A finales del año pasado, en medio de una masacre en los empleos y el cierre de plantas en Volkswagen, Mercedes-Benz anunció un programa de recortes con el nombre en clave 'Next Level Performance', que tiene como objetivo ahorrar permanentemente a la compañía 5.000 millones de euros en los próximos tres años, una gran parte de los cuales se lograrán a través de la reducción de puestos de trabajo. La mitad de esto se logrará este año. Otros 1.000 millones están previstos para 2026 y los 1.500 millones de euros restantes para 2027.

El jueves pasado, la directora de Recursos Humanos, Sabine Kohleisen, y el presidente del comité de empresa, Ergun Lümali, presentaron a los empleados un vídeo en la intranet que muestra lo que han estado negociando desde mediados de enero. Lo que Ergun Lümali describió como 'conversaciones constructivas' para 'asegurar el futuro en 2035' resultaron ser preparativos conjuntos para un ataque sin precedentes contra los trabajadores de Mercedes. Los siguientes recortes están sobre la mesa:

• Pérdida del derecho a la asignación adicional contractual (T-ZUG), acordada desde 2019 y abonada una vez al año por un 27,5 % del salario mensual promedio para los empleados que trabajan en turnos, cuidan de niños o atienden a familiares, y que puede convertirse en ocho días libres.
• Supresión del régimen de participación anual en los beneficios de los trabajadores, vigente en Mercedes desde 1997. En 2023, cada empleado recibió una media de 7.000 euros. Los codiciosos accionistas, por su parte, recibieron un dividendo récord de 5.500 millones de euros. Solo con la supresión de la participación en los beneficios, la empresa aportará 630 millones de euros a expensas de los 90.000 empleados actuales. Además, se reducirán las bonificaciones de aniversario.
• Todos los empleados tendrán que tomarse un día libre en Nochebuena y Nochevieja en lugar de dos medios días como antes.
• Reducción del miserable aumento salarial acordado por el sindicato IG Metall en noviembre de 2024. Según el convenio colectivo, los salarios deberían aumentar un 2 por ciento a partir de abril de 2025 y otro 3,1 por ciento a partir de abril de 2026. Esto está ahora en cuestión.
• Flexibilidad en la producción. Los trabajadores se desplegarán en diferentes plantas de producción y tendrán que moverse entre las diferentes etapas del proceso de producción, independientemente de su nivel salarial. Los empleos bien remunerados están siendo reemplazados por otros con menor salario. Como parte de los proyectos de externalización, partes o incluso la totalidad del proceso de producción serán subcontratadas a empresas externas a un coste inferior, con el objetivo de reducir la demanda de mano de obra.

En el video de la intranet, Kohleisen insinuó grandes recortes en el empleo. Pidió estructuras 'más ágiles' para dominar los desafíos inmediatos de la empresa. Si bien los costes laborales se habrían disparado en los últimos años, la productividad de la empresa no había aumentado en la misma medida, dijo.

El lento desarrollo de la electromovilidad, las elevadas inversiones no planificadas en motores de combustión, la continua disminución de las ventas en el importante mercado chino, que es tecnológicamente innovador y donde hay una competencia más barata, requerían cambios estructurales, según Kohleisen.

Inmediatamente después del anuncio del programa de ahorro, el CEO de Mercedes-Benz, Ola Källenius, concedió una entrevista al Süddeutsche Zeitung, seguida dos días después por otra del presidente del Comité de Empresa General, Ergun Lümali, en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Como en un juego de cartas amañado, las entrevistas revelaron el programa de reducción de costes planeado y acordado por la dirección e IG Metall, que superará los ataques realizados en Volkswagen.

La Manager Magazin informó en diciembre de que Mercedes tiene la intención de implementar el programa de ahorro de 5.000 millones de euros en los próximos dos años mediante la eliminación de hasta 20.000 puestos de trabajo. Källenius no negó ni confirmó las cifras en su entrevista, lo que sugiere que la dirección e IG Metall todavía estaban negociando el número real de puestos de trabajo que se eliminarán, que podría ser mayor.

A finales de enero, la redactora jefa de Manager Magazin, Isabel Hüslen, dijo en el podcast semanal de la revista que el año 2025 sería decisivo para Mercedes. Dependiendo de la evolución del mercado y de los resultados de las ventas, era posible que se recortara hasta el 20% de los 166.000 puestos de trabajo en todo el mundo. Serían más de 33.000 puestos de trabajo.

Källenius elogió los recortes de empleos en Volkswagen como parte del 'proceso de mejora continua' de la industria automotriz alemana. Lo que Volkswagen había implementado también se aplicaba a Mercedes. Había que reconsiderar las estructuras, lo que también incluía los gastos de personal. Pero a diferencia de VW, esto se haría con calma, 'de manera responsable y junto con el comité de empresa'.

En respuesta a las repetidas preguntas sobre cuántos despidos estaban previstos, Källenius respondió: 'No tiene sentido dar una cifra específica. Miras a tu empresa como un todo, tienes ingresos, tienes costes, inversiones, y a partir de esto llegas a un resultado y a un objetivo de inversión que te fijas. “No llegamos con una podadora y decimos que reduciremos en un x por ciento. Examinamos cada detalle y mejoramos nuestras estructuras.” El programa de ahorro tenía como objetivo aumentar el “resultado y una meta de inversión” que no se logró en años anteriores.

