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Perspectiva

Trabajador automotor socialista Will Lehman gana demanda contra la secretaria de Trabajo de Biden sobre elecciones del UAW en 2022

El martes, Will Lehman, un trabajador automotor de base de Macungie, Pennsylvania, y candidato socialista a presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), ganó su demanda contra el Departamento de Trabajo de Estados Unidos y su secretaria en funciones, Julie A. Su sobre su negativa a actuar en respuesta a las denuncias de supresión sistemática de votos durante las elecciones nacionales para la dirigencia del UAW en 2022.

Will Lehman en la convención de negociación del UAW, 27 de marzo de 2023

David Lawson, un juez del tribunal federal de distrito para el Distrito Este de Míchigan, se dirigió directamente a la secretaria de Trabajo del presidente Joe Biden en su decisión, dictaminando que su negativa a actuar sobre la denuncia de Lehman era “arbitraria y caprichosa”. Lawson “devolvió” el caso al Departamento de Trabajo para que reconsiderare la denuncia de Lehman, que es el recurso máximo que podría haberse impuesto en virtud de la legislación laboral de los Estados Unidos.

En lo que Bloomberg Law llamó una “rara reprimenda del papel del Departamento de Trabajo en la vigilancia de los sindicatos”, Lawson rechazó enérgicamente la conclusión de la autoridad laboral de que las denuncias de Lehman supuestamente se presentaron tarde. Lawson describió el razonamiento del Departamento de Trabajo como “pedantería”, “irracional” y “basado en una interpretación arbitraria y caprichosa de las Reglas Electorales que no está respaldada por su texto simple ni la jurisprudencia vigente”.

En relación con la afirmación del Departamento de Trabajo de que las protestas de Lehman no eran válidas porque “el monitor no resolvió ninguno de los problemas planteados en las comunicaciones por correo electrónico [de Lehman] como se requeriría si tales comunicaciones fueran protestas formales previas a las elecciones”, Lawson lo llamó un “razonamiento circular” que no es “nada más que un aparente intento de atribuir los fracasos del monitor” a Lehman.

Con respecto a la afirmación del Departamento de Trabajo de que Lehman no incluyó la palabra “protesta” en el asunto o el texto de algunos de sus correos electrónicos, Lawson llamó a esto “otro ejemplo de razonamiento post hoc a través del cual la secretaria simplemente intenta incluir en las reglas requisitos formales que no aparecen en ninguna parte de su texto”.

El fallo reivindica la lucha prolongada y de principios emprendida por Lehman y miles de sus partidarios por la defensa de los derechos democráticos de más de 1 millón de trabajadores automotores, trabajadores académicos y jubilados.

El fallo también expone a fondo el papel del Gobierno de Biden, que recurrió a estos métodos burdos a fin de defender al actual presidente del UAW, Shawn Fain, una figura clave en la campaña electoral de Biden, así como en la estrategia nacional general del Partido Demócrata. Si bien falló en contra de la secretaria de Trabajo, Lawson incluye una referencia a las “fallas del monitor”, refiriéndose a los bufetes de abogados designados por el tribunal para supervisar las elecciones.

Lo que es aún más importante es que refleja la crisis real de todo el aparato propatronal del UAW, incluidas todas sus facciones, frente a una creciente insurgencia de las bases, reflejada en la campaña de Lehman.

Las elecciones nacionales del sindicato en 2022, las primeras elecciones directas en la historia del UAW, se celebraron después de un referéndum impuesto por el Gobierno a raíz de un escándalo de corrupción que implicó a toda la burocracia sindical. El referéndum se aprobó en 2021 gracias a la oposición a la dirigencia atrincherada, y Lehman fue nominado como candidato presidencial en la convención de julio de 2022, nuevamente frente a la oposición de la burocracia.

Lehman, un trotskista y defensor importante de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (IWA-RFC), hizo campaña en las elecciones del UAW para devolver el poder a las bases y para una lucha que revirtiera las décadas de concesiones. La campaña atrajo y movilizó a voluntarios y simpatizantes en los lugares de trabajo del UAW en todo el país, cuyas consignas incluían “abolir la burocracia” y “exigir lo que necesitamos, no lo que las corporaciones y los burócratas del UAW dicen que es posible”.

La respuesta de la burocracia del UAW a la campaña de Lehman fue hacer todo lo posible para evitar que los miembros de base y los jubilados se enteraran de que la elección se estaba llevando a cabo. Al mismo tiempo, como Lehman demostró posteriormente, la burocracia intentó informar a sus propios aliados y cómplices sobre el voto a través de canales internos, para garantizar que la burocracia estuviera representada de manera desproporcionada en los resultados de las votaciones.

Hasta el día de hoy, muchos miembros del UAW desconocen que hubo una elección en la que tenían derecho a votar. De 1,1 millones de votantes elegibles, solo 104.776 votaron en la primera ronda de votación. Esta participación (9 por ciento) es la más baja de cualquier elección sindical nacional en la historia de los Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de la supresión masiva del voto, Lehman obtuvo 4.777 votos, o casi el 5 por ciento de los votos emitidos.

