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Los demócratas defienden a Zelenski y la guerra en Ucrania

El senador Bernie Sanders, independiente de Vermont, en Washington el jueves 13 de febrero de 2025. [AP Photo/Jacquelyn Martin]

Un trío de destacados senadores demócratas apareció el domingo en programas de entrevistas televisivas para denunciar al presidente Trump y al vicepresidente JD Vance por la emboscada que llevaron a cabo el viernes contra el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, que terminó con Zelenski siendo expulsado de la Casa Blanca y con asesores de Trump sugiriendo que la administración podría cortar la ayuda militar y económica a su país.

Los tres demócratas —Amy Klobuchar, entrevistada en ABC, Chris Murphy, quien apareció en CNN, y Bernie Sanders, quien habló en NBC— insinuaron que Trump estaba actuando en beneficio del presidente ruso Vladímir Putin. Todos respaldaron la línea proguerra del Partido Demócrata, pidiendo una intensificación de la ayuda militar a Ucrania y esfuerzos redoblados para derrotar a las fuerzas rusas, que ocupan aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano en el este y el sur del país.

Klobuchar, quien fue candidata a la nominación presidencial demócrata en 2020, afirmó que “simplemente no podía creer” cómo la reunión del viernes entre Zelenski, Trump y Vance se convirtió en un enfrentamiento. “Apoyamos a nuestros amigos, no a nuestros enemigos”, dijo. “El gran país de América negocia con fuerza, no con rendición”.

La senadora demócrata de Minnesota le dijo al presentador de ABC, George Stephanopoulos, que el conflicto con Zelenski “no es lo mejor para el presidente Trump”. Sugirió que la reunión había sido una “emboscada premeditada” y añadió: “Fue especialmente el vicepresidente Vance quien tomó la ofensiva, quien increpó al presidente Zelenski, quien simplemente intentaba explicar que… necesitábamos un compromiso de seguridad sólido de todos nuestros aliados para poder alcanzar una paz duradera, algo que el presidente Trump dice que quiere ver”.

En una entrevista anterior en CNN el viernes, después de la reunión en la Casa Blanca, Klobuchar rechazó las exigencias de una disculpa de Zelenski, declarando: “Creo que no es una exageración decir que el futuro de Europa, el futuro del mundo libre, está en juego”. Al mismo tiempo, pidió a Zelenski que firmara un acuerdo propuesto por Trump para otorgar a EE.UU. el control de gran parte de los recursos minerales de Ucrania.

Apareciendo en el programa “State of the Union” de CNN, el senador de Connecticut Chris Murphy utilizó un lenguaje aún más apocalíptico. Denunció la conducta de la Casa Blanca como “absolutamente vergonzosa… La Casa Blanca se ha convertido en un brazo del Kremlin. Cada día, el asesor de seguridad nacional, el presidente de Estados Unidos y todo su equipo de seguridad nacional repiten los puntos de conversación del Kremlin”.

Murphy afirmó que Trump estaba reescribiendo la historia “para firmar un acuerdo con Putin que entregue Ucrania a Putin. Eso es desastroso para la seguridad nacional de EE.UU. Eso significa que China avanzará. Es posible que Putin no se detenga. América podría entrar en guerra con una potencia nuclear”.

Aunque afirmó que no tenía “ningún problema” con una solución diplomática a la guerra, el senador demócrata declaró: “Lo que Trump está sugiriendo es un alto el fuego que requeriría que Ucrania se retirara del frente, lo que permitiría a Putin simplemente avanzar sin resistencia en Ucrania”.

Cuando la entrevistadora Dana Bash le señaló que Murphy había votado para confirmar al senador Marco Rubio como secretario de Estado, Murphy admitió que había cometido un error. “Creo que muchos de nosotros pensábamos que Marco Rubio se enfrentaría a Donald Trump en un asunto como este… que cuando Donald Trump le pidiera ayuda para acercar a EE.UU. a Rusia y sus valores, Marco Rubio se opondría. Marco Rubio no lo ha hecho, y eso ha sido una gran decepción para muchos de sus antiguos colegas en el Senado”.

