunció que despediría a más del 7 por ciento de sus empleados, unos 130 trabajadores, y la empresa de comercio electrónico Wayfair dijo que recortaría el 10 por ciento, o 1.750 de su plantilla. Los despidos también han comenzado en el sector minorista de Apple, según AppleInsider, aunque sigue sin estar claro cuántos trabajadores han perdido su empleo hasta ahora.

El viernes también se anunciaron despidos masivos en varias empresas tecnológicas de todo el mundo, como la start-up india Medibuddy (200 empleos), la empresa de comercio electrónico Zilingo (280), la firma de análisis Visier (80), la empresa de gestión de visitantes Envoy (67), la consultora global con sede en la India Wipro (452) y Brainly (48), entre otras.

En total, más de 40.000 trabajadores han sido despedidos esta semana, principalmente en el sector tecnológico. Entre ellos, 10.000 en Microsoft y 18.000 en Amazon, uno de los mayores despidos que ha llevado a cabo esta última empresa en sus casi tres décadas de historia como minorista de comercio electrónico. En los primeros 20 días del año se han suprimido más de 74.431 puestos de trabajo en el sector tecnológico, frente a un total de 228.091 en todo 2022, según el rastreador de despidos tecnológicos TrueUp.

En un correo electrónico enviado a los empleados el viernes y publicado en el blog de la compañía, el CEO de Alphabet, Sundar Pichai, justificó los recortes declarando que Google había 'contratado para una realidad económica diferente a la que nos enfrentamos hoy'. Añadió que los recortes se harían a través de múltiples unidades de negocio, incluyendo en la contratación y sus divisiones de computación en la nube y su incubadora de negocios Area 150, que ya se había enfrentado a recortes de empleo en septiembre pasado. Pichai afirmó que el objetivo de los despidos sería 'rediseñar nuestra base de costes y dirigir nuestro talento y capital a nuestras máximas prioridades.'

La noticia de los despidos fue acogida muy positivamente por los inversores de Wall Street. Las acciones de Alphabet subieron más de un 5% el viernes. Las acciones de Wayfair se dispararon un 22 por ciento. Capital One Financial Corp, que anunció que recortaría 1.100 puestos tecnológicos, vio cómo sus acciones se disparaban un 4 por ciento el viernes.

Los inversores de fondos de cobertura de Alphabet, como TCI Fund Management, llevan desde el año pasado exigiendo a la empresa una política agresiva de reducción de costes y despidos. En una carta abierta al Consejero Delegado de Alphabet, TCI afirmó que la 'dirección de la empresa necesita tomar medidas agresivas', añadiendo que la 'empresa tiene demasiados empleados y el coste por empleado es demasiado alto'.

El medio de análisis de inversores Seeking Alpha también exigió despidos esta semana en un artículo titulado 'Google: When Will Pichai Drop The Axe?', en el que citaba la evolución de las acciones de la empresa y una serie de resultados y ventas fallidos el año pasado. El artículo señalaba que 'es probable que el gasto publicitario mundial se mantenga moderado, o incluso se contraiga, a corto plazo, dada la sensibilidad inherente del sector a los vientos en contra macroeconómicos... Por ello, la reducción de plantilla podría ser una 'fruta madura' para que Google preserve y amplíe sus márgenes de beneficio, y aumente la confianza en el flojo rendimiento de las acciones'.

Los recortes en el sector tecnológico son sólo el comienzo de una ofensiva más amplia contra el empleo por parte de toda la élite capitalista, que está decidida a utilizar el desempleo como arma contra el aumento de la actividad huelguística a medida que los trabajadores presionan por salarios que estén a la altura del creciente coste de la vida y otras reivindicaciones básicas. Esto está siendo encabezado por Washington y la Reserva Federal, cuya serie de subidas de los tipos de interés tiene como objetivo declarado frenar el crecimiento de los salarios. En todo el mundo, los salarios reales de los trabajadores disminuyeron el año pasado, según informes de la Organización Internacional del Trabajo, producto de una disparada del coste de la vida provocada por la omnipresente escasez causada por la pandemia y la guerra en Ucrania, respaldada por la OTAN.

En diciembre, demócratas y republicanos se unieron para prohibir una huelga de 120.000 trabajadores ferroviarios, justificada en público con el argumento de que tendría un impacto inaceptable en 'la economía' e incluso en 'las familias trabajadoras'. Pero la misma élite gobernante está empujando deliberadamente hacia la recesión y el desempleo masivo para hacer que los trabajadores carguen con el coste de la crisis que sus propias políticas han creado.

Este año también se prevén recortes sustanciales en el sector manufacturero y en otros sectores de la mano de obra mundial. Stellantis ha paralizado indefinidamente su planta de montaje de Belvidere y su director general ha amenazado con el cierre de otras fábricas de automóviles.

Los trabajadores de Google respondieron al anuncio de despidos masivos con conmoción y enfado. Chris McDonald, ingeniero de software de Google, tuiteó el viernes por la mañana: 'Me acaban de despedir. Al parecer, se están produciendo despidos masivos en Google'. Y añadió: 'Esperaba una evaluación de rendimiento brillante y acababa de empezar a dirigir un proyecto crítico en mi org. Ha sido una sorpresa total y desagradable'. McDonald dijo que se sentía 'apuñalado por la espalda', ya que la dirección le había asegurado que se valoraba su rendimiento.

Charlotte Cucchiaro tuiteó sobre la cruel forma en que Google cerró el acceso a los empleados: 'No me enviaron ningún correo electrónico. Simplemente me han expulsado de todas las cuentas corporativas sin ninguna explicación. Después de 11 años'.

Rob Giampetro tuiteó: 'Hoy nos han despedido a mí y a muchos de mis talentosos compañeros del equipo Insight+Innovation de Google... Mi corazón está con todos los afectados. Aún estoy procesándolo, pero en todo final hay un nuevo comienzo. Estoy deseando descubrir qué es lo siguiente'.

Nick Eberts, empleado de Google, tuiteó a los despidos en el sector tecnológico: 'Imagina tener 24 años y diez meses en una empresa que tiene un plan de adquisición de acciones a 5 años que se adquieren en su totalidad a los 25 años... y que te despidan un mes y pico antes de los 25... y que la empresa que te despidió ganara 198.000 millones de dólares el año pasado. ODIO EL CAPITALISMO'.

La oleada de despidos no hará más que avivar, no amortiguar, el crecimiento de la oposición en la clase obrera. De hecho, el mes de enero ya ha sido testigo de huelgas masivas en todo el mundo, incluyendo decenas de miles de enfermeras y trabajadores ferroviarios en Gran Bretaña y millones en Francia que marcharon la semana pasada contra los recortes de pensiones del gobierno. Esto se cruza con la creciente oposición política contra los gobiernos capitalistas de derechas y la alimenta, como demuestran las manifestaciones de más de 100.000 personas en Israel.

Este año también se avecinan importantes batallas colectivas en Estados Unidos. El 1 de marzo vence el contrato de 5.000 trabajadores de maquinaria de construcción de Caterpillar. A finales de año vencen los contratos de 200.000 trabajadores de correos, más de 300.000 de UPS y 150.000 de la industria automovilística, entre otros.

La clase obrera debe hacer frente al asalto a sus puestos de trabajo con su propia contraofensiva, que conecte la defensa de los puestos de trabajo y los salarios con una lucha contra la fuente de la austeridad, el sistema capitalista.

(Publicado originalmente en inglés el 20 de enero de 2023)