Desde mayo de 2022, el Consejo de Administración ha seguido la estrategia de producir principalmente automóviles de lujo, con el objetivo de lograr un retorno sobre las ventas del 14 por ciento o más para mediados de esta década. En 2022, el retorno sobre las ventas de los automóviles Mercedes-Benz fue del 14,6 por ciento, pero los rendimientos esperados no se han logrado desde entonces. En 2023 cayó al 12,6 por ciento y en 2024, según cifras preliminares, al 7,5 u 8,5 por ciento. Se espera que el beneficio total del Grupo Mercedes-Benz sea 'probablemente significativamente inferior al nivel del año anterior'. En 2023 ascendió a 19.700 millones de euros y en 2022 a 20.500 millones de euros.

La transformación hacia la electromovilidad impulsada por la industria y el gobierno no tiene que ver con la protección del medio ambiente, sino que proporciona un pretexto para realizar grandes recortes sociales y de empleo. Los precios inflados de los coches eléctricos no son asequibles para la mayoría de los trabajadores.

Según la Autoridad Federal de Transporte Motorizado, el número de coches eléctricos recién matriculados en 2024 fue de 381.000, lo que supone un descenso del 27,4% en comparación con los 524.000 vehículos matriculados en el año anterior. El número de vehículos matriculados con motores de gasolina aumentó un 1,4 por ciento hasta los 992.000, mientras que el número de vehículos diésel bajó ligeramente un 0,7 por ciento hasta los 483.000.

Mercedes vendió algo menos de 2 millones de coches en todo el mundo en 2024, un 3% menos que en 2023. La participación de los autos eléctricos fue del 9,3 por ciento. Es decir, 185.000 vehículos, un 23 por ciento menos que en 2023. En 2022, Mercedes había planeado aumentar la proporción de vehículos eléctricos al 50 por ciento para 2025. Actualmente está por debajo del 10 por ciento.

El programa de reducción de costes se está encontrando con una feroz resistencia por parte de los trabajadores que están preocupados por el futuro de sus familias.

El presidente del Comité General de Empresa, Lümali, dijo en una entrevista con el Frankfurter Allgemeine Zeitung a mediados de diciembre que era consciente del 'malestar y la incertidumbre' de los trabajadores en la línea de producción. Miraban las noticias todos los días para ver lo mal que le iba a la industria automotriz alemana en China y las amenazas de Trump de establecer aranceles punitivos. Los trabajadores de Sindelfingen también estaban familiarizados con la producción en un solo turno. La Fábrica 56, una de las instalaciones de producción más modernas del mundo, donde se producen los modelos de lujo, ha estado funcionando en un solo turno desde diciembre debido a la falta de pedidos.

Lümali estuvo básicamente de acuerdo con la dirección en que las medidas de reducción de costes eran inevitables. 'La situación no es fácil. Hablaremos de costos variables, pero también de costos fijos en producción, logística y materiales', dijo. “Y el Consejo Ejecutivo seguramente también nos confrontará con los costos de personal. Pero solo podemos hacer lo que sea realista y que encuentre aceptación y comprensión. ... Analizaremos los recortes viables para el equipo y luego veremos qué cifra resulta al final.”

En realidad, los trabajadores de Mercedes están amenazados con recortes similares a los de Volkswagen, que Källenius describió como un 'proceso de mejora continua' en la industria automotriz.

Lümali dejó claro en su entrevista que subordina completamente los intereses de la plantilla a la estrategia de ganancias de la dirección y nunca soñaría con librar una lucha de principios en defensa de los empleos y los ingresos. Aún más absurdo para él es una lucha conjunta con compañeros de trabajo en VW o en la industria de proveedores, donde se destruyen cientos de puestos de trabajo todos los días, o con trabajadores automotrices en otros países que luchan contra las mismas corporaciones internacionales.

'En cada discusión con el Consejo de Administración, exijo una estrategia de crecimiento' Lümali le dijo al Frankfurter Allgemeine Zeitung. 'Lo tengo muy claro. No nos conformaremos con menos de 2 millones de vehículos al año, necesitamos eso para utilizar las plantas alemanas a su máxima capacidad. Para lograr esta cifra, necesitamos crecimiento, crecimiento, crecimiento. Esto requiere nuevas estrategias para recuperar la cuota de mercado perdida'.

También defendió expresamente la 'estrategia del lujo' de Källenius. 'Si veo que estoy vendiendo menos autos de lo planeado, pero necesito ganancias para financiar la transformación, entonces tengo que generar un margen más alto sobre los menores autos vendidos'.

Los trabajadores de Mercedes pueden estar seguros de que, aparte de algunas palabras de indignación sobre la 'lista de los horrores' y la 'lista de venenos', IG Metall y el comité de empresa no harán nada contra el programa de recortes, sino que lo apoyarán plenamente y desempeñarán un papel decisivo en su aplicación.

Para repeler los ataques de Mercedes, es esencial romper con IG Metall y sus representantes del comité de empresa y unir fuerzas con todos los trabajadores automotrices que están dispuestos a luchar para formar comités de acción de base. Estos comités deben ser independientes de IG Metall y responsables solo ante las bases, tomar la lucha en sus propias manos y trabajar en red con comités de acción en otras plantas, empresas y países.

Deben defender todos los puestos de trabajo en todos los lugares como una cuestión de principio y rechazar todas las concesiones sobre los salarios y las ganancias sociales. Los empleos seguros y los salarios decentes son más importantes que las ganancias de los accionistas multimillonarios.

Los trabajadores que estén de acuerdo con esto deben ponerse en contacto con el comité de acción a través de WhatsApp al +49-163-337 8340 o registrarse utilizando el formulario a continuación.

(Publicado originalmente el 26 de febrero de 2025)