Los incendios continuos que han arrasado Los Ángeles durante la última semana son una catástrofe de proporciones monumentales.

El incendio Eaton (afectando Altadena y Pasadena) solo ha sido contenido en un 15 por ciento, mientras que el incendio de Palisades está contenido solo en un 11 por ciento. Se pronostican fuertes vientos adicionales para los próximos días, lo que amenaza con empeorar la devastación.

Al momento de escribir este artículo, se ha confirmado la muerte de 10 personas, pero se espera que este número aumente dramáticamente. El jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony Marrone, advirtió que es posible que se deban inspeccionar hasta 10.000 estructuras en busca de restos humanos. Más de 9.000 estructuras han sido dañadas o destruidas y 180.000 residentes permanecen bajo órdenes de evacuación obligatorias. Más de 200.000 personas se quedaron sin electricidad. Los incendios han dejado a innumerables trabajadores incapaces de trabajar en diversas industrias.

El humo tóxico cubre la región, afectando a 17 millones de personas, incluidas decenas de miles de personas sin hogar ni protección contra niveles peligrosos de polución. Carlos Gould, científico de Salud Ambiental de la Universidad de California en San Diego, dijo a Reuters: “Los niveles de humo de incendios forestales que hemos visto en Los Ángeles en los últimos días implican un aumento de entre el 5 y el 15 por ciento en la mortalidad diaria”.

Como con cualquier desastre mayor, los incendios exponen crudamente las divisiones de clase en la sociedad. La misma indiferencia insensible que definió la respuesta de la clase dominante al huracán Katrina hace dos décadas, la actual pandemia de COVID-19 y un sinnúmero de otras crisis está una vez más en exhibición.

A nivel local y estatal, el Partido Demócrata, que controla la política de California, tiene la responsabilidad directa del desastre. Los documentos filtrados revelan que la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, propuso recientemente recortes adicionales de $49 millones al Departamento de Bomberos, lo que suma $17.6 millones recortados en el presupuesto anterior. Una parte significativa del trabajo de extinción de incendios lo realizan los presos, a quienes se les paga algunos centavos por hora para arriesgar sus vidas en condiciones similares a la esclavitud moderna.

A nivel federal, la Administración de Biden ha ofrecido una asistencia mínima. La Casa Blanca se ha comprometido a pagar los costos de la respuesta de emergencia a los incendios, pero esto solo cubriría gastos como la remoción de escombros, la creación de refugios temporales y el pago de los servicios de emergencia. No haría nada para abordar el daño masivo que han causado los incendios, que actualmente se estima en $150 mil millones.

Cuando Wall Street se enfrenta a una crisis, se asignan rápidamente billones para rescates bancarios. Sin embargo, cuando las familias de clase trabajadora y clase media sufren desastres, se ven obligadas a valerse por sí mismas o se enfrentan a aseguradoras e instituciones financieras que sacan provecho de ellos.

Únicamente los más ricos, que tienen acceso a los mejores abogados, recibirán una compensación completa, mientras que las personas trabajadoras, si tienen cobertura de seguro, enfrentarán un proceso kafkiano interminable para obtener asistencia. Muchos ya han recurrido a las redes sociales en un esfuerzo desesperado por recaudar fondos.

El Partido Socialista por la Igualdad insiste en el principio de que la necesidad humana debe ser priorizada a la riqueza y las ganancias de los superricos en todas las circunstancias. Para ello llamamos a tomar las siguientes medidas:

Construir refugios de emergencia y usar el dominio eminente para confiscar propiedades no utilizadas

Se deben establecer refugios de emergencia para albergar a los 180.000 residentes bajo órdenes de evacuación obligatorias y a todas las personas sin hogar. El dominio eminente, el poder del Gobierno para confiscar la propiedad privada para uso público, si bien a menudo es utilizado para desplazar a las familias de la clase trabajadora y construir proyectos corporativos, debe redirigirse para priorizar las necesidades sociales.

Según un informe de 2020 del Instituto ACCE, Los Ángeles tiene más de 93.000 unidades de vivienda vacías, casi la mitad retenidas deliberadamente del mercado. Miles de apartamentos de lujo permanecen vacíos, en propiedad como segundas residencias o inversiones especulativas, mientras que las entidades corporativas tienen más de 57 km cuadrados de lotes vacíos con fines de lucro.

Proporcionar una protección total de los ingresos para todos los trabajadores afectados y cerrar los lugares de trabajo y las escuelas no esenciales

Todos los trabajadores afectados por los incendios de Los Ángeles deben recibir protección total de ingresos por salarios perdidos. Los lugares de trabajo no esenciales y las instalaciones educativas presenciales en las áreas afectadas deben cerrarse de inmediato hasta que sea seguro regresar. Esto incluye instituciones como la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que escandalosamente ha mantenido su campus abierto a pesar de la calidad del aire tóxico y las órdenes de evacuación, lo que ha provocado una oposición generalizada de estudiantes y educadores. Todos los trabajadores, independientemente de su situación laboral o de inmigración, deben recibir una compensación completa por la pérdida de salarios durante los cierres.

