Los transportistas afrontaron su segundo día de paro nacional indefinido, bloqueando los principales puertos, autopistas y centros de distribución en toda España. Se estima que hasta 75.000 camioneros se están uniendo a la huelga, convocada por la Plataforma para la Defensa del Transporte por Carretera de Mercancías, que representa el 85 por ciento de las pequeñas empresas de transporte y a los conductores autónomos. Están protestando por el aumento de los precios del combustible y las malas condiciones de trabajo después de décadas de explotación desenfrenada.

La lucha está derivando rápidamente en un enfrentamiento con el gobierno del Partido Socialista de España (PSOE) y Podemos, que está desplegando policías fuertemente armados contra los piquetes, y la política de guerra de la OTAN con Rusia que está elevando los precios del combustible en todo el mundo.

En un piquete en la zona industrial de San Fernando de Henares, Madrid, un huelguista ha recibido un disparo cuando se resistió a ser detenido, sin saber que se enfrentaba a una policía secreta. El huelguista, de 33 años, fue trasladado al hospital de La Princesa en estado grave con una herida de bala en el abdomen. Otro huelguista resultó herido de menor gravedad por los disparos de la policía.

Esta es una advertencia de que PSOE y Podemos están dispuestos a desatar una gran violencia contra los huelguistas, solo unos meses después de que desplegaran vehículos blindados y escuadrones policiales disparando balas de goma contra los trabajadores del metal en huelga en Cádiz.

Según El Confidencial Digital, el Gobierno del PSOE y Podemos ha redactado planes para desplegar a la policía y el ejército para escoltar convoyes de camiones cisterna a las estaciones de servicio. El Ministerio del Interior tiene un plan especial de la policía para escoltar convoyes para transportar medicamentos, suministros de alimentos, animales para mataderos, suministros para ganado y piezas industriales a las fábricas. Ayer, la policía española ya escoltó a más de 20 camiones en Asturias.

A pesar de que el gobierno lo niega, la huelga ya está teniendo un gran impacto. La Organización Empresarial de Logística y Transporte de España alertó de 'graves complicaciones' en las cadenas de suministro y solicitó 'la intervención inmediata del Gobierno para garantizar la seguridad y evitar, así, un posible desabastecimiento'. La patronal asturiana confirmó un 'impacto muy alto'. La Federación Nacional de Industrias Lácteas ha advertido que la huelga podría derivar en 'graves problemas en el suministro' de productos lácteos.

En toda España, los principales puertos no están a pleno funcionamiento. El puerto de Bilbao, uno de los puntos fundamentales de entrada de mercancías del norte de España, está paralizado. 'Por carretera no está saliendo ninguna mercancía del puerto de Bilbao, no trabaja nadie en Santurtzi, el puerto está parado al 100 %. No carga ningún camión', dijo a la agencia de noticias EFE un portavoz de la Asociación de Transportistas Autónomos del puerto de Bilbao.

En el puerto de Algeciras, uno de los centros de transbordo más concurridos del mundo, la Asociación de Transporte de Contenedores de la Bahía de Algeciras, con una flota de 1.000 camiones, apoya la huelga.

La huelga también está afectando a los principales centros de distribución. Mercamadrid, el mayor centro de distribución de alimentos de España, recibió solo la mitad de los productos habituales. Las verduras y frutas son las más afectadas: el centro logístico recibió el 60 por ciento de los productos en comparación con la semana anterior. MercaGranada, que cubre la provincia de Granada, informó que su actividad se detuvo totalmente debido a los piquetes.

En Cantabria, los pescadores se negaron a faenar, ya que la distribución de sus capturas de pescado no estaba garantizada. En la bahía de Cádiz, los pescadores amarraron sus embarcaciones en apoyo a la huelga de transporte, insistiendo en que no pueden trabajar con pérdidas.

Las principales fábricas también están reportando problemas de suministro. La fábrica de Opel en Zaragoza anunció que pararía la Línea 1, donde se fabrican el Citroën C3 Aircross y el Opel Crossland, a consecuencia de problemas de suministro debido a la huelga de transporte.

Los convoyes de camiones en circulación lenta han entorpecido el tráfico en las principales autopistas de ciudades como Madrid, Barcelona, Vitoria, Pamplona, Ferrol, Ponferrada y Murcia.

Los medios de comunicación burgueses y el Gobierno PSOE-Podemos están minimizando el impacto de la huelga. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, afirmó ayer que no tuvo 'demasiado impacto' y dijo que 'la situación está bajo control'.