El tercero en aparecer fue el supuestamente independiente senador Bernie Sanders, quien ha buscado dos veces la nominación presidencial del Partido Demócrata y actualmente está involucrado en una campaña para persuadir a los “moderados” republicanos de la Cámara de Representantes para que se opongan a los recortes presupuestarios de Trump, llevando a cabo mítines bajo el fraudulentamente populista lema de “Luchando contra la oligarquía”.

La primera pregunta de la moderadora de “Meet the Press”, Kristen Welker, fue sobre su reacción a la reunión en el Despacho Oval y la sugerencia del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien apareció en el programa antes que él, de que podría ser necesario que Zelenski renunciara como parte de un acuerdo de paz con Rusia.

Sanders respondió: “Creo que eso es una sugerencia horrenda. Zelenski está liderando un país y tratando de defender la democracia contra un dictador autoritario, Putin, que invadió su país. Y creo que millones de estadounidenses están avergonzados de que tengamos un presidente de EE.UU. que dice que Ucrania empezó la guerra, que Zelenski es un dictador. Tiene todo exactamente al revés”.

Envuelto en la bandera estadounidense, Sanders continuó: “Y nuestro trabajo es defender la tradición de 250 años que tenemos de ser el líder democrático del mundo, no darle la espalda a un país que está luchando por hacer lo correcto”.

Los dos principales demócratas del Congreso reforzaron el mismo mensaje en sus comentarios sobre la reunión entre Trump y Zelenski. El líder demócrata del Senado, Charles Schumer, dijo: “Trump y Vance están haciendo el trabajo sucio de Putin. Los demócratas en el Senado nunca dejarán de luchar por la libertad y la democracia”.

El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, calificó la reunión en el Despacho Oval como “escandalosa” y afirmó que solo servirá “para seguir envalentonando a Vladímir Putin, un dictador brutal. Estados Unidos no debe recompensar la agresión rusa ni seguir apaciguando a Putin”.

Esta avalancha de críticas fue mucho más ruidosa que cualquier respuesta que los demócratas hayan dado a los feroces ataques de Trump contra los trabajadores federales, su demonización y persecución de los inmigrantes, sus intentos de establecer una dictadura presidencial o su apoyo a recortes masivos en el gasto federal en salud, con Medicaid como el objetivo principal. Esta disparidad solo confirma que el tema central que divide a los dos partidos controlados por las corporaciones es la política exterior, al igual que durante la primera administración de Trump, cuando fue sometido a su primer juicio político por retrasar temporalmente un envío de armas a Ucrania.

Schumer expresó con mayor claridad las verdaderas prioridades de los demócratas al anunciar que la senadora Elissa Slotkin de Míchigan, exagente de la CIA, daría la respuesta oficial del Partido Demócrata al discurso televisado de Trump ante una sesión conjunta del Congreso el 4 de marzo.

Slotkin pasó años en Irak con la CIA después de la invasión estadounidense de ese país en 2003. Luego dirigió la oficina de Irak en el Consejo de Seguridad Nacional —la agencia de la Casa Blanca que coordina la política exterior de EE.UU.— bajo el republicano George W. Bush y luego bajo el demócrata Barack Obama, antes de trasladarse al Pentágono y finalizar su carrera en el aparato militar-inteligencia como asesora principal de John Negroponte, el primer director de inteligencia nacional de EE.UU.

Slotkin fue una de las más de una docena de “demócratas de la CIA” elegidos por primera vez para la Cámara de Representantes en 2018, cuando el Partido Demócrata se posicionó como un agresivo defensor de la intervención militar de EE.UU. en el extranjero, particularmente contra Rusia. Su selección es otra señal de que la guerra EE.UU.-OTAN en Ucrania sigue siendo la prioridad central del ala demócrata de la élite corporativa estadounidense.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de marzo de 2025)