El 24 de julio, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se pronunció ante una sesión conjunta del Congreso estadounidense, donde fue ovacionado por los senadores y diputados demócratas y republicanos. La presencia de Netanyahu en medio del genocidio en Gaza demuestra la complicidad total del Gobierno estadounidense en la matanza.
Fuera del edificio del Capitolio, se realizaron dos manifestaciones contra la visita de Netanyahu. Una fue organizada principalmente por la Coalición ANSWER y fue respaldada por los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA, sigla en inglés), CODEPINK y otras organizaciones que operan en la periferia del Partido Demócrata. La otra fue organizada por el Partido Socialista por la Igualdad.
La concentración organizada por ANSWER, que es un frente del Partido por el Socialismo y la Liberación (PSL), fue típica de las manifestaciones que este y otros grupos han realizado desde que comenzó el genocidio en octubre pasado. Hubo una gran cantidad de consignas vacías y demagogia, que son típicas de la política de clase media, carente de cualquier perspectiva para detener la matanza. O más bien, su perspectiva se basa en la creencia de que, si gritan lo suficientemente fuerte, el Partido Demócrata o una sección del mismo escuchará. Su concepción es que la política es esencialmente un problema de megáfonos y acústica.
Ninguno de los oradores ofreció nada que se acercara a un análisis político de los orígenes del genocidio. No hubo ninguna referencia a la guerra entre Estados Unidos y la OTAN contra Rusia en Ucrania, y los grupos involucrados no tienen un acuerdo entre ellos sobre esta cuestión. Sobre todo, ninguno de los oradores conectó la lucha contra la guerra con la lucha por el socialismo.
La candidata presidencial del PSL, Claudia De la Cruz, gritó que “la gente en el vientre de la bestia se está convirtiendo en luchadores por la liberación” y que “Gaza nos liberará a todos”. Jill Stein, la candidata presidencial del Partido Verde, declaró que el “pueblo” no quiere el genocidio, que “nos mantendremos unidos y lo detendremos”.
¿Y cómo detendrá el “pueblo” el genocidio? De esto no se dijo nada. De hecho, las manifestaciones que involucraron a millones de personas en los Estados Unidos e internacionalmente durante los últimos nueve meses no han tenido ningún impacto en las políticas del Gobierno. Detrás del histrionismo, prevaleció una desmoralización palpable.
Muchos de los oradores elogiaron al “movimiento obrero”, es decir, al aparato sindical, por supuestamente manifestarse en contra del genocidio. Esto incluyó al director de la Región 9A del sindicato United Auto Workers (UAW), Brandon Mancilla, quien está afiliado al DSA. Mancilla citó la carta supuestamente “histórica” firmada por los líderes de siete sindicatos pidiendo un alto el fuego. La carta es un llamamiento quejumbroso y personal a Biden, pidiendo que su Gobierno “detenga inmediatamente toda la ayuda militar a Israel como parte del trabajo para asegurar un alto el fuego inmediato y permanente en la guerra en Gaza”.
Los mismos funcionarios sindicales aclamados por Mancilla y otros han respaldado a Biden, al Partido Demócrata y la guerra contra Rusia.
Las distintas tendencias políticas reflejan distintos intereses de clase. Si bien muchos de los asistentes a la manifestación de la Coalición ANSWER están sinceramente horrorizados por el genocidio en Gaza, las diversas organizaciones involucradas representan diferentes estratos de la clase media, orientados y vinculados a los partidos de la élite gobernante capitalista, particularmente al Partido Demócrata. Su liderazgo consiste en individuos con mucha práctica en una forma de engaño político dirigido contra la independencia política de la clase trabajadora.
El evento organizado por el Partido Socialista por la Igualdad tuvo un carácter completamente diferente. La manifestación y la reunión posterior avanzaron una perspectiva y un programa claros sobre los cuales se debe desarrollar la oposición al genocidio.
Al concentrarse en diferentes aspectos de la situación política, todos los discursos enfatizaron ciertos temas fundamentales:
- La causa esencial de la guerra radica en el sistema capitalista de Estados nación, los intereses financieros globales de las grandes corporaciones y el implacable impulso de la clase dominante estadounidense por la hegemonía mundial.
- La lucha contra la guerra requiere la movilización del inmenso poder de la clase obrera estadounidense y su independencia política de los demócratas y republicanos, que son los partidos que la clase dominante utiliza para emprender sus guerras imperialistas.
