176. Contrario a las expectativas del Workers Revolutionary Party, el retorno de los laboristas al poder en Inglaterra en marzo de 1974 no conllevó rápidamente a confrontaciones entre los obreros y el nuevo gobierno. La reactivación económica respaldada por el FMI le rindió campo al gobierno Laborista para maniobrar. Esta nueva situación reveló las flaquezas de las bases políticas del WRP. La transformación de la Socialist Labour League en el WRP y las campañas para “reclutar a las masas” que habían formado las bases para ese cambio se habían basado en recurrir al amplio sentimiento elemental que existía en la clase trabajadora contra los Torys. El nuevo partido y sus militantes, pues, no estaban suficientemente capacitados para manejar la situación más compleja que el regreso de los Laboristas al poder había creado.
177. El WRP trató de contrarrestar las dificultades en desarrollar a la clase trabajadora buscando apoyo en otros lugares. Gran desorientación política apareció en 1976 cuando el partido comenzó a cultivar relaciones con varios movimientos de liberación nacional y otros regímenes nacionalistas burgueses del Medio Oriente. A medida que el WRP ponía en reversa su antigua insistencia en que la lucha contra el revisionismo para establecer el movimiento marxista era de importancia primordial, Healy y sus colegas más íntimos, Michael Banda y Cliff Slaughter, se deslizaban más y más hacia los conceptos pablistas contra los cuales habían luchado durante los años 1950 y 1960. Su capitulación al programa pablista se produjo en conjunto con la evolución de una mistificación idealista del marxismo que vulgarmente distorsionaba el método analítico del materialismo dialéctico.