El Gobierno PSOE-Podemos está tratando de encauzar el creciente enfado contra la inflación culpando al presidente ruso Vladimir Putin en medio de la invasión rusa de Ucrania. En un intento totalmente imprudente y cínico de desviar las crecientes tensiones de clase hacia el exterior en una fiebre de guerra, el primer ministro Pedro Sánchez declaró: 'La culpa es solo de Putin'. Sin embargo, esta histérica propaganda antirrusa tiene poco o ningún apoyo fuera de la clase dominante y las estrechas capas de la clase media acomodada alrededor del partido 'populista de izquierda' Podemos.

En toda Europa, hay una vasta oposición de la clase trabajadora contra la participación en una guerra contra Rusia. El mes pasado, solo el 32 por ciento de los españoles apoyó la participación militar en un conflicto ruso-ucraniano, según una encuesta de Euroskopia. La cifra fue de sólo el 31 por ciento en los Países Bajos; el 25 por ciento en Polonia, Alemania y Francia; el 21 por ciento en Grecia; y el 18 por ciento en Italia.

José Fernández, portavoz de la Plataforma de Defensa del Transporte de Mercancías por Carretera que convoca la huelga de camioneros, criticó la fiebre bélica de Sánchez.

En una entrevista al diario El Plural dijo: “Quieren echar la culpa a Putin de los problemas que tenemos en España. Pero Putin está a miles de kilómetros. Putin no tiene la culpa de que en España tengamos unos políticos ineptos, inútiles y corruptos.” También acusó al régimen de extrema derecha respaldado por la OTAN en Ucrania de ser 'nazi' y de ordenar 'matar rusos por hablar ruso' en el este de Ucrania.

Un amplio movimiento internacional de camioneros está emergiendo en oposición a la inflación y el aumento de los precios del combustible. La subida de precios ha sido producida en primer lugar por las enormes operaciones de impresión de dinero en Washington, Londres y Frankfurt, inyectando billones de dólares, libras y euros en los mercados financieros durante la pandemia para apuntalar los mercados de valores y asegurar la riqueza de los súper ricos. La inflación ahora está aumentando a medida que las potencias de la OTAN, amenazando imprudentemente con provocar una guerra con Rusia, amenazan con eliminar su petróleo, gas y granos de los mercados mundiales, lo que aumenta drásticamente los precios.

Estas políticas imprudentes están impulsando una explosión internacional de la lucha de clases, especialmente en la industria del transporte debido a su extraordinaria vulnerabilidad a los aumentos de los precios del combustible:

● En Portugal, el sindicato de camioneros ANTRAM ha anunciado que 200 de sus empresas retendrán las entregas para obligar al gobierno del Partido Socialista (PS) a reducir el costo del combustible.

● Los camioneros italianos están convocados a una huelga nacional contra los altos precios del combustible y preparando acciones de protesta el 19 de marzo.

● En Brasil, los camioneros han apelado ante los tribunales la decisión de la petrolera estatal Petrobras de aumentar los precios de la gasolina en un 18,8 por ciento y alrededor de un 25 por ciento el precio del diésel.

● En Paraguay y Chile, los gobiernos han tenido que aumentar los subsidios al combustible en un esfuerzo por evitar las huelgas de camioneros.

La globalización de la producción y el desarrollo de las cadenas de suministro globales coloca a los trabajadores de la logística en una posición extremadamente poderosa y refuerza su objetivo de unidad internacional.

Esto requiere una ruptura consciente con los sindicatos. Desesperados por mantener su posición como la fuerza policial industrial de las grandes empresas y los gobiernos capitalistas, estas burocracias organizadas a nivel nacional están decididas a aislar y reprimir las huelgas. Ayer, las principales organizaciones sindicales de España suspendieron la huelga de transporte de mercancías de 3.000 camioneros asalariados en la provincia de Cádiz, argumentando cínicamente que los empresarios estaban cerca de un acuerdo.

La lucha contra la pandemia, la inflación y la guerra requiere una perspectiva internacional, una ruptura consciente con los sindicatos y el Gobierno PSOE-Podemos, y la formación de comités de base independientes. Por medio de tales comités, vinculados a través de las industrias y las fronteras nacionales, los trabajadores podrán desarrollar un plan de acción coordinado para derrotar el ataque a sus salarios y condiciones de vida y oponerse al impulso de las potencias capitalistas hacia la guerra.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 15 de marzo de 2022)