- El movimiento contra el genocidio y la guerra debe ser internacional, uniendo a los trabajadores a nivel mundial en función de sus intereses de clase comunes.
Los discursos no solo atribuyeron el genocidio a Netanyahu, sino que explicaron la conexión entre los horrores en Gaza y la guerra imperialista más amplia de la que forma parte. Conectaron la escalada de la guerra global con el crecimiento del fascismo en los Estados Unidos e internacionalmente, el asalto a los derechos democráticos y la crisis social que enfrenta la clase trabajadora.
Los discursos abordaron cuestiones políticas e históricas críticas que deben aclararse en el desarrollo de un movimiento contra la guerra. Will Lehman, representante de la Alianza Internacional Obrera de los Comités de Base (AIO-CB) y excandidato a la presidencia del UAW, expuso la pretensión fraudulenta de las afirmaciones, promovidas por el mitin de la Coalición ANSWER, de que el aparato sindical se opone a la guerra.
“[El presidente del UAW] Shawn Fain ha hecho algunas declaraciones sin sentido sobre la oposición al genocidio en Gaza”, dijo Lehman, “mientras da un apoyo total a Biden y ahora a Harris. Al mismo tiempo, la burocracia del UAW ha mantenido la producción en las plantas donde está presente el UAW que producen armas y equipos para las fuerzas de ocupación israelíes”.
El candidato presidencial del Partido Socialista por la Igualdad, Joseph Kishore, describió lo que denominó el “espectáculo podrido” de la política burguesa. Por un lado, los republicanos descienden al fascismo, y por el otro, los demócratas se centran completamente en la intensificación de la guerra. “El Partido Socialista por la Igualdad y nuestra campaña electoral”, dijo, “insisten en que no se trata de apelar a los criminales de guerra para que cambien de rumbo. No, no suplicamos a los delincuentes para que cesen sus crímenes”.
Kishore llamó especialmente la atención sobre aquellos como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez que “combinan críticas poco sinceras con un apoyo absoluto al Partido Demócrata”. Continuó: “Trotsky se refirió a los sacerdotes de medias verdades, de cuartas verdades, esa es la peor forma de falsedad”.
En sus comentarios a la manifestación, el presidente del Consejo Editorial Internacional del World Socialist Web Site y presidente del Partido Socialista por la Igualdad, David North, se basó en las experiencias históricas de las protestas contra la guerra de Vietnam hace 55 años, cuya perspectiva fue apelar a la conciencia de las élites gobernantes.
“¿Qué lecciones”, preguntó, “deben extraerse del hecho de que aquí estamos medio siglo después protestando por crímenes aún mayores? El gran problema que enfrentamos entonces fue el problema del conocimiento histórico, la capacidad de extraer lecciones políticas de las experiencias de las luchas revolucionarias en todo el mundo. Esa es la importancia del movimiento trotskista”.
“Nada de lo que se dice en las otras manifestaciones”, dijo North, “intenta presentar lo que los marxistas llamamos una perspectiva”. Su objetivo es ocultar los problemas fundamentales, que North resumió de la siguiente manera:
La construcción de un movimiento contra la guerra requiere la movilización de la clase trabajadora como fuerza internacional. Requiere el establecimiento de la independencia política de la clase trabajadora. Y requiere una perspectiva que no tenga como objetivo protestar a los capitalistas, apelando a ellos para que adopten una política pacífica, sino explicando a la clase trabajadora que, si quieren poner fin a estos horrores, si quieren asegurar su futuro, tienen que conquistar el poder.
“Aquellos que quieren hablar de poner fin a la guerra, sin hablar de poner fin al capitalismo”, dijo North, “harían mejor en guardar silencio y mantener su ignorancia alejada del resto del mundo”.
El desarrollo de un movimiento en la clase trabajadora contra el genocidio en Gaza, la guerra imperialista y el capitalismo está ligado a una lucha por socavar la influencia política de todas aquellas organizaciones que intentan encadenar a la clase trabajadora con la política capitalista. Esto requiere la lucha sistemática para desarrollar la conciencia política de la clase trabajadora sobre la base de las lecciones de la historia, a través de la construcción del Comité Internacional de la Cuarta Internacional. El acto del Partido Socialista por la Igualdad del 24 de julio marcó un paso crítico en este proceso de diferenciación y aclaración políticas.
Mira todos los discursos pronunciados en la manifestación del Partido Socialista por la Igualdad aquí .
(Artículo publicado originalmente en inglés el 28 de julio de 2024)
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