Es una cuestión de hecho que nadie afirmó más persistentemente los derechos democráticos de las bases a lo largo de las elecciones que Lehman y sus partidarios. Como relata Lawson en su decisión, Lehman “contactó al monitor por correo electrónico al menos 18 veces entre el 12 de julio y el 12 de noviembre de 2022 para quejarse de irregularidades electorales”.

Después de que estas quejas fueran ignoradas o desestimadas en gran medida por el supervisor designado por el tribunal, Lehman presentó una demanda. Lehman sostuvo, en las propias palabras de Lawson, que el sindicato “no había proporcionado un aviso efectivo de la elección a sus miembros, que las listas de miembros y la comunicación a los miembros fueron gravemente defectuosas, que, como resultado, los miembros del sindicato en gran medida desconocieron sobre la elección o su derecho a votar y no tuvieron acceso a la boleta electoral, y que la participación fue lamentablemente baja”.

Lawson negó la primera demanda de Lehman, dictaminando que primero debía presentar sus denuncias al monitor y a la secretaria de Trabajo. Pero cuando Lehman intentó hacer esto, como reconoce el fallo de Lawson del martes, Lehman se encontró con un juego de postergaciones y tramites por parte de las instituciones que supuestamente funcionaban como árbitros neutrales.

Si Lehman hubiera sido un trabajador solitario presentando una denuncia aislada, no hay duda de que los obstáculos del tipo empleado por el Departamento de Trabajo contra Lehman habrían tenido éxito, como sucede a diario con las reclamaciones individuales de los trabajadores basadas en agravios en el lugar de trabajo, robo de salarios y otros abusos.

La decisión a favor de Lehman sin duda refleja la preocupación de que el uso de tales métodos en su contra solo alimentará la insurgencia real que representa, que una publicación de la industria del transporte de mercancías llamó “ el factor Lehman ”.

En este contexto, el fallo de Lawson, quien fue nombrado juez federal por el presidente Bill Clinton en 1999, no refleja simpatía por la política de Lehman, sino profundas preocupaciones sobre la viabilidad y legitimidad a largo plazo del UAW.

“Los casos en cuestión enseñan que tal pedantería”, escribió Lawson, “es particularmente inapropiada cuando se trata de quejas electorales”, y que los requisitos de procedimiento “deben reflejar las necesidades de los miembros del sindicato de base, aquellas personas a las que el requisito está diseñado en última instancia para servir”.

El UAW se encuentra en una grave crisis. Después de ser “elegido” por apenas el 6 por ciento de los votantes elegibles, Fain defendió la ahora infame política de la “huelga de pie” (“stand-up” en inglés), que implicaba mantener a los trabajadores en el trabajo y proteger las ganancias de la empresa. En las tres grandes compañías automotrices, la dirigencia bajo Fain impuso contratos propatronales que han allanado el camino para despidos masivos. Ha habido 21.000 recortes de empleos en el sector automotor en los Estados Unidos desde principios de 2024, en la medida en que las empresas aprovechan la transición a los vehículos eléctricos para reestructurar las relaciones de clase a su favor.

Fain también presidió el aislamiento del movimiento de huelga política entre los 48.000 trabajadores académicos de la Universidad de California, del Local 4811 del UAW, quienes buscaban hacer valer el poder de la clase trabajadora en oposición a la represión policial contra las protestas universitarias contra el genocidio de Gaza. Fain, un aliado cercano de Joe “El Genocida” Biden, mantuvo al resto de miembros del UAW totalmente desinformados sobre la huelga antes de finalizarla inmediatamente después de que las autoridades del Partido Demócrata en California solicitaran con éxito una orden judicial.

Para agravar la crisis del UAW está la corrupción persistente de los propios burócratas, a pesar de las “elecciones” y los tres años y medio bajo un “decreto de consentimiento” impuesto por el Gobierno. A principios de este mes, se reveló que el propio Fain está siendo investigado por el mal uso de los recursos sindicales y por obstruir la divulgación de documentos. Fain es un representante probado de la burocracia y un promotor desvergonzado de Biden y el Partido Demócrata. Gracias a la victoria de Lehman en los tribunales, hay un asterisco junto al título de Fain como presidente del UAW, ya que los resultados de las elecciones siguen siendo legalmente controvertidos.

El resultado de la demanda de Lehman es una confirmación de los desarrollos objetivos en la lucha de clases, del auténtico significado de la campaña de Lehman y de la crisis real del UAW. Demuestra que este es el momento para que los trabajadores tomen la iniciativa para promover sus intereses de clase independientes.

Debe ampliarse la red de comités de base, independientemente de la burocracia. Políticamente, como ha insistido Lehman a lo largo de su campaña, las bases deben hacer valer sus derechos e intereses como clase, contra la burocracia, el Gobierno y el Estado. Esto significa desafiar la dictadura de los propietarios capitalistas sobre la economía, rechazar el marco del nacionalismo y orientarse hacia el socialismo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 27 de junio de 2024)

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