Llevar a cabo una respuesta nacional de emergencia para detener la propagación de los incendios

Los incendios forestales exponen la falta crónica de financiación de servicios críticos, en particular la lucha contra incendios. A pesar de décadas de advertencias sobre la creciente amenaza de los incendios forestales, las agencias locales siguen sin estar preparadas para combatir desastres de esta magnitud. Debe haber una movilización masiva de recursos en todo el estado y en todo el país para combatir los incendios.

Compensar completamente todas las pérdidas de los trabajadores, las familias de clase media y las pequeñas empresas

Los costos masivos de la recuperación no deben descargarse sobre las espaldas de la gente común. Un obstáculo importante para la recuperación es el papel depredador de la industria de seguros. Después de los incendios del norte de California de 2018, las compañías de seguros aumentaron drásticamente las primas, lo que efectivamente expulsó a muchas familias de los vecindarios en los que habían vivido durante décadas. A decenas de miles se les cortó el seguro por completo.

Todos los trabajadores y pequeñas empresas afectados por los incendios de Los Ángeles deben recibir una compensación total por sus pérdidas, que cubra los daños inmediatos y los costos a largo plazo de la reconstrucción de vidas y medios de subsistencia. Nadie debe incurrir los gastos de su propio bolsillo.

Además, se deben distribuir filtros de aire HEPA, mascarillas N95 de alta calidad y otros equipos de protección inmediatamente a todos los hogares y lugares de trabajo en las áreas afectadas por el humo de los incendios forestales. Proporcionar sistemas de filtración de aire gratuitos no solo mitigaría los efectos inmediatos en la salud del humo de los incendios forestales, sino que también ofrecería beneficios significativos para frenar la propagación de COVID-19 y otros patógenos en el aire.

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La lucha por estas demandas debe llevarse a todos los lugares de trabajo, vecindarios y comunidades afectadas por los incendios y más allá. Se deben formar comités de base en cada lugar de trabajo y vecindario, independientes de los políticos capitalistas y del aparato corporativista de los sindicatos, para unificar a los trabajadores, estudiantes y residentes en una lucha colectiva para garantizar que sus necesidades sean satisfechas.

Los trabajadores deben rechazar la afirmación de que no hay dinero para tomar estas medidas necesarias y urgentes. Los vastos recursos concentrados en manos de multimillonarios deben ser confiscados y reorientados hacia la atención de las necesidades de los afectados por los incendios.

El área metropolitana de Los Ángeles es el hogar de 53 milmillonarios, cuya riqueza combinada asciende a 222 mil millones de dólares. Entre las personas más ricas de Los Ángeles se encuentran Eric Smidt ($15.6 mil millones), fundador de Harbor Freight Tools; Peter Thiel ($9.2 mil millones), cofundador de PayPal y una fuerza importante detrás de la Administración de Trump; y Stewart Resnick ($6.3 mil millones), que posee gran parte de los derechos sobre el agua en toda California.

Los $222 mil millones en manos de los milmillonarios de Los Ángeles podrían cubrir los daños estimados de $150 mil millones causados por los incendios y proporcionar alivio inmediato a los afectados. Además, el daño estimado de los incendios es solo una fracción del presupuesto militar estadounidense de 1 billón de dólares.

Los Ángeles también alberga algunas de las corporaciones más grandes y rentables del mundo, que abarcan el entretenimiento, la salud, los servicios públicos y más. The Walt Disney Company, con sede en Burbank, cuenta con una asombrosa capitalización de mercado de $201.30 mil millones, consolidando su dominio en los medios y el entretenimiento a nivel mundial. Live Nation Entertainment, con sede en Beverly Hills, tiene un valor de mercado de $29.80 mil millones, mientras que Edison International en Rosemead, un importante proveedor de energía, tiene una capitalización de mercado de $27.95 mil millones.

Estas y otras corporaciones deben transformarse en servicios públicos, controlados democráticamente y operados sobre la base de la necesidad social. Tal transformación permitiría la movilización de recursos para reconstruir comunidades devastadas por los incendios, combatir el cambio climático y satisfacer las necesidades sociales más amplias de la población.

Los incendios de Los Ángeles no son simplemente un desastre natural; son una acusación devastadora de la incapacidad del capitalismo para abordar las necesidades de la humanidad. Subrayan la necesidad urgente de construir un movimiento de la clase trabajadora, independiente de los Partidos Demócrata y Republicano, para luchar por el socialismo.

El Partido Socialista por la Igualdad (SEP, Socialist Equality Party) lidera la lucha por este programa. Complete el siguiente formulario para obtener información sobre cómo unirse al SEP.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 11 de enero de 2024)