En apenas tres semanas y tras tres rondas de negociaciones, la empresa ferroviaria alemana Deutsche Bahn (DB) y el sindicato ferroviario alemán Eisenbahn- und Verkehrsgewerkschaft (EVG) han cerrado un acuerdo salarial que supone una reducción masiva de los salarios reales. Además, el acuerdo, que se extenderá por 33 meses hasta finales de 2027, amordaza a los trabajadores justo cuando el nuevo gobierno alemán impone nuevos recortes de financiación a Deutsche Bahn AG.
Los salarios aumentarán solo un 6,5 por ciento en casi tres años: un 2 por ciento a partir de julio de 2025 y un 2,5 por ciento a partir de julio de 2026. Los miembros del EVG dentro de los empleados de DB recibirán un 2 por ciento extra en diciembre de 2027 como pago adicional, no como un aumento del salario mensual, sino como una ayuda anual única. El próximo abril habrá un pago único de 200 euros y, a partir de diciembre de 2026, los trabajadores por turnos también recibirán un pago adicional del 2,6 por ciento como pago único anual, con la opción de convertir parcialmente el pago en dos días de vacaciones a partir de 2027.
En Alemania, la inflación oficial es del 2,3 por ciento, pero en el caso de los alimentos básicos, el alquiler y el combustible es mucho más alta. En vista de la escalada de la guerra comercial tras la llegada al poder de Donald Trump en Estados Unidos, la inflación aumentará considerablemente. Por ello, el EVG ha acordado una reducción integral de los salarios reales.
La dirección del EVG y la miembro de la dirección y negociadora principal, Cosima Ingenschay, son conscientes de esta traición y esperan una oposición feroz por parte de los miembros del sindicato y de los empleados de DB. Utilizando la táctica del palo y la zanahoria, intentan mantener su dictadura burocrática sobre el aparato sindical y, al mismo tiempo, evitar que los trabajadores abandonen el mismo. Por eso han acordado una bonificación exclusiva para los miembros del sindicato. “Durante la vigencia del convenio colectivo, se pagarán 156 euros en total, libres de impuestos, en tres cuotas por parte del EVG como un subsidio de recuperación”, explicó Ingenschay.
El objetivo principal del EVG era evitar la huelga, por lo que adelantó rápidamente las negociaciones y llegó a un acuerdo relámpago. Esta represión de la oposición de los trabajadores por parte del sindicato ferroviario actúa directamente en interés del gobierno alemán, tanto del saliente como del entrante.
En Alemania, las elecciones anticipadas, convocadas el mismo día de la elección de Trump, tienen como objetivo que un gobierno llegue al poder con un partido todavía más derechista que la coalición gobernante, que goza de una enorme impopularidad. Friedrich Merz, del partido democristiano CDU, que tiene más posibilidades de convertirse en el próximo canciller, planea dividir la empresa ferroviaria. Se separarán los departamentos de Redes y Operaciones para aplicar fuertes medidas de racionalización con recortes de personal y nuevas reducciones salariales.
EVG no tiene intención de luchar contra estos ataques futuros, pero ya está creando el marco para llevarlos a cabo. Con el acuerdo salarial, el sindicato ya está implementando activamente recortes salariales.
Por eso, DB ha ampliado el plazo del convenio (y la promesa de no hacer huelga) hasta diciembre de 2027, es decir, hasta el final del actual Programa de Renovación General de la S3. En un principio, DB había pedido un plazo de 37 meses para el nuevo convenio, pero aceptó 33 meses. Las promesas de protección del empleo, que supuestamente forman parte del convenio, no valen ni el papel en el que están escritas. Esto se desprende claramente de la cláusula inicial del convenio de DB Cargo. Según DB, “se permiten desviaciones de las normas del convenio colectivo en caso necesario como parte del plan de reestructuración”.
'En vista de los planes de la CDU de desmembrar DB AG y de la situación económica cada vez más precaria, para nosotros era importante poder seguir descartando despidos por motivos financieros o de enfermedad hasta finales de 2027', subrayó Ingenschay.
Su declaración tras la firma del acuerdo da una idea de lo que esto significa: Ingenschay pidió a la Junta Directiva de Deutsche Bahn que explicara públicamente los principales desafíos a los que se enfrenta la empresa. 'Nuestros compañeros se sienten engañados cuando les dicen constantemente que no todo es tan malo, pero a puerta cerrada se les presentan escenarios completamente diferentes', afirmó.
En otras palabras: los mayores ataques todavía se están preparando. EVG los conoce y le está dando al Grupo DB el tiempo necesario para prepararlos en cooperación con el próximo gobierno federal.
El presidente de Deutsche Bahn, Richard Lutz, que gana 2,2 millones de euros al año, anunció la pasada primavera que se eliminarían 30.000 puestos de trabajo, algo que se concretó a finales de año. Lutz y su junta directiva actúan en interés del gobierno alemán, que posee el 100 por ciento de DB AG. Para financiar el rearme alemán y los planes de guerra, el gobierno sigue recortando costes en Deutsche Bahn. EVG no sólo apoya los recortes de personal en Deutsche Bahn, sino también los ataques a las condiciones de trabajo y los salarios de los que permanecen en la empresa.
El acuerdo salarial marca una nueva etapa en el prolongado conflicto en la Deutsche Bahn. Deja claro que los trabajadores deben romper el control del aparato del EVG. Los empleados del ferrocarril deben tomar el asunto en sus propias manos. El Comité de Acción Ferroviaria Alemán se fundó en el verano de 2023. La resolución fundacional dice:
El Comité de Base de los Ferroviarios es una asociación de trabajadores del ferrocarril, afiliados o no a un sindicato, que ya no están dispuestos a aceptar la dominación del aparato sindical ferroviario del EVG. No son los funcionarios del EVG, muchos de los cuales ocupan puestos en el consejo de supervisión y que hace tiempo que han sido comprados, los que deciden, sino las bases. Nuestro objetivo es luchar contra los ataques masivos a nuestros salarios y condiciones de trabajo. Nuestros derechos a salarios decentes y condiciones de trabajo tolerables tienen prioridad sobre los intereses de lucro de la junta ferroviaria, los inversores y los especuladores.
Hacemos un llamamiento a todos los trabajadores de Deutsche Bahn y otras empresas de transporte ferroviario para que asuman la defensa de principios del empleo y las condiciones de trabajo, incluidos salarios y sueldos adecuados, contra los gobiernos federales salientes y entrantes, las corporaciones y el aparato sindical.
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(Artículo publicado originalmente en inglés el 21 de febrero de 2025)